Una de las imágenes que este Mundial de Clubes dejará para el fútbol italiano ha ocurrido esta tarde en el Despacho Oval de la Casa Blanca. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió a una delegación de la Juventus, formada por el dueño John Elkann, el técnico Tudor, el consejero delegado Scanavino, el director general Comolli, el director de estrategia Chiellini y los jugadores McKennie, Weah, Locatelli, Gatti, Koopmeiners y Vlahovic.

Los italianos, acompañados por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, le entregaron a Trump una camiseta bianconera con el dorsal 47, a pocas horas de su estreno en el Mundial contra el Al-Ain, previsto para las 3 de la madrugada de este jueves.

La escena se hizo enseguida viral por la rueda de prensa que protagonizó Trump minutos después, mientras los bianconeri seguían en su despacho. El presidente de Estados Unidos empezó a hablar de la grave crisis con Irán y de bombas nucleares mientras, a sus espaldas, asistían a las declaraciones los jugadores: “Todavía no he decidido si atacaremos a Irán. Un cambio de régimen podría ocurrir, veremos”.

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Además, el tycoon se informó con Infantino sobre la presencia de aficionados en las gradas del Audi Field de Washington (“Está todo vendido, ¿verdad?”) y provocó un momento de incomodidad entre los jugadores cuando, mirándolos uno por uno, les preguntó: “¿Ustedes harían jugar a mujeres en su equipo?”.Cuando el director general Comolli le respondió que la Juve ya tiene un equipo femenino, y además muy bueno, Trump respondió: “Claro, ¡y me imagino que no las harían jugar con ustedes! Bueno, veo que son diplomáticos...”.

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