Oblak contiene a Fantásticos
El esloveno acaba con ocho paradas en el Bernabéu. Cada vez más enfocado en el sexto Zamora. Ya fue clave en París y Barcelona.
Cuando el Madrid más apretaba, volvió a engrandecerse la figura de Oblak. El esloveno había sido mero espectador durante la primera mitad, pero en la segunda le tocó actuar. Y de nuevo fue resolutivo. No pudo hacer nada para evitar el gol de Mbappé, con un remate en el área pequeña tras el rechace de Giménez, pero sí repelió ocho ocasiones del Madrid para dejar las tablas en el marcador.
Alguna de ellas muy claras. Fundamental para detener a Mbappé en el último minuto de partido achicando espacios. También a Vinicius en un remate que su palmeo con la punta de los dedos evitó el 2-1. A Bellingham, a Rodrygo con una falta que se envenenaba y se complicaba enormemente... todo el ataque local acabó sucumbiendo ante sus guantes.
Oblak continúa en su pelea por el Zamora. El mejor portero de la competición. Ha encajado 15 goles en 22 partidos (y Musso dejó la puerta a cero en San Mamés). El esloveno aspira a su sexto trofeo, algo que no ha conseguido ningún guardameta en la historia de la competición (está empatado a cinco con Víctor Valdés y Ramallets). Vuelve a vivir un gran momento de forma y a responder en escenarios grandes, como hizo en París (otras ocho paradas) y en Monjuïc (seis). Dejó seis también en San Sebastián y cinco en Mallorca. El muro Oblak.
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