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VALENCIA

Un año sin Anil Murthy: otras formas, mismo fondo

El 30 de mayo de 2022, el Valencia anunció la salida del presidente, empujado por unos audios y la presión de la afición. Lim buscó aire fresco tras cinco años, pero sin éxito.

Anil Murthy y Peter Lim.
DIARIO AS

El lunes 30 de mayo de 2022, a las 14:15 horas en España, 22:15 en Singapur, el Valencia CF comunicaba la salida de Anil Murthy como presidente del club. Los audios filtrados y desvelados por Superdeporte de una conversación privada del presidente con empresarios valencianos, en las que hablaba sin protocolo de asuntos internos, acabaron con sus cinco años al frente del Valencia. Sus palabras de sobremesa fueron el detonante de un relevo de la cabeza visible de Lim en España, una transición que de por sí se pretendía ejecutar desde Singapur ante la crispación de la afición y a la que los audios dieron “efecto inmediato”.

Nunca desde que el Valencia es Sociedad Anónima Deportiva un presidente había permanecido tanto tiempo en el palco, nunca en la historia del Club de Fútbol un presidente había mandado callar a Mestalla. Anil Murthy es el protagonista de ambos hitos, un personaje controvertido que ejecutaba las decisiones del propietario sin miramientos. Su salida propició el nombramiento de un presidente, Khojama Kalimuddin, que ni fue presentado como tal en acto público en Valencia, y el paulatino regreso de Layhoon Chan a las oficinas de Micer Mascó.

Peter Lim sacrificaba así a Anil Murthy, en una decisión con tintes de lavado de imagen. En los meses anteriores, el valencianismo había comenzado a movilizarse a través de plataformas como LibertadVCF, De Torino a Mestalla o Espíritu 86 y, unos días antes del relevo, la afición protagonizó una imagen que dio la vuelta al mundo: miles protestando en los aledaños del estadio mientras el Valencia despedía la temporada contra el Celta con Mestalla semivacío. Un año después, a pesar de todos los cambios ejecutados en la cúpula de gestión y el efecto llamada de la contratación de Gattuso, la imagen de un Mestalla desértico no se ha repetido porque los aficionados no han querido dar la espalda al equipo jugándose la salvación.

Panorámica de Mestalla, casi vacío, con las calles repletas de aficionados protestando contra la gestión.
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Panorámica de Mestalla, casi vacío, con las calles repletas de aficionados protestando contra la gestión.ALBETO IRANZODiarioAS

Layhoon Chan regresó a Valencia con el propósito de reconducir la relación con los aficionados y encauzar una solución para el tema del Nuevo Estadio. Un año después de la salida de Anil Murthy, ni una cosa ni otra se ha resuelto e inclusive los males deportivos han ido en aumento. La descapitalización de la plantilla continúo con las salidas de Carlos Soler y Guedes, como auguraba Murthy en sus audios, y la ceguera del máximo accionistas se constató en el mercado de invierno, cuando no se reforzó un equipo que se veía que se iba hacia el pozo de la clasificación. Entre eso y su bloqueo, Gattuso tiró la toalla y otro paraguas de Lim roto.

A 30 de mayo de 2023, el Valencia llega a la última jornada de Liga con opciones de descender. Son pocas las probabilidades que tiene, apenas un 1%, y un cúmulo de resultados tienen que darse para que el club descienda por segunda vez en sus 104 años de historia. Pero solo llegar a la jornada 38 sin la permanencia asegurada, es un bochorno para su masa social, que repite como un mantra: “Si no es este año, será el que viene”.

El talante de Layhoon Chan nada tiene que ver con el de Anil Murthy, tampoco el ambiente que se respira dentro del club, aunque los problemas que arrastra la entidad siguen siendo los mismos. A Singapur viajaron hace unas semanas la presidenta, Javier Solís y Miguel Ángel Corona para tantear a Lim un ligero cambio de gestión, una mayor cuota de poder de decisión en la planificación deportiva, una constatación que con la salida hace un año de Murthy cambiaron las formas, pero no el fondo.