“No me gustó el trato de Francia a Messi”
Facundo Medina, pieza clave en el Lens desde 2020, atiende a Diario AS a pocas horas de enfrentarse al PSG en un encuentro trascendental.

Facundo Medina es un central aguerrido, férreo, contundente, del que no hace falta ni decir su lugar de procedencia para saber que aúna todas las características de un defensa argentino. En 2020, dejó Talleres para fichar por el Lens, recién ascendido a la Ligue 1, que le convenció para que liderara un proyecto en ciernes.
El argentino se convirtió en uno de los mejores defensas del campeonato, liderando a un Lens que se quedó, en 2023, a un punto de arrebatarle el trono al Paris Saint-Germain. Medina atiende a Diario AS a pocas horas de medirse al conjunto parisino, en un partido apasionante en el que quiere volver a demostrar que está capacitado para asentarse en las convocatorias de Scaloni en la albiceleste.
Se ha convertido en uno de los mejores defensas de la Ligue ¿Siente que ha alcanzado su madurez futbolística en el Lens?
No sé si el mejor, trato de hacer lo mejor posible, tanto para el equipo como para el grupo para sacar adelante al club, que es lo más importante. Siempre he aprendido cada año y he crecido de una manera más madura. Me siento más adaptado a lo que es el fútbol francés, que es muy duro y hay gente que dice que es fácil, pero hoy en día, en la actualidad, ningún fútbol es fácil. Me siento bien, me apañaron desde el primer momento que llegue. Me acogieron como un niño y ahora crecí y me siento mucho más dado.
En 2020, usted fichó por el Lens tras haber brillado en Talleres. ¿Qué fue lo que más le convenció para dejar Argentina e ir a un club que acababa de ascender a la Ligue 1?
Antes de Talleres, yo salí de River. No me preguntes, pero yo sabía que, en ese momento, si salía de River, que es mi segunda casa y ahí me formaron como persona y eso no va a cambiar, iba a poder ayudar a mi familia y crecer en el fútbol profesional. Ya tenía mentalizado jugar en Europa. Después fue todo muy rápido, con la pandemia, la selección argentina sub 20... Yo ya sabía que iba a jugar en el Lens. Nos presentaron el proyecto, un equipo recién ascendido, con mucha historia... Lo que más recalco es la hinchada. Me dijeron que son ciudades muy trabajadoras de gente muy humilde y me sentí muy identificado de donde salí yo, de mi barrio, de cómo mi madre me enseñó los valores, incluso River. Vinimos a ver qué salía y logramos muchas cosas. Jugamos Champions, nos quedamos a un punto de ganar la liga. Ojalá podamos volver a repetirlo y estamos en la lucha de hacerlo.
¿Había escuchado algo del Lens antes de fichar? ¿Qué imagen tenían, los argentinos, del fútbol francés, después de esta rivalidad creciente entre Argentina y Francia?
No teníamos muchas referencias. Igual hay gente apasionada, apasionada que vive del fútbol, seguramente. tuviera alguna referencia. Después del Francia-Argentina se globalizó todo. Yo te digo la verdad. No conocía casi nada del Lens. Me gusta mirar fútbol, miro bastante, pero no tenía mucha idea. Gracias a Dios se dio como se dio. Llegué a un club que tiene muchos valores de sacrificio, de humildad, de trabajo... Yo salgo de un barrio que hay que tener esos valores de salir y que te quieran. Aquí me llegaron a coger como a un hijo para los que trabajan dentro del club. Soy medio loco, por así decirlo. Por ejemplo, el idioma no lo hablo bien y ellos, el Lens, me ayudó.
“El Lens es algo muy loco...”
¿Se parece el estadio del Lens a los campos de Argentina? Es una hinchada pasional que nunca deja de arengar a los jugadores.
