De una partida de Football Manager al estreno en primera división
Los hermanos Broad se inspiraron en el videojuego de gestión de clubes para reflotar al Pontypridd Town, que llega a la élite galesa después de rozar la desaparición.
El Football Manager se ha consolidado como uno de los principales reclamos para los amantes de los videojuegos de fútbol. Fue creado en los años 80 por la empresa británica Sports Interactive y, a pesar de que su fama es mayor en los países anglosajones, hoy en día supone un entretenimiento diario para millones de jugadores en todo el planeta.
Ha servido, además, de sustento para gente que trabaja en el mundo del fútbol durante todos estos años, ya que su gran base de datos ha sido usada por múltiples ojeadores y entrenadores. El ejemplo más mediático es el de Roberto Firmino, quien fue descubierto por el Hoffenheim gracias a este simulador. Y es precisamente esta labor de ayuda a los equipos la razón del éxito de los protagonistas de esta curiosa historia: los hermanos Dominic y Damien Broad, quienes han llevado al Pontypridd Town de una posible quiebra a la primera división galesa por primera vez en su historia.
El Pontypridd, un modesto club fundado hace 30 años en la ciudad del mismo nombre, ya estuvo a punto de saborear las mieles del éxito en 2013, año en el que rozó por primera vez el ascenso a la Cymru Premier, la máxima categoría del fútbol galés. Sin embargo, finalmente no pudo subir y su principal patrocinador se echó atrás. Sin su principal respaldo económico, los ‘Dragones’ quedaban heridos de muerte. El equipo juvenil desapareció, los jugadores de la primera plantilla empezaron a marcharse en masa y ni siquiera poseían un campo propio para entrenar, por lo que se veían obligados a alquilárselo al ayuntamiento. Un panorama desolador ante el que solo dos hombres tomaron cartas en el asunto: los hermanos Broad.
Dominc y Damien suspiraban durante sus partidas de Football Manager con gestionar un club en la vida real y decidieron lanzarse a la aventura con el Pontypridd. Así lo reconocieron en una entrevista concedida al medio británico SPORTbible: “Llegamos a hablar de lo genial que sería construir nuestro propio equipo de la nada. Siempre me había gustado la idea de gestionar un equipo y estaba obsesionado con el Football Manager”, confesó Dominic. La oportunidad le llegó a diez días de empezar la temporada 2013/14. Max James se puso en contacto con él para ofrecerle la posibilidad de gestionar el equipo, aunque admitió que la realidad no era como se la había pintado: “El presidente me dijo que el Pontypridd tenía una gran plantilla y me dijo que el dinero había desaparecido, pero que todos los chicos seguían. Pensé que podíamos arreglarlo. Pero cuando llegué, nada de eso era cierto”.
Una vez efectuada la toma de contacto con la realidad, los hermanos Broad se pusieron manos a la obra y empezaron a fichar jugadores con cierta experiencia en competiciones para elevar el nivel de la plantilla. Era el inicio de la reconstrucción gradual de este humilde club de una ciudad de 30.000 habitantes que este año militará por primera vez en la primera división de Gales.
Este éxito no le correspondía si nos ceñimos a la clasificación liguera, ya que quedó segundo y solo asciende el primero. Se debe a que el Llantwit Major, equipo que fue campeón de la Cymru South (el grupo norte de la segunda división), no pudo ascender al no obtener la licencia para competir en la máxima categoría por problemas económicos. Y para que al Pontypridd no le pase lo mismo, los hermanos Broad no continuarán al mando de la gestión del equipo.
Así lo explica Dominic: “En Gales, no se puede acceder a la Premier a menos que se tenga una cierta cantidad de dinero en la cuenta bancaria. Hay muchos criterios que hay que cumplir y, en última instancia, esto estaba muy por encima de lo que podíamos hacer. Muchos equipos de fútbol de éxito se retiran debido a las presiones externas para construir un club. No queríamos que eso le ocurriera al ‘Ponty’. Nunca íbamos a poder comprar un terreno y construir un estadio, porque el terreno que alquilábamos era propiedad del ayuntamiento, así que no podíamos hacer ninguna reforma en él. No podíamos impulsar más el club, así que hablamos con Steve Savage (el nuevo director) en la Universidad de Gales del Sur. Se pusieron en contacto con él otros clubes de la liga galesa, pero básicamente le dijimos: ‘Mira, hemos construido algo realmente especial, nos importa, queremos cuidarlo y llevarlo al siguiente nivel’”.
Así pues, los artífices del reflote del Pontypridd confían en haber dejado el club en buenas manos y, a partir de ahora, se limitarán a seguirlo desde una pantalla. Como todo empezó.
Una fiesta en Valencia
Otra curiosidad más de la historia de este peculiar club es el día en el que coqueteó con un histórico del fútbol español: el Valencia. En 2013, Dominic Broad buscaba la fórmula para encontrar una inyección económica para el equipo y, entonces, reparó en la etapa en la que trabajó como técnico en la estructura de las categorías inferiores del conjunto che. Tiró de contactos y logró concertar un amistoso contra el Valencia Mestalla en la ciudad deportiva de Paterna.
El resultado fue de 3-0 a favor del filial valencianista, pero fue todo un éxito para el ‘Ponty’. Tal y como cuenta el periodista valenciano Paco Polit, Dominic consiguió promocionar el partido en la radio gracias a Colin Murray, locutor de talkSPORT y financiarlo gracias a Wickes, una empresa equivalente a Leroy Merlin en Gran Bretaña. Hizo que corriese la voz en Twitter creando una cuenta divulgativa y propició que unos 200 aficionados galeses viajasen hasta Valencia para ver el encuentro. Además, consiguió que Danny Murphy o Neil Ruddock, exfutbolistas del Liverpool, formasen parte del equipo de los ‘Dragones’.
Una historia que no deja de ser curiosa, a la vez que desconocida para buena parte del valencianismo, y que fue uno de los motivos del ascenso a la élite del fútbol galés de un equipo que, antes de la llegada de unos apasionados del Football Manager, estaba abocado a la desaparición.