El curioso paralelismo entre la Copa del Espanyol y la UEFA de 2007
Se ha quedado el Juvenil A a las puertas de un título, como hace 17 años el primer equipo, y sin haber perdido ni un solo partido, igual que entonces. Y el nexo se unión es Javi Chica.
Pocas cosas hay tan pericas como despedirse de una final en una tanda de penaltis y tras alguna decisión arbitral dudosa –como el claro penalti del portero Joan Pol sobre Sergio Rivares que el colegiado, Luis Enrique del Campo, vio como falta en ataque–. Bajo esas premisas, los jugadores del Juvenil A del Espanyol ya podrían considerarse aptos para subir al primer equipo. Lo que es seguro es que su andadura en la Copa del Rey, que concluía este domingo con la conquista del título por parte del Mallorca, guarda una asombrosa similitud con aquella Copa UEFA 2006-07 en la que el primer equipo también peleó hasta el último aliento.
Orgullo ha sido en ambos casos la palabra más empleada por el espanyolismo para sintetizar el papel de sus jugadores a pesar de no haber obtenido el preciado trofeo. No en vano, y he aquí el gran paralelismo, en ambos casos se ha quedado el Espanyol a las puertas del título sin haber perdido ningún partido. En esta Copa del Rey juvenil, se plantaban los pericos en la final tras haber ido eliminado a Compostela (3-1), Real Madrid (2-1), Betis (3-0) y Oviedo (1-3). Sólo los penaltis (2-4 para los bermellones) deshicieron el 0-0 con el que se consumaron los 90 minutos del tiempo reglamentario y los 30 de la prórroga.
En la Copa UEFA de hace 17 temporadas, fueron hasta 15 los encuentros en que el Espanyol se consideró invicto. Empezó contra el Artmedia, con un 2-2 en Bratislava y un 1-1 en Montjuïc, siguió con un pleno de victorias en la fase de grupos (0-2 al Sparta de Praga, 6-2 al Zulte Waregem, 0-2 al Ajax en el Amsterdam Arena y 1-0 al Austria de Viena) y, por supuesto, en todas las eliminatorias: 1-2 fuera y 2-0 en casa ante el Livorno. 0-0 y 4-0 contra el Maccabi Haifa. 3-2 y 0-0 con el Benfica, y 3-0 en el Estadi Olímpic y 1-2 en Alemania ante el Werder Bremen. La final acabó con un 2-2, también con prórroga, lo que llevó a los penaltis, en que el Sevilla se proclamó campeón por 1-3.
Y si alguien conoce perfectamente esa gran similitud es Javi Chica, presente en ambos hitos. En la UEFA, como jugador, y ahora como entrenador de un Espanyol que ya sabe que “el fútbol y la vida son caer y levantarse. Perder forma parte del proceso. Ganar sólo gana uno, esta vez lo ha hecho el Mallorca y le damos la enhorabuena”. Así lo constató el técnico en Espanyol Media.
“Sabe mal porque el club está viviendo momentos difíciles y el Juvenil A ha proporcionado ilusión, alegría, por ver que se están haciendo bien las cosas, que siempre ha habido buenos canteranos”, constató Chica, quien abundó: “Es una pena salir derrotados y no poder brindar esa alegría completa a la afición, pero trabajaremos para seguir mejorando a los chicos, porque nuestro gran premio es que lleguen al primer equipo y sean capaces de asentarse”.
En el fútbol profesional consiguieron instalarse algunos de los subcampeones del Espanyol en anteriores ediciones, como Édgar Badia, Rubén Duarte o Carlos Clerc en la temporada 2010-11 (con Sergi Gómez, por cierto, en el rival) o como poco a poco lo está haciendo Ian Forns, y en la distancia también Simo Keddari y Luca Koleosho, finalistas en la 2021-22.