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CANTERA BLANQUIVIOLETA EN AS

Temporada para crecer y soñar

El Real Valladolid Promesas huye de la palabra ascenso y mira al desarrollo de sus talentos en el inicio del curso que comienza.

Actualizado a
El Promesas celebra un gol ante el Coria.
Real Valladolid

Después del aplazamiento de la primera jornada, que obligó a cambiar los planes y alargar una semana más la pretemporada del Real Valladolid Promesas, el filial blanquivioleta comienza el curso acompañado de un tabú y un mantra: el ascenso es, si acaso, un sueño al que nadie se refiere en voz alta; la prioridad es formar y elevar el nivel de los jóvenes talentos hasta acercarlos al primer equipo con independencia de que vayan a militar en la Segunda RFEF.

Al respecto de la categoría, aunque se hayan establecido dos escalones más entre los equipos, no hay dudas siempre y cuando exista desarrollo en los jugadores que por segunda campaña seguida dirigirá Julio Baptista. Los ejemplos más próximos, dentro de Los Anexos, son Iván Fresneda y Roberto Arroyo; el primero, asentado con Pacheta después de dar el salto el pasado enero al primer plantel, y el segundo, debutante nada menos que en el Camp Nou.

La creencia que existe en el seno del club es que dónde milite no es tan importante como el modo en que evolucione el jugador, algo que, por otra parte, se ha visto este mismo inicio de temporada en Osasuna con Aimar Oroz, el año pasado en Segunda RFEF con el filial de Osasuna, o con los minutos de que ha dispuesto en el Valencia, primero con Bordalás y ahora con Gattuso, el central Cristhian Mosquera, jugador de 2004 y todavía juvenil, como Fresneda o Chuki.

Con estas premisas, nadie quiere hablar de ascenso, o desde luego no aún; será el devenir de la competición el que marque dónde estará a nivel clasificatorio un Promesas que, de hecho, ha redundado en la apuesta por la juventud. No en vano, todas las incorporaciones, contando los futbolistas que vienen de estar cedidos, son jugadores nacidos en los años 2001 y 2002. En este línea, solo habrá un jugador sub’23, Mikel Carro, a quien finalmente no se le encontró equipo.

Pero el talento está ahí, y por eso, aunque no exista exigencia, cabe soñar con realizar un buen papel, etiqueta abstracta y que irá de la mano también del crecimiento de los jugadores. Por lo pronto, la pretemporada fue buena en resultados y sensaciones, cosechando el filial seis victorias consecutivas y desplegando un fútbol que se ajusta a la idea de Baptista. Contando solo a los equipos de Primera y Segunda RFEF, el bagaje es de dos triunfos, un empate y una derrota.

Con todo, la plantilla del entrenador brasileño cuenta con diez novedades: cuatro fichajes (Víctor Rofino, Alberto Quintana, Manu Pozo e Iván Cédric), tres retornos tras cesión (Iker Pérez, Adrián Gómez y Adrián Carrión) y tres promociones del División de Honor (Frimpong, João Pedro y Garri, que alternará), además de con el asentamiento definitivo de Aceves, Torres, Chuki, Maroto y Arroyo, que, como Fresneda, tuvieron minutos el pasado curso en la Primera RFEF.