“Ganar en el Bernabéu sería dar un golpe en la mesa”
Nacidos con apenas 40 días de diferencia, Sebastián Losada y Alfredo Santaelena, primero rivales, acabaron jugando juntos en el Atlético. Ambos repasan el derbi...
Fueron rivales y acabaron siendo compañeros. Alfredo Santaelena y Sebastián Losada nacieron, en 1967, con cuarenta días de diferencia, ambos madrileños, pero uno colchonero de cuna y otro madridista por vocación, a pesar del año que vistió de rojiblanco. El centrocampista, ahora entrenador del Toledo, conquistó tres Copas, dos con el Atleti y una con el Dépor, y Losada, pichichi en un Mundial juvenil y debutante con el Madrid a los 17 años, logró dos, una en cada trinchera de la capital, aunque en su temporada en el Calderón lució poco. Alfredo, corazón obliga, nos cita muy cerca del Metropolitano antes del duelo del Bernabéu.
—¿Cuánto tiempo hacía que no se veían?
—Alfredo: Hace unos diez años, en un evento. Ya ha llovido. Es un lujo poder coincidir de nuevo y recordar viejos tiempos.
—¿Cómo recibió el vestuario del Atleti a un madridista?
—A: Era el verano del 91 y a Sebas lo acogimos muy bien. En el Atleti se recibe bien a todo el mundo. Éramos buena gente. Se integró muy bien desde el principio. Schuster, que ha estado en los tres grandes, suele decir que en el vestuario que mejor se ha sentido es en el del Atleti.
—Losada: Es cierto. Cuando me presenté se jugaba un partidillo entre nosotros. Yo salí con unos calcetines blancos, como hacía cuando entrenaba en el Madrid, y Juanma López me dijo: “¿Dónde vas así? Mejor ponte espinilleras”. ¡Y era un entrenamiento! Ese fue mi primer día de rojiblanco (risas).
—Alfredo, su fichaje por el Atleti fue curioso…
—A. ¡Y tanto! Era un partido amistoso, yo jugaba en el Getafe. Jesús Gil bajó al vestuario al acabar y yo estaba en la ducha. Me avisaron, salí con las chanclas y una toalla y me dijo: “En el campo parecías más grande. Mañana pásate por las oficinas y firmamos tu contrato con el Atleti”.
—¿Y Losada por el Sevilla?
—L. Había acabado mi etapa de colchonero y mi padre escuchó que el Sevilla buscaba un delantero. Como no tenía representante, él mismo llamó a Rosendo Cabezas, que era el manager general del club. Me llamaron y firmé.
—Eclipsó su llegada un tal Maradona…
—L. Sí. Diego llegó un poco más tarde que yo. Me impresionó por lo estupendo que era como persona. De futbolista poco se puede decir. Era antológico.
—¿Mejor que Messi?
—L. Messi es impresionante, pero ver jugar a Diego era como ver pintar a Picasso o a Federer jugar al tenis. Hacía cosas casi imposibles con una facilidad increíble.
—A. Para mí, es el mejor de siempre. Nivel Dios.
—Cristiano dice que el mejor de la historia es él…
—A. Y lo dice convencido. Ha sido de los más grandes, pero en mi opinión, ninguno como Diego.
—L. Me parece lógico que lo diga. Cuando tú disputas el puesto con otro compañero piensas que eres mejor que él. A su nivel, Cristiano cree que está por encima del resto.
—Losada explotó muy joven, vivió deprisa y se retiró con 27 años…
—L. Sonará raro, pero el día que debuté con la Selección decidí que lo dejaba. Llevaba unos años sin mucha continuidad, con demasiados altibajos y tomé esa decisión.
—¿Nunca se ha arrepentido?
—L. Sólo cuando he ido a jugar alguna pachanga y he sentido el olor a hierba. Es algo evocador que te remueve por dentro, pero nunca más tuve contacto con el fútbol profesional. Me dediqué a ejercer como abogado.
