Levante - Real Madrid

1x1 del Real Madrid ante el Levante: Vinicius se reivindica en croata

Estupendo partido del brasileño, que adelantó al Madrid con un gol ‘a lo Modric’. Mbappé, doblete sin pestañear. Carreras se exhibe como central.

Fernando S. Tavero
Extremeño nacido en 1989. Graduado mientras servía mesas en Mánchester, su aventura terminó cuando AS le abrió la puerta en 2019. Tras formar parte del equipo de AS.com, en marzo de 2022, se incorporó a la sección del Real Madrid. Nunca olvidará su primer 'Buenas míster, Fernando Sánchez para el Diario AS'. ¿El receptor? Zinédine Zidane.
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Cuando todos miraban a Mbappé, apareció Vinicius. Cuando todos se felicitaban por la reivindicación de Vinicius, lo hizo Mbappé. Juntos y por fin revueltos. Para desplumar a un Levante con más vuelo arriba que cerrojos atrás. Fue Vini el que bailó primero, con un golpeo salido desde Zadar. Marcado con el exterior, a lo Modric, y celebrado con el alma. Después lo hizo Mastantuono, con la derecha cuando la izquierda solo había encontrado el ‘uy’ y la madera. Y, cuando apretaba el Levante, apareció Kylian. Doblete sin pestañear. Cocinó un penalti y mató un contragolpe. Más killer que nunca. Un seguro arriba, como lo es abajo Álvaro Carreras. Esta vez como central. Un toque de corneta más rumbo a la Selección. Un cóctel que termina en liderato. Pleno al siete y al Derbi.

Courtois: No había tenido trabajo y, cuando lo tuvo, nada pudo hacer. Un centro de Iván Romeo, envenenado tras tocar en Huijsen, le impidió robar el gol de la cabeza de Etta Eyong. El resto de la noche, algún despeje sólido de puños y más juego de pies que de manos. Día para guardar la capa.

Asencio: Se le esperaba de central y coqueteó también con la banda derecha. En un dibujo muy cambiante, Raúl cumplió. No falló ni un pase y cubrió las espaldas cuando fue necesario. Sin estar especialmente exigido, paso al frente del canterano.

Huijsen: Curiosamente, fue con balón, su gran valor, donde tuvo algún titubeo, especialmente de inicio. A partir de ahí Dean se recompuso. Se entendió estupendamente con Carreras y apenas sufrió. Aunque se durmió en el tanto de Etta Eyong al romper el fuera de juego y su despeje generó una parábola imposible para el blocaje de Courtois, no nubla otra noche notable.

Carreras (82′): Se le está poniendo cara de ‘nuevo Valverde’. Donde sea, pero en el campo. Para dar descanso a Militao, con la opción de colocar, por ejemplo, a Alaba, Xabi prefirió a Carreras. Y Álvaro, como siempre, respondió. En la primera parte estuvo fino con balón, seguro en las basculaciones y los duelos y con personalidad para pisar campo contrario. Tanta que llegó al punto de penalti en una ocasión donde le faltó picardía y colmillo para buscar el 0-3. Tras el refrigerio llegó tarde al origen del 1-2 y se llevó una amarilla, pero fue más una jugada de apagón (e infortunio) global que particular. Nadie se acuerda de esa cláusula que tanto dolor de cabeza dio. Ahora el dolor de cabeza será de Xabi el día que le tenga que sentar.

Fran García: Había jugado un puñado de minutos esta temporada. Hasta esta noche. Titularidad, aunque escoltando a un Carreras inamovible. Y firmó un duelo de más a menos. Con bastante ímpetu de inicio, aportó alternativas a un Vinicius que no le buscó tanto como pudo. Pero en el segundo tiempo perdió peso. Sin llegar a esa versión reivindicativa del Mundial, hizo méritos para contar.

