Avilés se reivindica en el eslalon
Pese a que cuenta con ofertas de Segunda, el extremo del Leganés quiere quedarse y demostrar que es valor importante. Está destacando entre regates, asistencias y goles.
Hay algo de magnético en la forma de regatear de Javier Avilés (Madrid, 24 años). Su zancada, su agitar de brazos y tensionar de cuello le proporciona una estética especial que, virtud la suya, también acompaña de desplazamiento de balón. Le gusta el eslalon. Verticalidad entendida como obsesión que no siempre ha estado nutrida de éxito. Su salto al primer equipo del Leganés es, desde 2018 un efecto rebote constante. Nunca ha terminado de asentarse. Ahora, tras su última experiencia lusa (fue cedido al Tondela media campaña pasada), se ha empeñado en demostrar que ya está bien. Que ésta es la definitiva. Que le toca quedarse como un recurso importante al sur de la capital. Por ahora lo está consiguiendo. El canterano es uno de los nombres propios de la pretemporada.
Hoy, ante el Wrexham la ha armado junto a Juan Muñoz. Los dos han desquiciado a este equipo de la 5ª división británica en un baile que Avilés ha zapateado con gol (asistencia de Juan Muñoz) y un par de eslálones marca de la casa. Cierto es que ante el Andorra no se le vio en plenitud, pero ante el Getafe, en el duelo debut de la pretemporada, lució bastante. Dio la asistencia del 1-0 en su única internada a pierna natural en la primera parte y en la segunda se inventó la jugada que Kravets coló en la escuadra con un lanzamiento de falta (casi) perfecto.
Avilés busca su sitio
Son el tipo de argumentos que esperaba el Leganés ver en este muchacho que asomó por primera vez la cabeza entre los mayores en 2018. Pellegrino lo convirtió en su 29º pasajero y Javier Aguirre, una temporada después, en uno más el equipo durante la reanudación del campeonato tras la pandemia. Fue ahí donde marcó el único gol que un canterano jamás ha hecho con el Leganés en Primera División (ante Osasuna).
El descenso parecía que le abriría las puertas de la continuidad, pero no fue así. Al contrario. La irregularidad y las lesiones lo castigaron. Y pese a ello, siempre estuvo entre los máximos asistentes del equipo. El curso pasado, visto lo complicado del panorama blanquiazul (y tras renovar hasta 2026), salió en enero al Tondela donde no logró asentarse tampoco, ni tener minutos. Pero eso no le ha derrotado en su empeño de, ya sí o sí, ser un importante para el Lega.
Ofertas de Segunda
Y todo pese a que varios segundas están llamando a su puerta para irse. Su intención, es la contraria. Triunfar en casa y, de paso, quedarse cerca de su familia, ésa que tuvo que abandonar para hacer las maletas rumbo a Portugal. De la experiencia ha aprendido que quiere estar con los suyos y, de ahí también, el compromiso redoblado por rendir al más alto nivel.
Las necesidades económicas que este verano afronta el Leganés invitan a pensar que su potencial salida (más a rivales directos) es compleja. Panorama perfecto, en lo individual y colectivo para que Avilés, por fin, demuestre su valía sembrando Butarque de sus regates. Esos que tienen algo de magnético.