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ESPANYOL | MONO VARGAS

“Cuando el Espanyol no me citaba, ni veía los partidos, me encerraba”

Vargas desnuda su salud mental, que explica su gran año en Turquía: “Quizá no me cuidé tanto, pero he sido feliz para rendir”. “No sé si me quedaré en el Espanyol”, admite.

Actualizado a
07/11/19 PARTIDO EUROPA LEAGUE 
FASE DE GRUPOS GRUPO H
ESPANYOL  -  LUDOGORETS 
MATIAS VARGAS
GORKA LEIZADIARIO AS

Objeto de deseo de media Turquía, que lo ha visto explotar durante su cesión en el Adana Demirspor, donde se convirtió en el máximo asistente de la Superliga (13), Matías Vargas está de regreso al Espanyol. Se encuentra ahora mismo en el inicio del cuarto de sus cinco años de contrato, que pueden quedarse a medio camino salvo que convenza a Diego Martínez y que el club perico no priorice hacer caja con un futbolista que ha dado un cambio futbolístico, pero sobre todo mental.

“Seguramente el mercado de pases pueda ser movido para mí, no sé si me quedaré en el Espanyol o me iré, no sé qué pasará”, reconoce el propio Monito, en una extensa entrevista con el podcast Mente fría, de ESPN, en que desvela que pudo volver a Argentina, “pero se descartó”. “También tuve oportunidad de ir a un club muy grande de Brasil (Flamengo), pero no quería volver a Sudamérica”, admite, centrado en triunfar en Europa. “Necesitaba un lindo año en lo deportivo después de un par de años un poco duros”, digiere, sobre su préstamo en Adana. “Me encanta asistir, me encanta dar el último pase, estar hablando todo el día con Balotelli en el área”, añade.

Puestos a soñar, lanza Vargas: “Me gustaría jugar la Champions pero no con un equipo de los grandes, sino con uno chico que haga una temporada espectacular, de esas sorpresas que se dan. El heroísmo. Tengo una de esas fantasías de héroes”. Y abunda: “Jugar en un Espanyol la Champions… Me tocó jugar la Europa League, que para el Espanyol era muy grande y lindo, y lo vivimos de una manera hermosa, aunque luego quedó opacado porque fue el año que descendimos”. También le gustaría que “un añito” le entrenara Marcelo Bielsa, “entrar en esa locura. Cuando un tipo tiene literatura te convence, además de lo futbolístico que tiene”.

“Me gustaría jugar la Champions con un equipo chico... Tengo una de esas fantasías de héroes”

Vargas

De todos modos, prefiere mantener el volante los pies en el suelo. “Trato de vivir mi carrera al día, no imaginar mi futuro, si en dos años quiero estar en el Real Madrid o jugar la Champions con el Espanyol. Intento pensar qué voy a hacer mañana cuando me levante, no buscar el súper objetivo, porque si me enfoco en el ahora llegará tarde o temprano mi destino. Quizá un título, porque el año pasado gané el de Segunda División con el Espanyol y me pareció espectacular, lindo”, desgrana.

No en vano, tiene Vargas muy presente la salud mental, que ha tenido que cuidar especialmente a raíz de no jugar con asiduidad en el conjunto perico. “Cuando no me citaban en el Espanyol me costaba ver los partidos, de hecho no los veía porque sufría por no estar ahí”, desvela el jugador, quien explica que “en el Espanyol estuve bastante tiempo sin jugar, sin ganarme el lugar, en parte por mí lógicamente y no era del agrado de los técnicos. Yo me entrenaba al máximo, me mataba al máximo, me invitaban a un cumpleaños y me quedaba encerrado en mi casa para cuidarme y estar bien”.

Matías Vargas, la pasada pretemporada.
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Matías Vargas, la pasada pretemporada.Carlos MiraRCDE

“Ganar el título de Segunda División con el Espanyol me pareció espectacular”

Vargas

Y lamenta: “Empecé a perderme un montón de cosas, en Barcelona, con un grupo de amigos hermoso, me compré una casa quizá para vivir ahí el resto de mi vida… Y yo encerrado y sin disfrutar nada. Fui aprendiendo con ayuda psicológica a tomarme las cosas con más naturalidad, a dejar que fluya, a hacer mi parte y no querer hacer lo que no depende de vos. Así fui volviendo a mi mejor forma”.

Algo similar le sucedió con la selección argentina tras quedar fuera de la convocatoria para los Juegos Olímpicos. “En Tokio no vi ningún partido, ni se me pasó por la cabeza”, asume. “Tampoco intento soñar con eso, porque es frustrante, por mucho que sea el máximo asistente de la liga turca”, remacha, acerca del hipotético retorno a una lista de la albiceleste.

“Empecé a perderme un montón de cosas, en Barcelona, con un grupo de amigos hermoso, me compré una casa quizá para vivir ahí el resto de mi vida… Y yo encerrado y sin disfrutar nada”

Vargas

Reconoce el ‘Monito’ que, “cuando me encerraba jugaba peor que cuando más salía o trasnochaba. Para la mente del futbolista es clave. Quizá es uno de los años en que menos me he cuidado, por las comidas o porque en Turquía hay poco pescado. Quizá no he estado en mi mejor momento físico y sin embargo es uno de los años en que más he rendido, incluso físicamente: el año en que más he corrido, que mejores datos di en el GPS, no me he lesionado, ni he pasado por la camilla a hacerme masajes. Quizá no me cuidé tanto, pero he sido feliz para rendir”.

“En algún momento le he agarrado rencor al fútbol”

Vargas

“He tenido compañeros que estaban todo el rato subiendo fotos en el gimnasio, con fisio personal, y después los datos físicos eran una mierda. Se entrenaba y no se podía mover. Son formas de vivir el fútbol”, reflexiona Vargas, quien sentencia: “En algún momento en que he estado mal y no he jugado le he agarrado rencor al fútbol por el hecho de perderme tantas cosas”. Un odio que forma parte del pasado. Este lunes, sin ir más lejos, empezaba una nueva etapa.