La RFEF se explica por el escándalo de las sedes y María Tato dimite
La controvertida elección de Anoeta por encima de Balaídos, clave para la marcha de una de las responsables de la candidatura. Aun así, la federación defiende que no se “ha manipulado nada”.


La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha defendido este miércoles que no se “ha manipulado ni amañado” la elección de las sedes españolas para el Mundial 2030. El escándalo levantado por el proceso y la exclusión de Vigo provocó que el ente abriera una investigación, de la que han elaborado un informe por las dudas levantadas por la puntuación que se le dio a las distintas candidatas y en las que se apoyó para decidir a las once elegidas. María Tato, una de las responsables del proceso y de la candidatura, ha puesto su cargo a disposición y ha sido cesada. Los otros dos encargados del proceso, Fernando Sanz y Jorge Mowinckel, ya habían dejado de pertenecer a la RFEF anteriormente.
La versión oficial federativa se ha explicado según el informe realizado con las explicaciones de la propia María Tato. La clave, siempre según esa versión, estuvo en las puntuaciones dadas a Anoeta y Cornellà. “Hay un primer borrador, pero se llega a un acuerdo de cómo aplicar unos criterios. Según nos dice, Jorge Mowinckel no está ese día. Al día siguiente se vuelven a reunir y llegan a la conclusión de que hay que modificar un factor. En concreto, el factor A1, que tiene que ver con el nivel de intervención en el estadio, las obras que requiere. Y según nos dice, se dan cuenta de que dos estadios, Anoeta y Cornellà, tenían una puntuación de 15 sobre 20 y que hay que aplicar un 20 (por la mínima intervención que necesitan). Eso cambió un puesto y Anoeta adelantó a Balaídos”, ha explicado la Federación por medio de Álvaro de Miguel, secretario general, y Manuel Lalinde, director general.
Lo que sí han dejado claro es que, desde la RFEF, nadie cree que “se haya manipulado ni amañado” nada. Tampoco que se hubiera ejercido influencia por parte del entonces presidente, Pedro Rocha, o por el actual, Rafael Louzán, vicepresidente en el momento de los hechos. Pero el escándalo levantado ha acabado con María Tato fuera de Las Rozas, que se encontraba en la diana desde que el pasado lunes el diario El Mundo publicara un artículo en el que denunciaba una supuesta manipulación de las puntuaciones de las sedes para favorecer el estadio de Anoeta de San Sebastián y dejar fuera Balaídos, en Vigo. Aunque no hay una explicación clara del cese, se entiende que se hace por imagen tras las noticias y los audios revelados.
Estas informaciones provocaron las airadas quejas del alcalde de la ciudad gallega, Abel Caballero, quien reclamó a la Real Federación Española de Fútbol y a su presidente, Rafael Louzán, la presentación de las actas y de los criterios de puntuación por los que Balaídos quedaba excluido del Mundial, cuando en un examen anterior estaba dentro.
María Tato formó parte, designada por el expresidente Luis Rubiales, de la candidatura y estuvo inmersa en el proceso de selección junto a otros nombres como Fernando Sanz o Jorge Mowinckel, que ya no forman parte de la RFEF. Antes de convertirse en una de las responsables de la RFEF para la candidatura fue directora de Fútbol Femenino de la Federación, a donde llegó procedente del Athletic Club, donde desempeñó el cargo de vicesecretaria de la junta directiva.
Desde la Federación también se ha asegurado que se seguirá trabajando para la inclusión de Vigo, y también Valencia, en el Mundial. Aunque no se descarta nada, que alguno se caiga o que otra entre en la selección final. “Estamos en manos de la FIFA”, han afirmado, aclarando que no creen que desde la Federación Internacional se vayan a tener en cuenta estas puntuaciones.
El CSD se desmarca
Desde el Consejo Superior de Deportes también se han pronunciado sobre el caso y ha querido explicar que no participó ni validó las decisiones que la Real Federación Española de Fútbol tomó posteriormente en relación con las puntuaciones y la elaboración del listado final. Revela que el 18 de julio de 2024 el CSD envió una carta a la RFEF en la que se le solicita que defienda las trece sedes españolas y el 26 de julio se subraya en una carta a la FIFA que la elección de las sedes fue adoptada exclusivamente desde el ámbito federativo.
También argumenta que ante la posición federativa de limitar el número de sedes a once, el CSD propuso que la elección respondiese a criterios técnicos objetivos, documentales y estratégicos. Y así se pusiese en valor la insularidad y de que se tuviese en cuenta la vecindad con los otros países que forman parte de la candidatura, Portugal y Marruecos. Algo que, según el CSD, fue rechazado por el ente federativo.
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