La última bala de Raúl
El filial juega sus primeros minutos amistosos en pretemporada esta noche. Presión extra por subir a Segunda para el técnico. El club se esfuerza para retener a los elegidos por el preparador madrileño.
El Real Madrid Castilla de Raúl González Blanco echó a andar definitivamente este miércoles con la disputa de sus primeros minutos en partido amistoso de la pretemporada. El filial madridista lleva trabajando en Valdebebas desde el pasado 12 de julio, a las órdenes de la leyenda blanca, que estará acompañada en el banquillo por Marcos Jiménez (segundo entrenador), Alberto Garrido (asistente), Alain Sola (preparador físico), Mario Soria (preparador de porteros), Víctor Paredes (readaptador) y Luis Gutiérrez (especialista en rendimiento). Será una temporada 2022-23 con presión extra para todos ellos, en especial para Raúl, que la afronta como su última bala en el Castilla para lograr el ansiado ascenso a Segunda División, donde las perlas de la cantera blanca puedan ir fogueándose a nivel profesional.
En su primera temporada al frente del Castilla, la 2019-20. Raúl solo pudo alcanzar la séptima plaza del grupo; le perjudicó el parón provocado por la COVID-19, si bien los blancos no terminaron de asentarse nunca en el grupo de cabeza. Tras aquella experiencia se hizo cargo brevemente de un Juvenil plagado de grandes promesas (Latasa, Arribas, Miguel Gutiérrez, Blanco, Peter…) para conquistar la Youth League. Ahí el nombre de Raúl cobró especial relevancia, se le empezó a ver con opciones de futuro en el primer equipo.
Pero las dos últimas temporadas no han terminado de confirmar los augurios: en la 2020-21 logró entrar en la fase de ascenso y sacó billete para el play-off, pero ahí chocó con un Ibiza al que no pudo dañar en ningún momento del partido. Y en la 2021-22 el Castilla fue un equipo a la deriva en demasiados momentos y no logró pasar de la décima plaza en el Grupo II de la Primera RFEF. Muy poco para un grupo que ya acumulaba experiencia y al que la calidad se le presupone.
Con todo, en el Real Madrid se han propuesto darle a Raúl un equipo de garantías para intentar, una vez más, el ascenso a Segunda. Desde el club blanco se está intentando retener a todas las piezas clave de la plantilla que el técnico ha solicitado, pese a que todos esos jugadores cuentan con ofertas del fútbol profesional, en España y en el extranjero.
Empezando por Arribas y Dotor, primer y tercer máximos goleadores del filial el curso pasado, con 15 y 10 goles respectivamente. Raúl considera vitales a ambos y ha solicitado que se queden; el club les ha trasladado a los dos que el proyecto promete ser el gran agitador de la Primera RFEF en la 2022-23, lo cual puede potenciar sus opciones de optar a una plaza en el primer equipo. Lo mismo sucede con Latasa, el ariete del Castilla, que hizo 13 goles el curso pasado. Se encuentra de pretemporada con el primer equipo en este momento en Estados Unidos y, pese a que su deseo inicial era el de salir, ha visto que Ancelotti le tiene en su cabeza, lo cual puede decantar la balanza.
Y lo mismo sucede con los Peter, Pablo Ramón, Rafa Marín o Antonio Blanco. También le gustaría a Raúl que se quede su lateral izquierdo titular, Miguel Gutiérrez, pero el carrilero ha comprobado ya que no es del gusto de Ancelotti y tiene ofertas de Primera. Su salida, por una buena cantidad, es mucho más probable, del mismo modo que ya sucedió con Mario Gila, el rapidísimo central que ha dejado seis millones de euros solo por la mitad de sus derechos al marcharse a la Lazio.
A todos estos cabe añadirse varios juveniles que pasarán a tener ficha del Castilla (aún no confirmadas, pero sí previsibles): Marvel, Bruno Iglesias, Villar, Asencio, Pipi Nakai, De la Víbora… Y los fichajes, que han sido dos: Álvaro Leiva, extremo procedente del Algeciras por el que se peleaban varios equipos de Primera; y Noel López, el delantero estrella del fútbol formativo del Deportivo de la Coruña. Y el Madrid quiere más: se trabaja en la incorporación de Iker Bravo, ex de la cantera del Barça que actualmente milita en el Bayer Leverkusen.
La pretemporada del Castilla
En el capítulo de bajas, el Madrid ha intentado dar salida a las piezas que consideraba menos vitales y de momento lo va consiguiendo: ya ha encontrado acomodo para Morante (Ibiza), Santos (Mirandés), Retu (Deportivo), Gudjohnsen (Norrköping)… La idea es mezclar lo mejor de las dos últimas temporadas, lo más granado de la categoría juvenil y algunos fichajes de relumbrón para asaltar, al fin, el ascenso a Segunda, donde es especialmente importante que el Castilla se sitúe a no mucho tardar, ahora que ha echado a andar la creación del nuevo Real Madrid C, cuyo lugar natural sí estará en la Primera RFEF, la antigua Segunda B.
Y todo ello arrancó este miércoles con la disputa de un triangular en Chapín, estadio del Xerez, ante el equipo gaditano y el Granada: los blancos jugaron un partido de 45 minutos ante los nazaríes y otro igual contra los gaditanos, con resultado negativo: perdieron el primer envite 1-0, empataron sin goles en el segundo. Un estreno frío para los de Raúl, que tienen otros seis amistosos a la vista: el 31 de julio en Guarnizo (el pueblo de Gento) ante el Real Unión de Irún; ante Lugo (3 de agosto) y Deportivo (6) en el Estadio Cantarrana de Viveiro, donde pasarán siete días; y frente a Atlético Baleares en Valdebebas (13), ante el Fuenlabrada también en casa (17); y para cerrar, contra el Numancia el 20 de agosto. Una preparación exhaustiva para estar a punto de cara al debut oficial: el 27 o 28 de agosto, en casa ante la Linense.