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Pablo Machín, un técnico de Primera para buscar el milagro

El entrenador soriano, de 47 años, regresa a España después de sus dos aventuras en Arabia Saudí y tres experiencias aciagas en Sevilla, Espanyol y Alavés.

Actualizado a
Pablo Machin, entrenador del Espanyol
Eric AlonsoGetty Images

El Elche CF se ha tomado su tiempo para decidirse por el entrenador al que encomendará la dificilísima tarea de tratar de mantener la categoría. Pablo Machín ha sido el elegido. El mismo técnico en el que pensó Christian Bragarnik hace un año, tras la destitución de Fran Escribá, pero que al final se echó para atrás por el deseo del técnico de cumplir su contrato con el Al-Raed de Arabia Saudita. Ese paso atrás permitió el fichaje de Francisco Rodríguez.

Pablo Machín (Soria, 1975) cuenta con una dilatada experiencia como entrenador en Primera y Segunda División. En la categoría de plata tuvo un papel destacado en el Numancia de Soria, donde jugó como lateral derecho hasta que una lesión en la rodilla le obligó a la retirada, y en el Girona, equipo al que ascendió a la máxima categoría y luego logró mantenerlo en la élite.

Tras seis temporadas consecutivas en Segunda División que culminó con el ascenso del Girona, mantuvo al equipo catalán antes de fichar por el Sevilla. Inició bien aquella etapa, pero el equipo andaluz fue desinflándose hasta que fue destituido en la jornada número 27. Tampoco terminó las dos siguientes campañas en el Espanyol y en el Alavés de Vitoria. Las tres últimas experiencias inacabadas propiciaron su salida de LaLiga para probar suerte y apostar por el dinero del Al-Ain y Al-Raed de Arabia Saudita.

Un sistema definido

Pablo Machín es fiel a un sistema muy definido, con tres defensas centrales. En ataque apuesta por el 1-3-5-2 y en defensa por un 1-5-3-2. Este esquema responde al perfil de la plantilla con la que se definió el proyecto de esta campaña. El papel de los carrileros es fundamental en este dibujo, así como el de los dos volantes que juegan por delante del pivote defensivo y con el que busca generar superioridad numérica en el centro del campo. En ataque siempre mantiene dos puntas, que pueden ser ambos referencia o uno más móvil por detrás del nueve de área.

Automatismos definidos

La mejor etapa de Pablo Machín la puso de manifiesto en el Girona, donde los automatismos del equipo estaban perfectamente definidos a la hora de buscar la salida de balón, con diferentes alternativas y sin encerrarse en un único método como sucedía en el caso de Jorge Almirón. Su idea siempre ha sido valiente y, en ocasiones, no renunciaba a encomendar las tareas defensivas al uno contra uno si era necesario por la salida que se le daba al juego ofensivo del equipo. Es un técnico que apela a la intensidad en cada duelo personal en el campo.

Una pretemporada y un mercado de invierno para mejorar

Pablo Machín tendrá a su favor un mes de preparación aprovechando el parón del Mundial Qatar 2022. En la mayoría de sus equipos, el sistema ha sido innegociable y tuvieron que ser los rivales los que se adaptaran a su juego y no al revés. Habrá que ver si en esta plantilla mantiene ese plan con el Elche colista y con jugadores que puede que no siempre encajen en su idea.

En el mercado de invierno tendrá que definir qué cosas hay que mejorar. De momento ha quedado claro que el centro de la defensa debe apuntalarse, así como los carriles y puede que los jugadores de la zona central.

Cercanía con el jugador

No es un técnico excéntrico, si bien en el vestuario se le ha conocido por ser un entrenador serio y cercano. Con el paso de los años ha ido moldeando su manera de gestionar el vestuario. Es un entrenador de presencia y carácter, aunque no es un ‘psicólogo’. Mucho tendrá que mejorar en eso para poder reflotar el ánimo de un equipo que se marchó hundido y al que aún le queda, al menos, una última bala para intentar obrar el milagro de la permanencia.