Vinicius, brigada antiincendios
El delantero brasileño, que ha participado en 80 goles en las dos últimas temporadas, vuelve en un Madrid herido, ante un Las Palmas con más juego que gol. Mendy apunta a titular
El cartel del partido habla de un Madrid herido y de un Las Palmas aliviado, porque el fútbol viene a ser el estado de ánimo que deja el último partido (sigue el partido en directo en As.com). El equipo de Ancelotti espera mejorarlo con Vinicius, sobre el que lo explican todo los datos. Con Benzema, en las dos últimas temporadas, ha ofrecido 45 goles y 35 asistencias. Imaginen sin el francés cuál es su peso en un equipo que ha adelgazado mucho de un año a otro en su ataque, aunque el plato del día sean los errores defensivos que le condenaron en el Metropolitano.
Vinicius se rompió el 25 de agosto en Vigo. El diagnóstico fue una rotura en el bíceps femoral de la pierna derecha y el tiempo estimado de baja, seis semanas. Era la primera lesión muscular del futbolista desde su llegada al Madrid. Ancelotti le incluyó en la convocatoria para el encuentro ante el Atlético, pero se cayó por una gastroenteritis. Quién sabe si será titular hoy, pero tendrá minutos porque el técnico busca que coja vuelo para los dos partidos en cuesta que le esperan al equipo: el sábado ante el Girona y el martes ante el Nápoles, ambos a domicilio.
Antes de la lesión, Vinicius ya era el jugador que más regates intentaba en la Liga (14,6 por partido) con un aceptable porcentaje de éxito (50%). Rodrygo, que debía asumir su papel, se queda en la mitad, con el agravante de que solo ha marcado un gol en los siete partidos del curso. No ha compensado el alboroto de su compatriota.
Vuelve Carvajal
En cualquier caso, habrá cambios en un Madrid que ha abierto un periodo de reflexión sobre su sistema defensivo. Todo apunta a que Mendy, lesionado en el Clásico veraniego de Las Vegas, será titular por primera vez en el curso y no se descarta que Nacho ocupe la plaza de Rüdiger o Alaba, que salieron en la foto de los tres goles atléticos. En el centro, recuperará el sitio Tchouameni y no se descarta una vuelta al banquillo de Kroos y Modric. Carvajal también está listo, mientras que Güler volvió a romperse.
Enfrente estará Las Palmas, equipo peculiar en el que las intenciones van por un lado y los resultados por otro. Lo entrena García Pimienta, excanterano del Barça e integrante de la Quinta del Mini que abanderaron, entre otros, De la Peña, Celades o Roger. Él tuvo menos suerte. Solo jugó un partido en el Barça, el último de la campaña 94-95, con Carles Rexach en el banquillo. Después fue cedido al Extremadura, donde se rompió la tibia y su carrera fue decayendo: vuelta al Barça B, Figueras y Sant Andreu para acabar retirándose a los 29 años. Fue entonces cuando Alexanco lo fichó para dirigir al cadete azulgrana. Quince años pasó en La Masía, los tres últimos como entrenador del B. Llegó incluso a sonar para dirigir al primer equipo como relevo de Quique Setién, cuyo modelo siempre admiró, pero en 2021, con contrato en vigor, fue despedido por Rafael Yuste, vicepresidente deportivo, en un giro sorprendente de los acontecimientos.
Meses más tarde, en enero de 2022, Las Palmas le llamó para sustituir a Pepe Mel. Tomó al equipo octavo y le llevó al playoff de ascenso. Fue apeado por el vecino Tenerife, pero el club le vio posibilidades y le mantuvo. Un acierto. El curso pasado condujo al equipo a Primera, categoría que no pisaba desde 2018. De hecho, Las Palmas, un histórico, ha tenido una difícil andadura en el siglo XXI, en el que solo ha pisado seis veces la división de honor. Un mal dato para un equipo que estuvo 19 cursos consecutivos en Primera entre 1964 y 1983.
Jonathan Viera, el líder
El juego del equipo canario con García Pimienta tiene una clara inspiración culé con las contraindicaciones propias de una plantilla menos potente. El club ha gastado 4,8 millones en ocho fichajes y le está costando un mundo el gol. Solo dos ha hecho, que le han dado cinco puntos. El dato resulta extraño para un equipo que en posesión de pelota solo se ve superado por Madrid y Barcelona, pero que, a su vez, es el que menos envíos manda al área y menos disparos registra. También es el que más faltas recibe y el que menos goles encaja. Estamos, pues, ante un equipo de magnífica elaboración, mucho mejor en su área que en la contraria, con un líder natural, el veterano Jonathan Viera, no siempre bien entendido por la grada.
Viera fue el último jugador de Las Palmas en acudir a la Selección española (Lopetegui le puso en un partido intrascendente ante Israel en 2017, valedero para la clasificación del Mundial de Rusia, para el que España ya tenía billete). Era el mejor momento de su carrera. Había regresado a Las Palmas después de experiencias fallidas en Valencia, Rayo y Standard de Lieja. En febrero de 2018, con el equipo en descenso, decidió aceptar una oferta del Beijing Gouan chino: “Sabía que el equipo se iba a debilitar y entiendo que los aficionados se enfadaran. Yo sé que les debo una y se la voy a pagar”, dijo tras su regreso definitivo, en 2021. La campaña pasada pasó por problemas físicos, pero con trece goles y seis asistencias fue crucial para el ascenso. “Es el mejor, pero no puede ser diferencial en cada partido. Tenemos que ayudarle”, ha dicho en varias ocasiones García Pimienta.
Las carencias del equipo no siempre le permiten ocupar su posición natural, la de enganche. Ante el Granada fue un tercer punta en un equipo que ha rotado mucho arriba y que ha perdido ahora a Sandro para más de un mes. Tampoco Moleiro, la joya que viene, ha podido debutar. Atrás faltará Mármol, expulsado ante el Granada. Aun así, Las Palmas mirará hoy de frente al Madrid, por tradición y por convicción.