—En el caso de Alfredo es todo lo contrario…
—A. En 2002, jugando en el Pegaso, echaron al entrenador y el presidente me propuso hacerme cargo del equipo. Acepté y pasé de jugador a técnico de un día para otro. Me estrené con un 2-6 a favor. Desde entonces no he dejado de entrenar ningún año.
—Cuenten una anécdota de los derbis...
—A. La final de la Copa del 92 ante el Madrid en el Bernabéu. Luis Aragonés estaba explicando la táctica en la charla y de repente se cabreó y empezó a decir: “Esto no vale para nada. Estoy harto de perder contra el Madrid. Hay que salir y dejarse los coj…” Y ganamos 0-2 con goles de Schuster y Futre. Fue mi primer título de los cuatro que gané y todos fueron en el Bernabéu.
—L. Yo siempre he marcado en los derbis que he jugado. Me quedo con el lío de Futre y Buyo en la 88-89 que acabó con expulsión de Orejuela. Estaba calentando en la banda y me quedé impactado con lo que vi.
—Volvamos al presente. ¿Se está calentando demasiado el derbi?
—L. Esto ha pasado siempre. Todos los años surge alguna historia propia del pique entre los dos equipos. No veo que sea algo demasiado extraño.
—A. Es lo que tiene la rivalidad. En el campo matas por tus colores, pero yo con jugadores del Madrid como Sanchís, Chendo o Martín Vázquez siempre tuve una relación excepcional.
—¿Soto Grado, el árbitro, saldrá muy presionado?
—L. Tiene que estar preparado. En un derbi siempre hay presión y sabe lo que hay en juego.
—A. Los árbitros ahora tienen una ventaja, que es el VAR, pero es ilógico que no saquen partido de una herramienta tan buena. Lo de Mbappé con el Espanyol lo vio todo el mundo, pero no sólo le pasa al Madrid, ocurre muchas veces y a muchos equipos. No entiendo cómo se pueden equivocar tanto. Además, es malo que el árbitro de VAR quite autoridad al de campo y con tanto cambio de normas están quitando al fútbol su esencia. No se puede anular un gol por un fuera de juego de una uña.
—¿Los árbitros perjudican al Madrid?
—A. Yo sigo creyendo en la honestidad de los árbitros. Los grandes, Real, Barça y Atleti, son los que menos motivos tienen para quejarse.
—L. Intentan hacerlo lo mejor posible, pero muchas veces no les sale bien, incluso con el paracaídas del VAR. Lo de las cartas y comunicados no creo que beneficie.
—¿Qué puesta en escena esperan?
—A. Yo espero a un Atleti atrevido, como viene siendo esta temporada, presionando alto y siendo agresivo. Debe intentar aprovechar la debilidad defensiva del rival por las bajas. No puede hundirse como otras veces. Es cierto que el Madrid te puede vacunar por el potencial que tiene arriba, pero el Atleti tiene que ser valiente esta vez porque el estado de forma es buenísimo, el juego mejor que nunca desde que llegó Simeone y la plantilla es la mejor de la historia reciente. Ganar en el Bernabéu supondrá dar un golpe importante encima de la mesa.
—L. Sería un error que el Atleti no saliese como dice Alfredo, pero también creo que si el Madrid en ataque está fino la puede liar parda. El potencial ofensivo puede compensar las dudas atrás porque tiene cañones arriba.
—¿Qué jugador puede ser más determinante?
—L. Yo apuesto por Mbappé. Es un futbolista impresionante, de los pocos que me hacen vibrar de verdad.
—A. Me la juego por Julián Álvarez. Ha caído de pie en el Atleti y transmite confianza. Ojo también con Giuliano porque el equipo cambió desde que él tuvo continuidad.
—¿Y una predicción?
—L. Un 2-1 para el Real Madrid.
—A. Mejor 1-2. El que pierda paga una comida...
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