Vargas tuvo cerrada su salida del Espanyol al Flamengo
La cesión del argentino, un activo sobre quien aún se mantiene una esperanza de futuro, se enquistó en enero y ahora el club la reactiva a toda máquina.
Avanza el mercado, se han sucedido la mayoría de los amistosos programados, que acentúan como es obvio virtudes y carencias de la plantilla, pero al club le falta una llave. Agotada la que permitió el fichaje de Sergi Gómez, del Sevilla, abre el Espanyol de par en par las puertas a uno de los grandes candidatos a salir para aligerar la masa salarial y afrontar nuevas incorporaciones. En esa puerta no hay otro nombre inscrito que el de Matías Vargas.
Con el asunto en vías de solventarse lo antes posible, el bloqueo hasta ahora en la situación del 'Monito' no era algo que viniera de este verano. Ni de ofertas de cesiones recientes del extranjero que el internacional argentino ha declinado, ni de clubes que se retiran voluntariamente de la puja sin haber siquiera entrado en ella, solo al preguntar –y obtener respuesta– sobre el alcance de su ficha, como el Leganés. La parálisis viene de lejos.
Concretamente desde el mercado de invierno, cuando según ha podido confirmar este periódico Vargas lo tuvo todo hecho para marcharse a préstamo al Flamengo. Fue en enero, el acuerdo entre clubes era total, contaba con el visto bueno de todas las partes, pero el internacional argentino dio marcha atrás en el último momento y prefirió quedarse, con el reto de convencer a Vicente Moreno para conseguir más minutos.
Curiosamente, el popular club brasileño había sido también uno de los muchos interesados en Vargas cuando todavía militaba en Vélez Sarsfield y apuntaba una enorme proyección, pero el 'Monito' se decantó entonces por dar el salto a Europa y, concretamente, apostó por un Espanyol que no presentaba la mayor oferta económica pero sí las mejores condiciones –eso creía en aquel momento, julio de 2019– para aposentarse en el fútbol de primer nivel.
Es esa persistencia del Flamengo en su figura la que puede dar pie a pensar en una nueva intentona ahora que el Espanyol tiene urgencias en darle salida para desbloquear su situación salarial en el mercado de fichajes, a pesar de que recientemente los de Río han cambiado de técnico, con Renato Gaúcho reemplazando hace unas semanas al destituido Rogerio Ceni. Pese a haber atravesado una racha de malos resultados, siguen jugando el campeonato liguero y la Copa de Brasil, así como la Libertadores.
En cualquiera de los casos, se antoja prácticamente imposible que Vargas deje el Espanyol ahora mediante un traspaso y solo se contempla –salvo sorpresa mayúscula– una cesión. Y no solo por sus altos emolumentos, también por su amortización pendiente.
Sobre todo, no le dejarán ir en propiedad porque desde el club perico aún se mantiene la esperanza en un futbolista de altísimo talento que por alguna extraña razón no exhibe en los partidos lo que sí es capaz de hacer en los entrenamientos, y que es uno de los dinamizadores del vestuario a pesar de su peso casi inexistente en el juego, si bien durante la estadía en Marbella fue gozando de minutos en las segundas partes.
Desembolsó el Espanyol 10,5 millones de euros por él hace justo dos años –lo que le convirtió, hasta la llegada de Raúl Tomás, en el fichaje más elevado de la historia perica–, y le restan tres años de contrato, por lo que la cantidad pendiente de amortizar supera los seis millones. Una mochila que, de liberarse en parte, dotaría al club de esa llave que precisa para afrontar los fichajes que están por venir.