Pellicer se llena de dudas
El técnico del Málaga hace patente su nerviosismo por la mala dinámica del equipo y apunta a los despachos. El equipo sólo ha ganado uno de sus últimos seis partidos (7 puntos sobre 18).
El Málaga ha vuelto a una dinámica que preocupa y mucho dentro y fuera del club. Las dudas vuelven a hacer acto de presencia en un equipo que está viviendo uno de sus peores momentos de la temporada. La evolución del equipo es claramente a peor. Sólo ha ganado un partido de los últimos seis (0-1 al filial del Atlético de Madrid) y Sergio Pellicer empieza a evidenciar que la situación le está superando y que ha perdido el timón del equipo.
“El único del club que si no subimos se va, soy yo. Otros van a continuar, yo no…”. Su mensaje tras la derrota en Córdoba pone de manifiesto su nerviosismo y deja patente que se ve en una posición de debilidad con respecto al director deportivo, el director general y el administrador judicial. No es la primera vez que Pellicer se muestra a la defensiva y apuntando hacia los despachos esta temporada tras una derrota dolorosa.
La realidad, más allá de que su discurso denote que no tiene la situación bajo control, deja claro que el equipo ha dado varios pasos hacia atrás y no está bien. La segunda plaza también es ya inalcanzable y ahora toca seguir peleando por ser tercero, posición que no ha sido capaz de asaltar pese a la pésima segunda vuelta del Ibiza, que acumula pinchazo tras pinchazo sin que el Málaga sea capaz de superarle en la clasificación.
El equipo ha perdido la chispa y también parte de la confianza. Incluso La Rosaleda ha dejado de ser un gran aliado (tres tropiezos consecutivos), de ahí que el partido del domingo contra el Mérida (19:00) se considere clave en Martiricos. Hay decisiones técnicas discutibles y también hay cuotas de responsabilidad muy grandes entre los futbolistas. Exceptuando a Roberto y a Alfonso Herrero, la inmensa mayoría de jugadores está a día de hoy por debajo de su nivel. Y en muchos casos están ofreciendo un rendimiento muy pobre.
Jugadores como Gabilondo, Kevin, Larrubia o Manu Molina firmaron un muy mal partido en Córdoba. En el caso de los extremos está siendo la tónica en muchos encuentros, lo cual inquieta y mucho. Dioni es otro del que se esperaba muchísimo más pero sigue sin terminar de arrancar. Luego hay otros casos más flagrantes como los de Juanpe, Sangalli o Juan Hernández, que están siendo ceros a la izquierda en una temporada decisiva para el club, que hizo un esfuerzo importante a nivel económico y en años de contrato para ficharles.
No encara el Málaga el último mes de competición previo al playoff en buenas condiciones. Pero queda margen para revertir la situación y alcanzar las eliminatorias con buenas sensaciones, algo que se antoja fundamental para aspirar al ascenso con unas mínimas garantías.
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