Aprender a vivir sin Bellingham
Xabi Alonso se inclina hacia Güler y Mastantuono para estos tres meses. Compaginan el toque de balón y la llegada al área. A día de hoy, Camavinga está por detrás y Rodrygo... cuenta poco


A titular caído, titular puesto. Por suavizar un poco el refrán. Sin Bellingham, se abre un casting: se busca mediocentro para tres meses. Aunque quién sabe si más, pues el fútbol está plagado de historias de covers que saltaron a escena ante la afonía de un tenor y luego, se quedaron en las tablas. Que se lo digan a Casillas. O a Gonzalo. A tantos. A día de hoy, la realidad es la que es: Jude será baja entre 10 y 12 semanas. Casi con total seguridad, tres meses. Hasta octubre. Así que durante todo ese tiempo, el equipo deberá adaptarse. Reconstruirse. Xabi Alonso no lo tiene decidido, ni mucho menos; pero sí se inclina por dos nombres: Güler y Mastantuono.
Y para jugar a la vez. Primero, porque si una lección ha dejado el Mundial de Clubes, es que en Güler se puede confiar. Que iba sobrado de fútbol era algo sabido, pero ha confirmado que tiene carácter y personalidad. Que no le pesa ser titular. La única duda en torno a él será el rol: mantenerse como un seis, ejercer como volante... o volver a su origen, la mediapunta.

La era de Arda
En cualquier caso, lo de esta temporada no se repetirá: disputó 1.775’ (sin contar el Mundial de Clubes). Un dato que bien merece un matiz: el 30% de esos minutos fueron a partir de la jornada 33. En concreto, 530. En una recta final de Liga donde Ancelotti ablandó la mano y pudo recuperar sensaciones. Y brillar, con dos goles y dos asistencias. Güler empezó a crecer en abril. Y ya es un no parar.
De Buenos Aires... al once
El cuerpo técnico quiere apostar por él y lo hará. Es algo tajante. Pero... ¿Quién será el otro mediocentro, sin Bellingham? Esa es la gran cuestión. Y Xabi Alonso, a día de hoy, se inclina mucho por Mastantuno. Si preguntan por los despachos de Chamartín le serán aún más tajantes: es un futbolista que viene para marcar una época. Mucho más que una promesa. Su figura encajaría en dos esquemas: en la banda derecha de un 4-4-2 (Güler o Valverde tendrían que ocupar la izquierda) o en la mediapunta de un 3-5-2. Aunque ya saben que el fútbol de hoy en día y los sistema rígidos son conceptos incompatibles. Pero sirven para marcar puntos de partida.

Juega en contra de Mastantuono el tiempo: hasta el 14 de agosto, día que cumplirá los 18 años, no se incorporará. Exactamente un día antes del pregón a la Liga. Su adaptación comenzará a partir de ahí, por lo que puede necesitar cierto tiempo. Pero no se espera que mucho. Y por eso se confía en su figura para asumir responsabilidad el tiempo que no esté Bellingham. Y quién sabe lo que pasará después. La fórmula Güler-Mastantuono compagina el toque y la llegada. Convence.

Bajo la manga
Por detrás está Camavinga, quien tiene papeletas para jugar los partidos que transcurran durante la adaptación de Mastantuono. Con él, el sistema sería devolver a Güler a la mediapunta y confiarle el volante. Muy pocas opciones de salir de inicio tienen Brahim y, sobre todo, Rodrygo. Este último, con pie y medio fuera del club. Hoy es el primer día de los tres meses sin Bellingham. Al Real Madrid le toca adaptarse. Y a Xabi Alonso, frotar la lámpara.
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