Tanto de local, como de visitante, es algo muy loco. De visitante ponen un límite, porque sino llevaríamos nosotros, el Lens, a más aficionados. Te voy a decir algo. Fuimos de visitante a un partido y te juro que nos sentíamos locales. Por todo el espacio que teníamos. No paraban de empujar y de animar, y eso es una locura. A nosotros, los argentinos, nos identificamos con eso, nos gustan los retos, nos preparan para competir. Con nuestras herramientas, con nuestras vivezas. Fijamos un objetivo y vamos hasta poder conseguirlo.
En apenas dos años, pasaron de ser un recién ascendido a pelearle la Ligue 1 al PSG. ¿Qué tan importante fue Franck Haise para usted? Porque con el técnico, el Lens fue el equipo que mejor jugó de todo el campeonato ininterrumpidamente.
Mi relación con Franck es muy personal. Mantiene el contacto conmigo. Eso es la afinidad que uno crea con otro. Tuvimos momentos tensos, momentos de padre e hijo, porque es normal en estas relaciones que se manifiesten desavenencias. Agregarle que yo venía de Argentina a Lens y aquí, a veces, los árbitros toman otras decisiones, otra forma de ver el fútbol respecto a los argentinos. Venía de otro fútbol y aquí te sancionaban por cualquier cosa. Tenía encontronazos con él. Me decía que me calmara, que me iban a sacar tarjeta, y yo me enfadaba. Los dos queríamos lo mismo. Ganar y conseguir lo mejor para el club. Tengo una gran relación con él. En ese equipo, con Openda, Fofana, Sotoca... Teníamos una buena relación entre todos. Y eso forja un gran equipo.

Dio la sensación, en el apogeo del Lens que se clasifica a la Champions, de que los centrales eran más importantes con balón que sin él. Usted, con capacidad para dividir en conducción y filtrar balones en largo, explotó definitivamente. ¿Cree que en el fútbol actual un central, además de defender, debe tener buena salida de balón para ser importante en un equipo?
(Risas) Yo soy medio loco porque me incorporo al ataque muchas veces. Me choco los tobillos (risas). Desde que llegamos aquí, el club nos pidió libertad y creatividad y, bueno, hay que tomar riesgos, como en todos los sitios, siendo consciente. Me gusta arriesgar, me gusta la presión. Y si me equivoco, la pido de nuevo la pelota. Y si me vuelvo a equivocar, la vuelvo a pedir. Uno confía en que salga bien. Me gusta mucho arriesgar, porque tenemos buen pie en el Lens los centrales. Nos acostumbramos a la idea de jugar. Nos adaptamos a todo.
Ya ha ido convocado con Argentina y ha disputado cuatro partidos. Sin embargo, en 2022, a pesar de su nivel en la Ligue 1, no fue convocado para el Mundial. ¿Aquello fue una espina para usted? Estaba a un fantástico nivel.
Es lo más grande que hay para mí ganar algo con la selección. Dentro del fútbol no hay más gloria que esa. Y más un Mundial. Sería algo increíble, ojalá la vida, el camino, y las decisiones que tome me puedan llevar a poder lograr eso. No le llamo espina, pero si me hubiera gustado. Estuve en la prelista. Estuve a punto. Pero esto es fútbol. Obviamente hay que estar en el lugar del staff, hay que ser realista y hay que ponerse del lado de la otra persona, de la otra vereda. Yo me pongo muy contento por la mayoría de los chicos que ganaron, con los que tengo muy buena relación y son buenos amigos con los que coincidí en la sub-17. Creamos una buena relación. Y la verdad es que me puse muy contento. No me enfadé, sí que fue como un golpe quedarse fuera, pero al fin y al cabo te pones a ver la lista de los cracks que fueron, y bueno, yo estuve a la altura y voy a seguir peleando para ponérselo complicado a los técnicos.
Usted fue a la Ligue 1 en 2020 y Messi un año después. ¿Qué significó para usted enfrentarse a Leo?
Te digo la verdad. Nunca me imaginé enfrentármelo. De sparring sí con la selección, pero después es algo inexplicable. Messi es el mejor que hay, no cabe duda para nadie.
