El Celta celebra en este 2023 su Centenario. La entidad que surgió de la fusión de los clubs Fortuna y Vigo se siente identificada con una palabra ‘Afouteza’, un término que no tiene una traducción literal al castellano. Se trata de una mezcla de perseverancia, valentía y orgullo. Al resultado de esa combinación responde la historia del equipo vigués. Su constancia le ha llevado a ser el undécimo conjunto, a punto de alcanzar al décimo, que más temporadas ha jugado en Primera y aunque parece gafado para conseguir su primer título estatal, continúa persiguiéndolo con ilusión. Salvo en los años de la burbuja económica en el fútbol, siempre ha enarbolado la bandera de la cantera, caracterizándose por tener una base de jugadores formados en la casa para medirse a los grandes del balompié español. Una apuesta por el talento y el carácter autóctono que nadie mejor que Iago Aspas ha representado a lo largo de estos 100 años.
El ADN del Celta plasma sobre el césped lo que es Vigo. Una urbe obrera, motor industrial de Galicia y que cautiva por su belleza atlántica con las Islas Cíes como emblema. Elegida recientemente la mejor ciudad de España para vivir, resulta innegable que, pese a su clima templado y a su incomparable gastronomía, en las calles olívicas hay muchos días duros. Sin embargo, ni la lluvia, ni las cuestas, ni los conflictos laborales que durante décadas han sacudido su economía, han frenado su dinamismo. Esa capacidad mostrada históricamente por el Celta para resurgir después de cada descenso es propia de esta ciudad. Vigo se reinventa con naturalidad, incluso en los últimos años para convertirse en un referente navideño por sus luces. La explicación de lo que sucede dentro y fuera de Balaídos quizás esté en la ‘Afouteza’.
Terraza de Vigo Urzaiz
El visitante que llega a Vigo en tren o en autobús puede disfrutar nada más salir a la calle de una espectacular panorámica de la ría, con la península de O Morrazo y las Islas Cíes enfrente de la ciudad. La terraza de Urzaiz se encuentra en la parte alta de la nueva estación de ferrocaril, recientemente inaugurada y una de las más modernas de Europa.
Barrio de Bouzas
La villa marinera de Bouzas gozó de la condición de municipio independiente hasta 1904, cuando la explosión industrial de Vigo la engulló. La urbe olívica se expandió por la costa con naves industriales y edificios. El corazón de lo que ahora es un barrio de la ciudad se mantiene intacto y fuera del núcleo central encontramos ejemplos de viviendas típicas y arrinconadas por las nuevas construcciones.
Igrexa de San Miguel de BouzasTradición y devoción. El patrimonio religioso vinculado al mundo del mar nos ofrece en el interior de la iglesia de San Miguel de Bouzas el grupo escultórico de ‘La Pesca Milagrosa’. Esta imagen recorre en procesión las calles de la antigua villa marinera en el mes de julio, en el día grande de las fiestas del barrio.
MuralEl equipo de Bouzas, el Rápido, juega sus partidos en el Baltasar Pujales, un estadio construido encima del mar. En el exterior del recinto llama la atención este original mural de temática marinera. Representa a un barco tradicional y no es casualidad porque Bouzas cuenta con el primer pantalán de España dedicado exclusivamente a estas embarcaciones.
Antigua gran fábrica de Conservas MiauEl pasado del Celta y de la industria viguesa se dan la mano en la antigua gran fábrica de Bernardo Alfageme, en el barrio de Bouzas. La planta en las que se elaboraron las conservas de la marca Miau se levantó encima del terreno de juego del Fortuna, el club que se fusionó con el Vigo para crear el Celta en 1923.
Vista del puertoLas antiguas carpinterías de ribera se transformaron en los últimos años del siglo XIX en astilleros. Pese a todas las grandes crisis vividas por este sector, especialmente la reconversión naval de la década de los 80, en el barrio de Bouzas todavía quedan varias de estas fábricas en funcionamiento. Unas instalaciones que limitan con las del puerto de Vigo.
SeguidoresEl Rápido cuenta con la que probablemente sea la estructura de equipos de cantera más numerosa de la provincia de Pontevedra. Los futbolistas de sus equipos base sueñan con triunfar en el Baltasar Pujales y posteriormente hacerlo en Balaídos. Ese camino lo recorrió Iago Aspas, que en su etapa juvenil jugó un año cedido en Bouzas.
CalentamientoEl fútbol en Vigo va más allá del Celta. En los últimos años dos clubs históricos de la ciudad han militado en categorías estatales: el Coruxo y el Rápido. En el caso de los de Bouzas, actualmente compiten Tercera RFEF. La imagen corresponde al calentamiento sobre el césped del Baltasar Pujales en los prolegómenos del encuentro con el filial del Deportivo de La Coruña.
Vista de la ciudad de VigoEl paseo de Bouzas nos ofrece una perspectiva ideal de la ciudad más poblada de Galicia. La magia de Vigo reside en su combinación de paisajes, empezando por el marítimo, continuando con el urbano y terminando con el rural de las parroquias ubicadas en la parte alta del ayuntamiento. Una imagen de postal que abarca a 300.000 habitantes.
Centollo Degustar el marisco es obligatorio para cualquier persona que visite Galicia y, en especial, las Rías Baixas. El barrio de Bouzas no sólo ofrece restaurantes para paladear los productos de la ría, también les rinde tributo con esculturas en su paseo. El centollo está considerado por muchos como el rey de las mariscadas.
PercebesEntre las esculturas del paseo de Bouzas, no podía faltar una dedicada a los percebes. Se trata del marisco que mayor cotización alcanza en las lonjas. Una delicatesen que se puede encontrar en las rocas de algunos enclaves de la ría de Vigo.
