El Leganés ‘pinta’ su camiseta con el famoso atardecer de Butarque
La segunda indumentaria luce un llamativo degradado que representa las conocidas puestas de sol del estadio. También está representado el ‘sky line’ de la ciudad.
Cuenta la leyenda que Butarque es dos en uno. Estadio de día, oleo de noche. Situado en la parte más alta de la ciudad, el campo del Leganés es famoso por sus atardeceres, esos que, especialmente en primavera u otoño, dibujan tonos azules y anaranjados para encapotar el recinto como sucede en pocos campos del fútbol español. Una magia de tintes casi impresionistas que bien podrían firmar Monet, Manet, Renoir o Degas y que ahora se traslada a la camiseta del equipo. La segunda equipación para el curso que viene está inspirada en esos crepúsculos ‘butarqueños’ y el ‘sky line’ de la ciudad que se intuye cada vez que el sol cae a las espaldas del estadio.
El club ha dado a conocer este martes la indumentaria, la última que le quedaba por desvelar tras el ‘zarpazo’ de la primera zamarra y el amarillo fosforito ‘gamer’ de la tercera. Este modelo, quizá el más innovador y transgresor de todos, comienza en tonos azul oscuro en la parte superior, representando el cielo ya oscurecido del atardecer, y va degradándose según baja hasta convertirse en el característico color naranja con el que se juega muchas tardes al fútbol en Butarque. Es precisamente este tono el que domina a mayor parte de una prenda de cuello redondo y detalles en blanco, como el escudo, la publicidad (por ahora sólo la trasera de Ynsadiet) o el logo de Joma, el proveedor técnico oficial del equipo.
El perfil de Leganés
Además de esta llamativa combinación de colores, uno de los detalles más significados de la indumentaria es que, en su parte inferior, luce rodeando todo el diámetro de la prenda una representación del ‘sky line’ o línea de cielo de la ciudad, con muchos edificios o monumentos emblemáticos de la ciudad rematando el diseño tal cual se dibujan en el firmamento cada vez que atardece.
Entre algunos de edificios se distinguen el propio Butarque, la Iglesia de El Salvador, la ‘rotonda de los cabezones’, el Hidróforo, el Hospital Severo Ochoa, el Auditorio Padre Soler de la Universidad Carlos III, la Cubierta o el Pabellón Europa, donde juega sus partidos la sección de fútbol sala del club.
Vínculos entre ciudad y equipo
Esta camiseta continúa la tendencia que el Leganés activó la pasada campaña de dedicar una indumentaria a uno de sus lemas más famosos: ‘El corazón de una ciudad’, que también luce en esta camiseta a modo de etiqueta en la parte trasera del cuello. La pasada temporada, la de inicio de esta idea, la indumentaria tenía un color rosa ‘sanguíneo’ y dibujaba círculos concéntricos desde el escudo para simular esa vinculación entre el club y la ciudad. Como si el primero fuera corazón de lo segundo.
Esta vez el deseo del club ha sido ir más allá y unir el famoso cielo de su estadio con aquellos espacios de la ciudad que también hace sentirse orgullosos a sus ciudadanos y aficionados. Una representación que cierra nexos entre unos y otros con el fin de construir, no sólo identidad a través del equipo, sino alrededor de la propia Leganés.
Un concepto al que también se ha unido Jeff Luhnow, el nuevo presidente del club. A través de su perfil de Twitter, Luhnow, ha dado a conocer a su audiencia estadounidense la fama de los atardeceres de Butarque y cómo esta indumentaria pretende recogerlos en un llamativo y original homenaje.