¿Y cuándo tenías que jugar contra él? ¿Había ese respeto que infunda?
¿Cómo que no? Sí que existe el respeto (risas). Le hacía una entrada y le decía, perdón Leo. Seguramente los chicos me jodían, pero hay que cuidarlo. Lo tenía que cuidar. Un empujoncito en vez de una patada, sin dañar, sin contacto físico. Pero después lo tenía que agarrar. No le puedes quitar la pelota, hay que agarrarlo. Yo lo que no comparto es lo que pasó. Hay cosas más profundas que vamos a ver, pero a mí no me gustó el trato que hubo hacia su persona. Más allá de ser futbolista, nosotros somos seres humanos y tenemos sentimientos. Hay que recalcar eso. Hay que recalcar a esas personas el valor humano que tienen, porque lo que resalta de Leo es la humildad y la capacidad de manejar las cosas. Todos los grandes deportistas lo dicen. Pasó eso, no cayó bien por ganar en la final justo con Francia y pasó lo que pasó. No hay excusas para hacerle un reconocimiento a un futbolista de su clase, que es única. Como el homenaje que recibió McAllister, el Dibu... Mínimo un poco de respeto tendría que haber. Más allá de que a nadie le gusta perder. Lo que queda dentro de un campo de fútbol en el deporte... Sí, nos matamos. Pero, una vez finalizado eso, arranca la vida social y la vida de un ser humano. Y no hablo específicamente de Messi, pero a otros les afecta más. Hay que ser conscientes de eso. ¿Qué te voy a decir? Ganamos la Tercera Estrella.
“Messi no cayó bien por ganar en la final a Francia...”
También se ha enfrentado a Mbappé. ¿Cómo es defenderle? ¿Cree que puede marcar una era en el fútbol?
Qué buena pregunta. Sí, está capacitado para marcar una era. Pero detrás de eso hay un equipo. No es un juego individual. Es un juego colectivo y necesitas de tus compañeros, más allá de todo eso. Hoy en día, el fútbol se está igualando y son los detalles los que marcan las diferencias. Para ganar una Champions, por ejemplo, juegan más los detalles que otra cosa. La va a ganar él, la va a ganar como otros grandes jugadores. Ojalá que el fútbol les regale eso a esa clase de jugadores.
¿Cuál es la fórmula para frenar al PSG? Les habéis ganado estos años y, esta temporada, les tuvisteis contra las cuerdas en la Copa de Francia. Y ahora, sin estrellas, parece que todos presionan sin negociar los esfuerzos.
El PSG es el PSG. Tiene una cantidad de jugadores enorme de selección, con una fantástica calidad. Pero una vez entrados en el campo, somos once contra once y, tengan la calidad que tengan, nosotros tenemos nuestras herramientas, puntos fuertes, y vamos a intentar de meterle intensidad y volver a repetir las cosas que hicimos en el partido de Copa o mejor. Vamos a disputar un partido con la seriedad que se obtiene y sin respetar a nadie. En el fútbol no hay respeto ni familia. Vamos a intentar ganar en nuestro campo. Saldremos a ganar y a mantenernos en la lucha de poder dejar al club en una competencia europea.
¿Cree que este Lens, con algo más de gol, podría aspirar a puestos Champions?
Somos un equipo complicado. Tanto en casa como de visitante, quizá más de local. Necesitamos un poco más de eficacia a la hora de convertir. Lo importante es el rendimiento individual y colectivo de cada uno. Yo confío plenamente en los volantes, en los delanteros, que en cualquier momento pueden ganar. Y a balón parado. Alguno de mis compañeros me caga porque dice que tengo que marcar. Confío en que estos últimos meses cambiemos la dinámica. Confiamos en nuestras herramientas, sabemos lo que podemos hacer. El sábado trataremos de jugar un partido muy importante, como todos los partidos,
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