QATAR 2022 (A) | PAÍSES BAJOS - QATAR
Memphis, al rescate
El delantero azulgrana se presenta como la esperanza de Países Bajos para olvidar las malas sensaciones de los encuentros anteriores. Qatar, eliminada, ya solo se juega el orgullo.
Países Bajos es líder y tiene toda la pinta de que va a terminar como tal esta tarde (sigue el partido en directo en As.com). Sin embargo, las sensaciones no son tan buenas como los resultados. La Oranje juega mal. O, al menos, ha jugado mal estos dos partidos. Los propios jugadores y el técnico así lo reconocen. Se pone el foco en la calidad de las posesiones. Solo Frenkie de Jong está rindiendo al nivel esperado, pero está muy solo en el centro del campo. Y no es el único problema. Han tirado solo cuatro veces a puerta en dos partidos.
Para resolver esto, Van Gaal se encomienda a Memphis. El azulgrana es la gran esperanza del equipo para volver a ganar y, a la vez, sonreír. Es un jugador absolutamente clave en el sistema de la selección. A esta fase final se clasificaron con dieciocho goles generados (doce marcados y seis asistidos) en diez partidos. “Me siento en forma, la lesión ya se ha curado y el cuerpo responde bien. Siento que estoy preparado para ser titular”, dijo estos días.
Van Gaal no da pistas sobre su once, pero ayer sí dejó caer que Memphis sería titular. Dejó algo más de dudas sobre Xavi Simons, quien podría debutar con la Absoluta. Los cuatro puntos y lo frío que dejaron los minutos de Gakpo y Klaassen en esa posición hacen posible la titularidad del joven del PSV.
Otro de los grandes problemas que tiene el equipo es la inactividad por las bandas. El seleccionador señaló que este aspecto había que mejorarlo. Blind y Dumfries tienen que generar más y mejor. El zurdo del Ajax no destaca por su capacidad para encarar y regatear, pero sí puede marcar la diferencia con sus centros. Por su parte, el diestro del Inter demostró en la última Euro que es un arma esencial llegando a línea de fondo y dando el pase atrás.
Mientras, Qatar solo aspira a marcharse con un buen sabor de boca de su Mundial sabiendo ya que es, haga lo que haga, el peor anfitrión de la historia.