Cissé se machaca para encontrar su sitio
El guineano podría ser alternativa a la baja de Nyom en Huesca. A pasado de esperanza de futuro a eclipsado. Aún así, no deja de entrenarse días libres incluido siempre con una sonrisa.
Seydouba Cissé (Guinea, 23 años) ha convertido su testarudez en una de sus virtudes para buscar el camino al rol que antes se le suponía a este chaval, canterano perla del Leganés que desde su irrupción hasta esta temporada parecía llamado a ser clave en el futuro pepinero. Ahora ese papel protagonista ha quedado apartado a un plano de suplente habitual. Pero él insiste en trabajar y sonreír para convencer a su entrenador, a Borja Jiménez, de que debería tener más protagonismo en su pizarra.
Una ventana a la esperanza que podría abrirse este fin de semana. Ante el Huesca, Allan Nyom, una suerte de hermano mayor para Cissé (su relación es excelente) no podrá jugar por acumulación de tarjetas. Vio la quinta ante el Cartagena y él, Cissé, podría ser la versión ofensiva de su reemplazo dentro del mecanismo variable con el que el líder de segunda afronta los partidos.
Porque en defensa, los pepineros lucen un 5-3-2 con Nyom de tercer central diestro. Pero cuando atacan, se convierte en un 4-4-2 con el camerunés ejerciendo de lateral derecho. Si para el choque en El Alcoraz (domingo, 14:00) Borja Jiménez decidiera primera una variante atacante de su esquema, Cissé podría ser un candidato a lateral diestro. Miramón no está previsto que llegue a la visita a sus ex. Otra vía sería la presencia de Arambarri como central. Esa sería una variante más defensiva.
Sólo 57 minutos en 2024
El caso es que Cissé trabaja día y noche para intentar tener una oportunidad y ganarse el derecho a no bajarse de la alineación. Mermado por su ausencia prolongada debido a la Copa África, en 2024 su peso con el Leganés se ha reducido. Desde que volvió, en febrero, sólo ha jugado tres partidos: dos minutos ante el Racing, 22 ante el Mirandés y 33 contra el Cartagena. En este último partido, como en los anteriores, ejerció de lateral derecho, ésta vez para sustituir a Nyom.
“Con Cissé queríamos tener amplitud y con gente dentro con buen pie”, explicó Borja el motivo de la presencia del guineano sobre el verde. En el tiempo que jugó, el Leganés no pudo deshacer el empate a cero con el que acabó el duelo.
Como ya es tradición en Butarque, los futbolistas se marcharon al fondo norte a hacer piña y bailar al son que le canta la Grada de Animación. Ahí estuvo un Cissé que no se pierde estas citas ya canónicas para ser uno de los que más disfruta. Juegue o no. Él solo baila y sonríe. Salta y bromea.
“¡Eso nos da la vida! No es fácil no jugar. Ver a los compañeros todos los findes tener protagonismo y, sin embargo, ser feliz. Mostrarte feliz. Eso nos ayuda mucho. Esta gente, nadie hace trampa, aprietan. Tienen un comportamiento extraordinario”, decía Neyou, pivote del Leganés, a AS a propósito del comportamiento siempre extrovertido de Cissé y otros suplentes que, en este equipo, lejos de alzar la voz, elevan el listón de su trabajo.
Entrenos en solitario
El guineano, además, se ocupa de mostrarlo en sus redes sociales, donde se le puede ver entrenando de manera individual incluso en jornadas en las que el Leganés no tiene proyectado entrenamientos, como sucedió a inicios de esta semana en la que Borja Jiménez dio dos días de asueto: lunes y martes.
Ahí estuvo Cissé para, en un vacío gimnasio de la ID Butarque, lucir dominadas, levantamiento de pesas y todo tipo de ejercicios que demuestran que lo suyo, por ahora, no es bajar los brazos. Entre tanto, el chaval mantiene el silencio y sólo habla para bromear e insistir en apretar para lograr el objetivo de un ascenso que tendrá mérito por los que juegan en el verde, pero también por los que aportan los que apenas juegan.
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