Güler: Había pasado algo desapercibido con el esférico, hasta que sacó la varita. Para asistir a Mbappé en el 1-4, para matar el partido. Hasta entonces, su mejor acción fue la presión que originó el golazo de Vinicius. En un encuentro sin muchos fuegos artificiales, el de Altindag participó en dos tantos. Y, con Bellingham de vuelta, compartió verde con el inglés. Significativo.

Valverde (71′): Estará mejor o peor, pero siempre está. Xabi lo tiene claro. Aunque debe conseguir que el Halcón sea más halcón. Sin vuelo y sin garras es menos Valverde. Enjaulado en un doble pivote con Ceballos, apenas tuvo una oportunidad para asomarse al área. ¿Resultado? Zurdazo que obligó a Ryan al extremo. Solo falló tres pases (52/55) y estuvo cómodo controlando la sala de máquinas rival, pero su verdadera esencia necesita libertad.

Ceballos (82′): En un centro del campo sin Tchouameni, aportó pulmones y brega. Eso que conquistó a Ancelotti en el pasado y que será la llave con Xabi. Con balón oxigenó y no arriesgó. Fue un canalizador entre la defensa y el ataque y, además, acarició el tanto con un chut enroscado desde la frontal que olfateó la madera. Nueva titularidad, primer golpe en la mesa del utrerano.

Mastantuono (71′): Tanto fue a la fuente, que la rompió. Y de qué manera. Con zapatazo tras un contragolpe... ¡con la derecha! En la escuadra, para que la estirada de Ryan fuera mera anécdota. Un gol de museo, directo al suyo personal, pues es su primero de blanco. Que a punto estuvo de ser el segundo de la noche: remató un semifallo un rechace a disparo de Vinicius y el balón acabó en el larguero. Había dejado detalles, chispazos de una calidad de tantos quilates como el precio desembolsado por su fichaje. Pero ya ha dejado su primera certeza con el Madrid. Una enorme.

Mbappé (82′): Había sido transparente, había pasado de puntillas por el Ciutat. Los focos eran para otros, pero el nuevo Kylian no permite que nadie se los robe. En un contragolpe, cuando el Levante soñaba con el empate, se inventó un penalti. De la nada, como el de la jornada inicial contra Osasuna. Lo marcó, a lo panenka. Y casi sin tiempo para respirar, quitó el envoltorio a un caramelo de Güler. De la nada al doblete. A su séptimo gol en Liga en seis jornadas. Al undécimo, si metemos a Francia en la ecuación, en la temporada. Dembélé alzó ayer el Balón de Oro, Mbappé olfatea el próximo.

Vinicius: Se sabía en el foco, en el centro del escenario. Y, desde ahí, agarró el micrófono y gritó. Cantó gol y liberación. Un tanto con acento croata, que habría firmado debajo un genio nacido en Zadar y de nombre Luka. Con el exterior, desde la banda derecha tras iniciar la jugada en la izquierda. Un golpeo de confianza, esa que Vini ha tenido bajo mínimos. Pero no lo pareció en el Ciutat. Antes del zarpazo había probado dos veces los guantes de Ryan. Después cocinó el debut anotador de Mastantuono con una estupenda apertura y, casi sobre la bocina, perdonó el doblete. Activo en la presión, cuchillo en la definición. El Vinicius más Vinicius en mucho tiempo. Y eso es oro.

También jugaron

Bellingham (71′): Minutos importantes para Jude, mirando al Derbi. Lanzó bien al equipo en un par de ocasiones. Entre ellas, la del 1-4.

Tchouameni (71′): Al fin pudo descansar. Entró con todo decidido.

Rodrygo (82′): Suplente en esta ocasión, tuvo la oportunidad de hacer el quinto al final.

Camavinga (82′): Todo lo que sea sumar es mucho para el francés.

Alaba (82′): Un día en el que podía ser titular, lo fue Carreras como central. Minutos para Alaba, pero mensaje complicado para el austríaco.

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