Juan Cruz, luz en los rescoldos de Eibar
El extremo argentino ejerció en una híbrida posición entre carrilero y extremo y fue de lo poco destacable en la derrota frente a los armeros. Aún no ha sido titular.
No salió en un buen momento ni en una posición óptima. Juan Cruz, extremo argentino de 23 años cedido por el Real Betis al Leganés, fue uno de los recursos con los que Borja Jiménez trató de remontar el partido ante el Eibar cuando, al descanso, los armeros ya ganaban 0-2. Fue el resultado final. Pero Juan Cruz hizo de todo para que no sucediera así. Suplió a Nyom y el técnico pepinero decidió que lo hiciera casi al completo, ubicándolo como falso carrilero diestro de una defensa de tres centrales en las que él hacía el acordeón. Casi siempre de extremo, pero en el repliegue, casi lateral. La imagen, dentro de lo que pudiera parecer, fue buena. De lo poco rescatable tras el naufragio del líder en su estadio, segunda derrota de local esta temporada.
Porque Juan no es carrilero. Nunca ejerció de lateral si quiera. Lo suyo es jugar con alma ofensiva. “Soy veloz. Me gusta exhibirme. Ir al uno contra uno sin pensármelo y con gol”, se autoproclamó en su puesta de largo como pepinero. “Me siento más cómodo jugando por la derecha… pero me da igual hacerlo en ambos lados”, dijo a propósito de su condición de zurdo, lo que no le impide partir por el costado diestro, buscar línea de fondo y con el regate hacia dentro, explotar su pierna izquierda.
Efervescencia sin efecto
Pero ante el Eibar a Juan le tocó ejercer en esa posición híbrida a medio camino entre la defensa y el ataque sin desentonar en absoluto. Durante los primeros minutos de la segunda parte el equipo lo buscó con frecuencia. Casi siempre con el mismo modelo de juego. Encarar a su rival, para tratar de irse y ya cerca de tres cuartos de cancha, buscar su pierna buena y meter balones al área. Ahí fue donde falló en verdad, porque de sus seis centros metidos al área, ninguno encontró rematador.
Aún así, fue capaz de generar efervescencia sobre la que el Leganés cabalgó hasta que la expulsión de Berrocal blindó al Eibar en su área e hizo imposible cualquier opción ofensiva. Incluida la de Juan, que incluso se atrevió con un remate entre palos. La del domingo fue su actuación más larga con el Leganés, con el que todavía sólo ha competido tres partidos. Un minuto ante el Alcorcón (debut testimonial), 16 ante el Racing (continuidad sin acierto) y los 45 frente al Eibar. Todavía no ha jugado de titular.
Borja López, el otro debut
De debuts esperanzadores también fue la puerta de largo de Borja López. El central asturiano aún no había tenido ocasión de jugar ni un minuto con la zamarra del Leganés desde su fichaje el último día del mercado invernal.
Pero también fue una de las soluciones de emergencia que probó Borja Jiménez, que decidió situarlo como central zurdo en esa defensa de tres en lugar de Iker Undabarrena para retrasar la posición de Brasanac.
Le tocó ejercer casi a tumba abierta cuando el Leganés más se volcaba sobre la meta del Eibar y aunque por su costado llegó alguna ocasión de peligro, lo cierto es que no desentonó como alternativa para ejercer en un puesto, el de central, corto de efectivos y amenazado por la avalancha de apercibidos que desde hace varias jornadas asedia a un Leganés que, con siete goles encajados en los últimos ocho partidos parece haber perdido la solidez defensiva que lucía antaño y que lo eyectó a la primera posición allá por la jornada 12.