“Mi mejor título es ser sevillista y en Sevilla hay que mamar”
El técnico utrerano recibe el II Banquillo de Oro en un emotivo acto con Ramos, Navas... “Confieso que pude haber cometido adulterio, jugar en el Betis”.
Joaquín Caparrós Camino recibió este martes el II Banquillo de Oro Ramón Encinas, distinción con la que el Sevilla premia a los mejores entrenadores de su historia. Caparrós es el técnico con más partidos oficiales del club nervionense, 241, y también el que más victorias (111) ha logrado hasta la fecha.
Vicente Jiménez, director de AS, entregó a Caparrós una portada conmemorativa de la fecha. También lo hizo Roberto Gómez en representación de Marca. El Comité de Entrenadores también quiso tener un reconocimiento con la trayectoria del entrenador utrerano.
Visiblemente emocionado, Joaquín dio las gracias por el premio: “He intentado entrenarme para este acto y todo lo que iba a vivir aquí. Pero para esto es imposible prepararse. Que el club al que amo me entregue el Banquillo de Oro es algo inolvidable. En el cielo me imagino a mi padre en el tercer anillo. Todo se lo debo a mi padre. Confieso que pude haber cometido adulterio, él me lo impidió. Hice una prueba con el Betis siendo infantil y me cogieron. Pero mi padre me dijo que si bajo su techo había un futbolista tenía que ser del Sevilla, y llegué a jugar en infantiles. Cómo me hubiera gustado, papá, que me hubieras visto en el Sánchez-Pizjuán. También veo en el cielo a mi madre Carmela y a mi hermano Antonio, que me llevaba a entrenar a Marqués de Contadero. Y veo a mi queridísimo Roberto Alés, que me dio la ocasión de entrenar al Sevilla. Fuiste más que un presidente para mí”.
“En el cielo contemplo a esas dos zurdas que hice debutar en Primera, Antonio Puerta y José Antonio Reyes. Nunca olvidaremos al mejor jugador que Utrera dio jamás. Mi sueño era ser futbolista del Sevilla, tuve que marcharme por el trabajo de mi padre a Madrid. Pero estando cedido por el Madrid me rompí la rodilla con el Zamora, lo tenía hecho para jugar aquí. Y por eso me hice entrenador. Entrenar al Sevilla es lo más grande que me podía pasar pero dirigirlo varias veces y clasificarlo para Europa cuatro veces es más que un sueño. Me hierve la sangre roja y quise que todos los jugadores que dirigí sintieran igual. Pasamos de Segunda a Europa en un lustro maravilloso. Éramos una banda, dentro y fuera del campo. Todo esto ha prescrito. Éramos un equipo guerrero, que no se arrugaba jamás. Mención especial a Javi Navarro y Pablo Alfaro, que dio sus primeras lecciones al mejor central del fútbol español, Sergio Ramos, y para Jesús Navas... (...) Mi mejor título me lo dio mi padre, es ser sevillista. Y en Sevilla hay que mamar”, concluyó Caparrós.
El Athletic, al que Caparrós entrenó durante cuatro temporadas (2007-2011) y con el que llegó a una final de Copa, estuvo representado in situ a través de su presidente Jon Uriarte y el mítico José Ángel Iribar. También el Deportivo y el Villarreal. Al acto asistió la plana mayor de la entidad, numerosos exfutbolistas que han coincidido con el utrerano y leyendas de fútbol español como Iribar, Sergio Ramos y Jesús Navas. A los dos últimos, campeones del Mundo, los hizo debutar en Primera División el propio Caparrós. Ambos le dieron las gracias: “Como capitán y como sevillista te doy la gracias en nombre de todos los canteranos, por el cariño y la confianza. También hubo momentos difíciles y tú estuviste ahí. Es mi cumpleaños hoy y qué mejor regalo celebrarlo contigo. Muchas gracias, te lo mereces de corazón”.
“Deberíamos ampliar el salón porque la grandeza de Joaquín lo merece. El banquillo de Oro no es para cualquiera, si alguien lo merece es usted. En el fútbol como en la vida una de las cosas más valiosas son las oportunidades. Gracias por apostar por mí. Usted siempre fue un visionario, siempre creyó en los canteranos. Te considero un padre deportivo más que un entrenador. Hemos caminado juntos y tengo que agradecerte todo lo que he ganado. Hablar de Caparrós es hablar de sinceridad, de valores, de códigos de vestuario que quizá en el fútbol actual se pierden un poco. Si hoy día me tuviera que quedar con un solo entrenador me quedaba con usted. Puedo contar una anécdota: yo vivía en Camas y jugábamos amistosos los miércoles. Usted me convocó, pinchamos el Ford Fiesta desde Camas con mi padre y llegamos tarde un minuto. El equipo salía a menos cuarto y me crucé con el bus. Usted dijo que el bus no esperaba a nadie y tuve que ir 40 minutos detrás. No priorizaba a nadie y una de las claves es la humildad”, dijo con emoción Sergio Ramos.
El presidente José Castro también elogió su figura: “Esto está repleto, porque algo grande ocurre aquí. Caparrós es uno de los nuestros y ha tenido la ocasión de demostrar que es Sevilla Fútbol Club. Después de Manolo Cardo sólo podía venir Joaquín Caparrós, pues ambos encarnan virtudes muy similares. Joaquín formó un equipo que hizo historia para primero consolidar al Sevilla en Primera y luego lograr clasificar al equipo para la Copa de la UEFA, algo que para nosotros era como tocar el cielo. Después de predicar su sevillismo y forjar su leyenda en muchos sitios, en abril de 2018 volvió a servir como siempre al Sevilla. Logró 10 de 12 puntos posibles y logró clasificarse para la Europa League. Y de ahí a los despachos. También arrimó el hombro como director deportivo. Con el Sevilla, lo que hiciera falta. Un año después volvió a repetir y a meter al equipo en competición europea. Caparrós siente el Sevilla, como lo sentía su padre. Pero sobre todo es un entrenador de éxito, un profesional excelente que siempre entrenó al Sevilla con éxito. Nadie más que tú merece este Banquillo de Oro. Enhorabuena”.
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