Barça-Osasuna, el 27 de marzo; Araújo y Raphinha no llegan

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ya ha encontrado fecha para el Barcelona-Osasuna suspendido el pasado 8 de marzo a causa del fallecimiento del doctor del club blaugrana, Carles Miñarro: el 27 de marzo. Así lo ha decretado el Juez Único de Competiciones Profesionales de la RFEF, José Alberto Peláez. El anuncio se ha producido a través de una resolución que no estipula ningún horario para el encuentro, ya que esa cuestión es competencia de LaLiga.

La nueva fecha, eso sí, no convence ni a Barcelona ni a Osasuna. Ambos clubes, según pudo saber AS, presentarán un recurso en el plazo estipulado de 48 horas para tratar de encontrar otro día para disputar el encuentro. El motivo es que justo termina la fecha FIFA y no podrían contar con varios internacionales como Raphinha o Ronald Araújo, que juegan en el continente americano el martes 25 un Argentina-Brasil y un Bolivia-Uruguay, respectivamente. No tendrán tiempo para poder disputar este partido. A Osasuna le sucede lo mismo con Boyomo y su convocatoria con Camerún. Aun así, el Juez único de Competiciones ha fijado ese 27 de marzo como la fecha del partido. “No somos ajenos a los inconvenientes inherentes a que el partido en cuestión se dispute el próximo 27 de marzo, especialmente para los jugadores que disputan partidos internacionales que deban soportar grandes distancias para su regreso, lo cual afecta especialmente a dos jugadores de la primera plantilla del F.C. Barcelona, y a otros dos del C.A. Osasuna, pero ello es consustancial con la densidad de los calendarios deportivos, y son situaciones extraordinarias, devenidas como consecuencia de otra que también lo fue, como resultó ser el fallecimiento del Doctor miembro del Staff del F.C. Barcelona”, expone.

Osasuna, además, podría sufrir un nuevo cambio de calendario con esta fecha ya que tenían programado su partido de esa semana frente al Athletic en San Mamés para el viernes 28 de marzo a las 21:00h y también tiene la intención de recurrir. Ambos clubes mostraron preferencia por jugar el partido entre la penúltima y la última jornada de Liga. De hecho, el Fútbol Club Barcelona también ha anunciado que recurrirá la fecha anunciada.

El peligro del 21 de mayo

En la resolución, se hacen públicas las propuestas de fechas de cada club. Osasuna planteó en su escrito varias posibilidades que tampoco le han sido concedidas: el fin de semana de la final de Copa si el Barça no estaba (26-27 abril), 7-8 de mayo si el Barça llegaba en Copa pero caía en Champions o en una fecha entre el 18 de mayo y el 25 de este mismo mes, aunque señala la inconveniencia al ser una fecha entre las jornadas 37 y 38. Dado que hay tres puntos en juego a falta de solo tres por jugar para el resto de equipos, cualquier resultado podría definir posiciones de manera definitiva en LaLiga. Incluso, el campeonato.

El Barcelona reclamó que ese periodo entre la jornada 37 y 38 sería el ideal y se justifica en jurisprudencia previa (un partido de la 16/17 entre Real Madrid y Celta que se jugó entre la 37 y la 38), además de argumentar que no afectaría a la competición en demasía. “Entiende el F.C. Barcelona que, de adoptarse la celebración en esas fechas, la medida garantizaría la finalización de la competición de una manera más justa ya que, todos los equipos, tendrán pleno conocimiento de las potenciales repercusiones en la clasificación final con la suficiente antelación, y que, el impacto en la equidad de la competición quedaría minimizado”, cita la resolución de la RFEF sobre la exposición de la entidad blaugrana. Sin embargo, la postura del Juez, ratificada en su resolución, resulta diametralmente opuesta y discrepa del criterio que se aplicó en la temporada 2016-17. “Trasladar este partido a la penúltima jornada, sin duda puede generar desventaja e incertidumbre competitiva, siendo perjudicial para todos los equipos implicados, y por ende, a los principios y valores de la propia competición”, justifica.

En segundo lugar, el Barcelona pidió como posibles fechas el 27 de abril, si el equipo no se clasifica para la final de Copa, o el 29 o 30 de abril, si cayera tanto en Copa como en Champions League. Ambas opciones también han sido desestimadas.

En defensa de su resolución, el Juez Único de Competiciones se agarra a la jurisprudencia de esta misma temporada en la que obligó a la Real Sociedad a jugar un partido de Copa del Rey un jueves tras una fecha FIFA. Esgrime también que el recurso presentado por la Real fue rechazado. También asegura que hay un acuerdo entre Liga y RFEF sobre que la fecha ya definida en esta resolución sea en la que se juegue y que esta sentencia se considera la más justa para la totalidad de los equipos de la competición. En su opinión, “la celebración del encuentro lo antes posible garantiza que las condiciones en las que se dispute sean, dentro de lo posible, lo más similares a las previstas inicialmente, mientras que demorar en exceso la fecha de su disputa, incluso podría dar lugar a situaciones indeseables para el Campeonato Nacional de Primera División, aumentando la posibilidad de que surjan factores externos que pudieran volver a afectar a su disputa”, asegura.

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