Aspas sigue siendo el rey

Pasan los años, se rejuvenecen las plantillas, cambian los entrenadores, varían las propuestas futbolísticas, pero realmente todo sigue igual. Iago Aspas sigue siendo el rey. Da igual quién haya enfrente o a quién le pongan de socio, la leyenda del moañés no entiende de límites. Ayer se abrazó a su amigo Banega durante el saludo de capitanes con la misma naturalidad con la que besa el escudo cada vez que ve puerta. Hasta cinco besos repartió ayer, una orgía futbolística que llevó a los presentes en Balaídos hasta el orgasmo. Queda una semana para el inicio de la Liga y existen ciertas dudas sobre el proyecto revolucionario que está perpetrando el Celta, pero con Aspas es mucho más fácil soñar con lo imposible.

Y eso que en los primeros minutos el protagonismo fue para Paciencia. El portugués fue directo al once después de firmar su contrato hasta 2025 y no defraudó en absoluto. Marcó un golazo, dejó destellos de calidad y tuvo una participación activa en los dos primeros tantos de Aspas. Los dos delanteros se entendieron bien en su primera cita a ciegas, sin ni siquiera haber compartido entrenamiento.

La ilusión de la cantera corrió a cargo de Fran López, que debutó en Balaídos y sumó dos asistencias a su ídolo Aspas. “Cuando me pongo nervioso, se la doy a Iago”, dijo al acabar. Decisiones que señalan una gran inteligencia. El partido también sirvió para presenciar los estrenos en casa de Marchesín, Unai Núñez, Mingueza, Óscar Rodríguez, Swedberg y Luca de la Torre. Los cuatro primeros causaron buena impresión, mientras que los dos últimos tuvieron menos presencia.