Monumento a Julio VerneLa universalidad de Vigo se debe en buena medida a la obra de un ilustre escritor francés. Julio Verne dedicó un capítulo de su novela ’20.000 leguas de viaje submarino’ a la leyenda sobre los tesoros de Rande, trasladando a la ría al Capitán Nemo a bordo del mítico submarino Nautilus. Después de publicar el libro, Verne se acercó a Vigo en el yate Saint Michel III para conocer y enamorarse de la ciudad. Como homenaje, en el Paseo de las Avenidas se instaló la escultura realizada por el vigués José Molares y que representa al escritor sentado sobre los tentáculos de un calamar gigante.
Club Náutico de VigoLa ría y la ciudad se dan la mano en el edificio del Club Náutico de Vigo. Este emblemático inmueble de estilo racionalista, inaugurado en 1945, actúa de símbolo en la zona más céntrica y alimenta el orgullo olívico. Punto de encuentro social, deportivo y cultural, en su parte trasera simula la popa de un barco.
PartidoSobre el césped artificial del Baltasar Pujales los conjuntos visitantes no lo acostumbran a pasar nada bien y en los días de temporal los futbolistas deben adaptarse a jugar con el viento. Es el fortín marítimo del Rápido, un club centenario que en la temporada 2017-2018 estuvo a punto de clasificarse para la fase de ascenso a Segunda División.
Mercado de A PedraNo hay nada más típico en Vigo que degustar las ostras de la ría en el Mercado de A Pedra. La tradición marca que estos moluscos se comen en las mesas que se reparten a lo largo una calle del casco antiguo con decenas de metros reservados para este ritual. Y para que la experiencia sea completamente genuina, este bocado de mar debe maridarse con una copa de vino blanco con denominación de origen Rías Baixas.
Cocedero de marisco en A PedraNo sólo hay ostras en el Mercado de A Pedra. Sus establecimientos ofrecen toda clase de manjares procedentes del mar y los mostradores, repletos de marisco, están en el exterior de los locales. Un método infalible para que a los potenciales clientes se les haga la boca agua.
Barrio ViejoLa Porta do Sol actúa de bisagra que une el casco antiguo y el Ensanche. El dinamismo de Vigo respeta su historia y este epicentro de la ciudad ha sido recientemente peatonalizado. Sin la interferencia de los vehículos, la vida de barrio vuelve a fluir en la unión de la plaza de la Constitución, la de la Princesa y la calle Príncipe.
Castelo de San SebastiánUna joya geográfica como Vigo fue objeto de deseo de los piratas ingleses en el siglo XVII y para defenderse de los invasores se levantó el castillo de San Sebastián. Inexplicablemente maltratado por otro asedio, el del voraz urbanismo en el siglo pasado, sólo se conserva parcialmente. Lo que queda de esta fortaleza todavía permite gozar de una maravillosa panorámica de la ría.
Castelo de San SebastiánUna joya geográfica como Vigo fue objeto de deseo de los piratas ingleses en el siglo XVII y para defenderse de los invasores se levantó el castillo de San Sebastián. Inexplicablemente maltratado por otro asedio, el del voraz urbanismo en el siglo pasado, sólo se conserva parcialmente. Lo que queda de esta fortaleza todavía permite gozar de una maravillosa panorámica de la ría.
Estadio Abanca BalaídosLa ría de Vigo se ha trasladado hasta el gran estadio de la ciudad. El exterior de Abanca Balaídos se asemeja con su nuevo diseño a las olas del mar. Todo un aviso a los navegantes de los equipos visitantes: dentro del recinto hay riesgo de que se desate un temporal celeste.
Estadio Abanca Balaídos
La tormenta perfecta en las grandes noches del Celta se genera en los aledaños de Abanca Balaídos. En la explanada delante de la grada de Tribuna se concentran los incondicionales célticos para recibir bajo la luz de las bengalas al autocar de su equipo. Así se han empezado a gestar ascensos, permanencias y hazañas coperas y europeas.
Estadio Nuevo BalaídosEn sus casi 100 años, será centenario en 2028, el estadio de Balaídos ha sido el escenario de un sinfín de páginas históricas de la ciudad de Vigo, no sólo del Celta. Si hablamos de fútbol, el recinto construido sobre el río Lagares será siempre recordado por haber acogido en la fase de grupos del Mundial de 1982 los tres partidos de Italia, que acabaría proclamándose campeona. Y sin que hubiera un balón por medio, el coliseo olívico ha vibrado con conciertos como el de Madonna o el de los Rolling Stones.
Estadio Nuevo BalaídosEn sus casi 100 años, será centenario en 2028, el estadio de Balaídos ha sido el escenario de un sinfín de páginas históricas de la ciudad de Vigo, no sólo del Celta. Si hablamos de fútbol, el recinto construido sobre el río Lagares será siempre recordado por haber acogido en la fase de grupos del Mundial de 1982 los tres partidos de Italia, que acabaría proclamándose campeona. Y sin que hubiera un balón por medio, el coliseo olívico ha vibrado con conciertos como el de Madonna o el de los Rolling Stones.
Estadio Nuevo Balaídos visto desde las pistas de atletismoSi todo va según lo previsto, cuando en el 2028 Balaídos celebre su 100 aniversario, estará completamente remodelado. La reforma concluirá con la grada de Gol, situada enfrente de las viejas pistas de atletismo. En el interior de este sector del estadio se puede visitar el museo del club celeste.
Castelo do Castro
Castelo do Castro
Antigua CasaUna ciudad tan industrial y dinámica tiene como tarea pendiente cuidar un poco más sus orígenes. Paseando por sus calles sorprende el alto número de construcciones majestuosas que están abandonadas. Recuperarlas no resulta tarea sencilla porque casi todas pertenecen a particulares.