Tango, Oblak y unocerismo
El portero conserva con una ‘parada milagro’ al final el 1-0 de Almada, tras gran jugada de Giuliano, para la victoria del Atleti ante Osasuna.
Regresó el Atleti del mate y el tango, el Atleti argentino. El Atleti de casa. El del Metropolitano y el 1-0. Aunque costara, aunque se atragantara un rato largo un gol que fue-pero-no y Osasuna apretara al final con un disparo a bocajarro de Budimir que el portero espantó con el pie, en otro de sus milagros. El Atleti volvió a sumar de tres en tres para volver a dormir en Champions.
En Champions en la 9ª jornada por primera vez esta Liga, tras un duelo ante Osasuna que comenzó con los jugadores estatua como en el resto de campos, poniendo a los aficionados siempre por delante de los clientes, y a los diez minutos tenía a Simeone gesticulando con vehemencia. “No, no”. Se leía en sus brazos y labios. De Burgos Bengoetxea acababa de anular un gol de Baena, tras un pase de fantasía de un Julián al que le sienta divina la piel del mediapunta. Pero hubo llamada de VAR porque, cuando el primero rompía al desmarque, Grizi estorbaba a Boyomo, impidiéndole ir al corte. Tampoco hubiera llegado, eh.
Osasuna había salido en versión fuera de casa, encogido y solo fiado a los balones en largo. Budimir jugaba pero como si no, siempre tan lejos del área: los cinco defensas de Lisci disponibles, los cinco eran titulares. Un sistema espejado por el Cholo, con Llorente y Nico de carrileros y Le Normand, Hancko y un Giménez de regreso cuatro meses después, en línea de tres. Simeone entregaba las llaves del fútbol a Koke y la dupla en la que tanto confía: Barrios-Baena.
El Atleti pareció digerir enseguida ese-gol-que-al-final-no-fue. A los seis minutos le obligaba a Herrera a hacer su primera gran parada en la noche, con reflejos y un manotazo por bajo para evitar el gol en un disparo raso del francés. Pero en realidad aquel-gol-que-fue-y-ya-no-estaba se atoró. Las piernas, de plomo. Los cuerpos, pesados. Los balones, lentos. Y Osasuna que se atrevió a sacar la nariz de la cueva y echarse al monte hasta alcanzar la hierba de Oblak. Y lo hizo, claro. Víctor Muñoz acarició el gol tras desembarazarse de Le Normand, pero su disparo se fue desviado.
Osasuna había cerrado sus pasillos para introducir al Atleti en un laberinto que nunca finalizaba ante Herrera por mucho que Baena le pusiera picaresca. El descanso llegó con el 0-0 y sin Rosier (lesionado muscular) y Nico (aturdido tras un golpe de cabeza con Torró). Por el primero entró Iker Benito, extremo, porque Lisci, lo dicho, no tenía más defensas; por el segundo, Giuliano, suplente de inicio.
Regresó el Atleti con más chispita, movimientos y presencia pero Griezmann siempre en fuera de juego. Herrera seguía solventando con eficiencia ante cada acercamiento rival, ya de Barrios, ya de Llorente, sin temblar. Ante Julián sacó un pie prodigioso para evitar el gol. En ese momento, los de Lisci habían dado tantos pasos atrás que estaban de nuevo en la cueva. El Atleti, ordenado ya 4-4-2, tenía en el campo a Sorloth y Gallagher por Koke y por Grizi. El gigante, sin tino, amenazaba al menos con su altura, Barrios fluía y Llorente pisaba más área y que Llorente pise más área siempre es bueno. Se ha convertido en el hombre para todo en el Atleti. Tan pronto te habla de biología como te desarbola en tres zancadas. Puro generador de energía, como la de un Giuliano capaz de levantar partidos con solo echar a correr.
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Como en ese momento. El 69’. Cuando Almada, también de regreso en partido oficial, llevaba apenas seis minutos en el campo y Osasuna acababa de enseñar la patita, en una ocasión triple que comenzó con un cabezazo venenoso de Budimir y siguió con dos rebotes. Giuliano recibió de Barrios, quebró a Bretones y aceleró para alcanzar la línea de fondo e intuir que Almada se incorporaba desde atrás. Y allá que le envió esta pelota. Como un regalo al que quitarle el lazo era sencillo. Solo había que patearla para convertirla en gol, Herrera vencido. Así hizo. 1-0 y de libro. Porque, después del tango, vino Oblak. Osasuna se volcó y tuvo la bala de Budimir pero se topó con el pie embalsamado de este portero que también gana partidos. Con esas paradas que son como goles.
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- 13 Oblak
- 17 Hancko
- 2 Giménez
- 14 Marcos Llorente
- 24 Le Normand
- 23 Nicolás González (42')
- 10 Álex Baena (62')
- 8 Pablo Barrios Rivas
- 6 Koke (53')
- 19 Julián Álvarez (81')
- 7 Griezmann (54')
- Banquillo
- 1 Juan Musso
- 22 Giacomo Raspadori (81') SC
- 9 Sörloth (54')
- 11 Thiago Almada (62')
- 20 Giuliano Simeone (42')
- 21 Javi Galán
- 3 Matteo Ruggeri
- 16 Nahuel Molina
- 12 Carlos Martín
- 31 Salvi Esquivel
- 4 Conor Gallagher (53')
- 18 Marc Pubill
- 1 Herrera
- 5 Jorge Herrando (73')
- 22 Flavien-Enzo Boyomos
- 24 Catena
- 7 Jon Moncayola (84')
- 23 Abel Bretones
- 19 Valentin Rosier (40')
- 6 Lucas Torró (73')
- 17 Ante Budimir -
- 14 Rubén García (62') -
- 21 Víctor Muñoz (84')
- Banquillo
- 16 Moi Gómez (62')
- 13 Aitor
- 9 Raul García de Haro (73')
- 8 Iker Muñoz (84') SC
- 2 Iker Benito (40')
- 29 Asier Osambela
- 18 Sheraldo Becker (84') SC
- 11 Kike Barja (73')
Cambios
Iker Benito (40', Valentin Rosier), Giuliano Simeone (42', Nico González), Conor Gallagher (53', Koke), Alexander Sørloth (54', Antoine Griezmann), Moi Gómez (62', Rubén García), Thiago Almada (62', Álex Baena), Kike Barja (73', Lucas Torró), Raúl García (73', Jorge Herrando), Giacomo Raspadori (81', Julián Alvarez), Iker Muñoz (84', Jon Moncayola), Sheraldo Becker (84', Víctor Muñoz)
Goles
1-0, 68': Thiago Almada
Tarjetas
Arbitro: Ricardo de Burgos Bengoetxea
Arbitro VAR: Jorge Figueroa Vázquez, Pablo González Fuertes
Koke (29',Amarilla), Catena (65',Amarilla), Raul García de Haro (80',Amarilla), Flavien-Enzo Boyomos (89',Amarilla)
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