Capitán Vini
El serial del ‘7’ ahora tiene episodio feliz: golazo y brazalete.
Con Vinicius es imposible aburrirse. Porque guste o no, es la antítesis del futbolista y el personaje lineal, aburrido y predecible. En menos de una semana su serial en el Real Madrid ha pasado por un capítulo en el que el héroe atraviesa momentos de zozobra (otra suplencia, ante el Marsella), otro culebronesco con el dime y direte con Xabi y la cierra con un episodio memorable en el Ciutat de Valencia con uno de sus mejores goles y añadiendo al esmoquin blanco el toque elegante del brazalete de capitán durante los últimos minutos. Ni las mejores plataformas televisivas. Un entertainer puro.
Este Capitán Vini que en otros tiempos reclutaría Marvel para algún cameo (por sus viñetas pusieron a Muhammad Ali a pelearse a guantazo limpio... con Supermán) nunca ha dejado de ser un activo valiosísimo para el Madrid. Ante el Levante, su genialidad no fue de este mundo. De esas que además amasan un partido que luego pareció fácil, pero hasta ese gol de tres dedos de Vini (“Nunca había marcado así”, admitió luego) iba parejo. Y Xabi lo sabe.
Era necesario, para el Madrid, algo así. El juego de zanahoria y palito del técnico a su estrella adquirió un tono menos frívolo y de salseo para medios y aficionados cuando el 7 acudió con su representante el pasado lunes a una cumbre de dos horas con José Ángel Sánchez, director general del club. Cartas sobre la mesa, sobre su presente y su futuro, esa renovación encalladísima. Una cierta escalada de acontecimientos que Vinicius enfrió para bien. Al derbi sin debate alguno.
Ametralladora. Los partidos guadianescos de Vinicius como el de Anoeta no gustan a Xabi. Lo quiere como ayer. Siete remates del brasileño ante el equipo granota, cinco de ellos a puerta. Es la misma cantidad que había conseguido sumando todos los seis partidos previos de la temporada. Es más, contra Osasuna y la Real, ni uno entre tres palos...
El líder tras el líder
El liderato del líder está en Mbappé, pero si Kylian anda calmado, es Vini el que tiene que liberar la ventolera del ataque. “Mbappé es el líder, pero no puede ser el único...”, avisó Xabi. Ese papel a lo Scottie Pippen para Jordan comienza a asumirlo con entrega el brasileño. Intervino en 17 acciones más que Kylian, sus cuatro regates superaron los tres que sumaron entre Mbappé, Güler y Mastantuono y fue la correa transmisora del 0-2 en esa prolongación para Mastantuono.
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Con la importancia simbólica de que acabó portando el brazalete de capitán durante unos minutos. Como también simbólico es que Vini luciera al llegar a Valencia (e irse) unos pendientes de brillantes con el escudo del Real Madrid. Una pareja, con sus cosas, que se quiere.
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