La semana loca del Atlético
El club rojiblanco se ha convertido en protagonista del mercado de fichajes. En las últimas horas incorporó a Pubill y Hancko, dio la baja a un histórico como Saúl, negocia la salidas de Nahuel y Lino...
El Atlético ha animado el mercado de fichajes en estos últimos días y está viviendo una semana loca en este sentido. Unas horas en las que ha incorporado jugadores como Pubill y Hancko, ha roto su vinculación con un jugador histórico en el club como Saúl y sigue negociando la salida de futbolistas como Nahuel Molina o Lino. La de De Paul se da por segura, aunque falta terminar de concretarse con el Inter Miami.
De locos. Una actividad frenética en una dirección deportiva que ha logrado en el inicio de los entrenamientos reformar de una manera importante el panorama de la plantilla 25-26. Quizá por ello hay que recordar que Simeone tenía 23 jugadores a su disposición en el pasado ejercicio. Se han producido seis bajas: Azpilicueta, Witsel, Reinildo, Riquelme, Correa... y De Paul, aunque hay que hacer oficial su pase al fútbol de Estados Unidos.
Nahuel Molina y Lino podrían salir. El brasileño está entrenando estos días en Los Ángeles de San Rafael con los canteranos, algo inequívoco de que no cuenta para Simeone. Por lo menos de inicio. Aunque el sistema de cinco defensas (con carrileros en las bandas) le favorece. Veremos lo que sucede en los próximos días con ellos dos. La salida de alguno de ellos podría suponer la llegada de algún futbolista. Lookman, del Atalanta, es un viejo sueño rojiblanco. Pero no llegará nadie más si no hay salidas. Cerezo daba por cerrada la plantilla en la cena segoviana en José María. De momento. Parece increíble, pero falta un mes hasta el cierre del mercado.
En la rampa de salida también está Lemar, por el que preguntó el Lyon. Su futuro está en Francia, ya que lleva mucho tiempo sin jugar con asiduidad. ‘Tom’ es un jugador querido dentro del vestuario, un futbolista de una gran calidad, aunque el ritmo de juego que impondrá Simeone se antoja complicado para él.
La lista de altas es la siguiente: Pubill, Hancko, Ruggeri, Cardoso, Almada y Baena. Seis jugadores jóvenes, con hambre, con presente... y futuro por delante. El Atlético ha rejuvenecido la plantilla y ha cambiado la dinámica del equipo. En los entrenamientos se ve mucha juventud, caras nuevas, ganas de aprender los métodos del Cholo... El Atlético no parece ese equipo cansino que acabó la temporada.
En los últimos días el Atlético incorporó a Pubill y a Hancko. Pubill fue la primera opción rojiblanca para reforzar el carril derecho. El club tenía un acuerdo con Osasuna por Areso, aunque finalmente se rompió y acabó yendo al Athletic. El fichaje de Areso era algo más económico que el de Pubill, por el que el Atlético acabará pagando 12 millones fijos más variables. El internacional Sub-21 es un jugador que seguía la dirección deportiva rojiblanca y el Atlético terminó de hacer ese último esfuerzo económico para ficharlo. Por el camino quedan las historias entre Athletic, Osasuna y Atlético.
El primer objetivo en defensa fue Cuti Romero. El jugador quería venir, habló una y mil veces con el Cholo, pero el Tottenham se mostró inflexible en este asunto. Y el Atlético llegó un momento en el que entendió que no podía seguir esperando al zaguero argentino. El plan B eran Hincapié o Hancko, con un par de tapados. La posibilidad de que el defensa eslovaco llegara se esfumó en un primer momento ante su fichaje por el Al Nassr. No terminó de concretarse, el jugador llamó al Atlético para decirle que hiciera un último esfuerzo para pelear por él... mientras se negociaba el fichaje de Renato Veiga. Al final llega Hancko, que firmará por cinco años y el Atlético pagará alrededor de 30 millones. Los rojiblancos tienen a un defensa también de su gusto, curtido, veterano pero no mayor, polivalente...
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Simeone podrá trabajar desde el principio con todos sus jugadores. Bucero, criticado por la falta de fichajes, ha tenido mucho trabajo. Cerezo y Gil Marín se han gastado el dinero que la afición del Atlético exigía. Le toca a Simeone. El técnico no podrá tener queja. Y seguro que sus dirigentes querrán darle alguna última alegría.
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