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Pokal | Leipzig 2 - Eintracht 0

Olmo y Nkunku dan al Lepizig su segunda Pokal

El español asiste al francés en el gol que abrió la final ante el Eintracht (2-0). El delantero del RB fue determinante también en el 2-0 de Szoboszlai.

Actualizado a
Olmo y Nkunku dan al Lepizig su segunda Pokal
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El Leipzig ganó la segunda Pokal de su cortísima historia solo un año después de haberla conquistado por primera vez. El equipo de la Red Bull tiene solo 14 años de vida y ya se ha consolidado como el tercer gran equipo del momento en Alemania. Marco Rose ha conseguido en dos años lo que no logró Nagelsmann, que se marchó al Bayern hace dos temporadas después de asentar al equipo en la zona Champions, pero sin ningún título. En un partido de poco ritmo, dos acciones individuales de Nkunku resolvieron una final en la que el Eintracht pasó desapercibido.

Avisó el Leipzig nada más empezar. No habían pasado cinco minutos cuando Nkunku dejó a Werner solo ante Trapp, pero el atacante le pegó mordido al balón y la pelota fue mansamente a las manos del portero del Eintracht. El delantero alemán tiene mucha clase, pero su intermitente efectividad de cara a puerta le ha laminado una carrera que apuntaba a cotas más altas cuando fichó por el Chelsea en 2020. Aquel viaje a Stamford Bridge podría replicarlo este mismo verano Kolo Muani, que probablemente haya jugado en Berlín su último partido con el Eintracht. El delantero francés, pura potencia, probó suerte al cuarto de hora tras sentar a Orban, pero su misil se fue por el lateral de la portería.

El Eintracht estuvo más asentado sobre el campo en la primera mitad. Consiguió desconectar a Dani Olmo del resto de sus compañeros y el español apenas participó en el juego de su equipo, lo que siempre es una mala noticia en la factoría Red Bull, que presume de dar alas pero que anduvo sin motor hasta el descanso. Solo en los últimos minutos del primer tiempo el Leipzig se mostró más vertical y Nkunku tuvo una ocasión clara para adelantar a su equipo tras un gran pase entre líneas de Laimer, pero su remate se fue a la derecha de la portería.

Olmo encontró el camino

Una lluvia de bengalas en los dos fondos del Olímpico de Berlín retrasó el inicio de una segunda parte que arrancó sin cambios, pero con bastante neblina. El juego de ambos equipos se perdió también en la humareda, lo que beneficiaba al Eintracht, que planteó un partido en el que le interesaba que ocurrieran pocas cosas. Las que pasaban tenían la firma de Götze, otro que, como Werner, pudo ser y no fue. El hombre que hiciera campeona del Mundo a Alemania en 2014 dejó varios destellos que por poco no terminaron en gol. Un pase al hueco a Kolo Muani por allí, una volea por allá… Pero a cuentagotas.

Cuando quedaban 20 minutos, el Eintracht cambió el dibujo y lo pagó caro. La vigilancia sobre Dani Olmo ya no era tan estricta y le pasó factura al equipo de Glasner. En una jugada aislada, el español conectó con Nkunku en el área y delantero francés encaró la portería y disparó con la derecha. Su chut no parecía muy peligroso, pero el balón tocó primero en Buta y luego en Ndicka y la pelota se envenenó. Los rebotes desviaron el balón a la red ante la mirada de un incrédulo Trapp, que se quedó clavado.

No supo reaccionar el Eintracht y el Leipzig cogió definitivamente las riendas del partido. Szoboszlai cerró el encuentro en el 85′ con un disparo cruzado tras una asistencia de Nkunku, que no hizo su mejor encuentro pero que resultó determinante en las dos acciones clave del partido. Probablemente, este también haya sido su último servicio para el Leipzig, que le estará eternamente agradecido.