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ESPANYOL

El irreversible adiós de Darder

El club perico y el Mallorca intentan acordar la venta del capitán blanquiazul después de dos meses de muchas intrahistorias y de disparidad de versiones entre el futbolista y la entidad.

Sergi Darder.
GORKA LEIZA

Sergi Darder dejará el Espanyol después de seis temporadas y 245 partidos oficiales. Su destino, si no hay un giro de 180 grados, será el Mallorca, el club situado a escasos 60 kilómetros de Artà, el pueblo balear donde se crio junto a su familia y donde empezó a jugar a fútbol en el patio de la casa de sus abuelos y en el club local, en el que había militado su padre, hasta que José Manuel Casanova se lo llevó para Sant Adrià en 2007. Ambas entidades se esfuerzan en llegar a un acuerdo después de un tira y afloja que dura semanas y que ha sorprendido al capitán blanquiazul, que había llegado a un pacto verbal con los dirigentes del Espanyol a comienzos de julio para ayudarle, según el entorno del futbolista, a abandonar el Stage Front Stadium, su deseo tras el segundo descenso en los tres últimos años y del desgaste que ha sufrido como capitán esta última campaña. Darder quiere desvincularse del proyecto de Chen Yansheng justo un año después de la renovación presidida por el propietario.

Unas facilidades supuestamente acordadas a cambio de no irse cedido por la cláusula que tenía en su contrato, como ocurrió con Joselu Mato, en la que se especificaba que podra firmar por otro club antes del 10 de julio sin dejar un euro en la caja si este le igualaba el salario en el Espanyol y la entidad perica no era capaz de mantenérselo. El capitán no forzó la situación. Darder y la entidad blanquiazul, según el entorno del mallorquín, hablaron de buscar un traspaso para que el Espanyol tuviera liquidez y la venta del capitán generara un beneficio que se pudiera reinvertir en cubrir el hueco y mejorar la plantilla. La versión del club cambia en un aspecto, que no se habló de ayudar sino de “valorar seriamente” las ofertas que llegaran.

Sergi Darder.
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Sergi Darder. Gorka Leiza

La decisión de Darder y las opciones descartadas

La cronología de los hechos empieza después del partido ante el Almería, cuando acaba la Liga y Darder sale a hablar a la zona mixta para lanzar el último mensaje de la temporada. Y fue un mensaje traslúcido con el paso del tiempo. “Me he involucrado demasiado en este club, he antepuesto las cosas del colectivo a las individuales, y no he sido capaz de conseguir la salvación”, comentó el mallorquín, que aseguró que se tomaría un tiempo de reflexión para decidir qué hacer. Su final de etapa, para los más próximos, era la opción más esperada, teniendo en cuenta los antecedentes: ya en el anterior descenso tuvo una oferta del Alavés y estuvo cerca de irse, pero finalmente Vicente Moreno le convenció a seguir. Era un Darder triste que renació tras recurrir al psicólogo y ofreció, a partir de ahí, el mejor rendimiento de siempre.

Darder deshojó la margarita en Artà, donde recibió los cantos de sirena del Barcelona. Ahí sí tuvo la opción de irse cedido porque los azulgrana eran capaces de pagarle la ficha íntegra, pero el balear no prosiguió con las conversaciones. No podía irse al eterno rival. En ese periodo, ya había llegado a la conclusión de que quería salir del Espanyol. Había tomado su decisión y así se lo hizo saber a la entidad, tanto a Luis García como al CEO Mao Ye y finalmente al director deportivo recién llegado, Fran Garagarza. Es ahí donde hablan de la fórmula. Descartan la cesión (”no nos interesaba que se diera por su cláusula del 10 de julio”, dicen fuentes del Espanyol) y todo se centra en ese traspaso que ahora está generando disparidad de criterios. Empezó la pretemporada, llegaron las primeras propuestas de clubes como Almería o Mallorca, pero el Espanyol las rechazó todas. “No podemos ayudar a ningún jugador a salir”, añaden fuentes de la entidad.

Sergi Darder y Luis García.
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Sergi Darder y Luis García. Gorka Leiza

¿Cuál es el precio real de Darder en el mercado?

Los profesionales del fútbol tienen distintos puntos de vista sobre el valor del jugador. Un ‘scouter’ conocedor del mercado consultado por AS apunta que no es fácil que un club pague diez millones por el mallorquín (esa fue su cláusula hasta el 31 de julio). En diciembre cumplirá 30 años y ahora mismo el mercado de la Liga está muy parado, con pocas inversiones: solamente se han firmado cinco jugadores por más de esa cantidad: el mayor tiene 27 años, que es Alexander Sorloth (Villarreal, 10M). El Real Madrid se ha gastado 103 millones en Jude Bellingham (20 años) y 20 en Arda Güler (18 años). El Sevilla, por su parte, ha llegado también a esas cifras con Loic Badé (23 años y 12 millones) y Djibril Sow (26 años y 10M). “El Espanyol es un club ahora mismo de Segunda”, apostilla.

Un ex director deportivo, también consultado por AS, señala, en cambio, que “para mí si tiene un valor de 10M, pero entiendo que la problemática con el límite salarial y el contexto actual acaba marcando el precio en el mercado”. Darder llegó al Espanyol en 2017, con 23 años y procedente de un club Champions como el Olympique de Lyon por ocho millones debido a su deseo de volver a Barcelona y poder jugar en el Espanyol, club que apostó por él, donde se formó y donde le cerraron las puertas en 2012. Y, sin aspirar a ello, por su calidad en el campo y su manera de comportarse, se convirtió en su icono y capitán.

El tiempo no ha corrido a favor de Darder, sin una solución rápida a su caso mientras el Espanyol sí iba vendiendo a jugadores como Luka Koleosho, Joselu Mato o Simo Keddari (a falta de oficialidad). Su marcha se va a producir por la puerta de atrás. El futbolista ha optado por el silencio momentáneo hasta que los acontecimientos se sucedan. Hablará. Es difícil que esta semana se resuelva su marcha y el capitán estará en Albacete, con el dorsal 10, si no se producen nuevos avances. Pero el desenlace está claro a falta de fecha. El jugador logrará salir del Espanyol y el Espanyol ingresará un dinero que podía haber sido la nada si Darder hubiera apostado por irse a las bravas, como ocurrió en el caso de Joselu.