Haaland ‘desafía’ a Guardiola
La Community contra el Liverpool enseña lo bueno y lo malo que es tener a un delantero como Haaland en el City. Guardiola tiene que encajarle en su idea.
A Guardiola se le reconocen multitud de recursos tácticos, pero sin duda dentro de su obra destaca el cambio de posición de Messi a falso nueve. Con ese movimiento y la colección de títulos posteriores trascendió de manera simbólica. En las últimas temporadas en el City, desde el bajonazo por las lesiones de Agüero, Guardiola prescindió también de una referencia clásica en la delantera, que ahora recupera con la figura de Haaland. La llegada del noruego es todo un desafío en sí mismo para el técnico sky blue. A pesar del estreno poderoso del noruego en el amistoso contra el Bayern, el City perdió el primer título de la temporada frente al Liverpool y la puesta de largo oficial del ex del Dortmund no resultó nada alentadora. Es algo lógico, dado la altura de la pretemporada, pero el partido deja un trasfondo que obliga a Guardiola a intervenir.
Haaland estuvo muy fijo arriba entre Matip y Van Dijk ante el Liverpool, notoriamente desconectado del juego del City. El equipo de Guardiola se caracteriza por una posesión fluida, con jugadores intercalados entre líneas y un dinamismo posicional importante. Con Haaland gana un futbolista rotundo en el área, de una facilidad goleadora incalculable, pero en algunos contextos como en la Community puede añorar mayor juego entre líneas.
La referencia de Haaland aleja a la línea defensiva y debería permitir tener mayor libertad a los centrocampistas del City. Sin embargo, contra el Liverpool hubo muchas situaciones en las que nadie se perfilaba a los lados de Fabinho, a diferencia de cuando el equipo sky blue actuaba con un falso nueve. Mahrez y Grealish tenían una doble orden. Por un lado, dar amplitud; por el otro, meterse por dentro. Y lo hicieron cuando pudieron dando espacio a Walker y Cancelo para que tomaran altura, algo que después ayudaba a Haaland a disponer de opciones de remate en el centro lateral si se daba la ocasión. Aun así, al City le faltó repetir este mecanismo. De Bruyne se vio muy solo en sus apariciones a la espalda de los centrocampistas del Liverpool. El belga encontró un aliado cuando Foden entró al terreno de juego.
Es cierto que la posición tan retrasada de Bernardo Silva en la creación, una decisión de Guardiola para superar la presión del Liverpool, impidió disponer de más futbolistas entre líneas. En la mayoría de los encuentros no necesitará que Bernardo baje tan atrás y eso beneficiará también a Haaland. Cuando el noruego lanzó apoyos en los ataques posicionales y arrastró a los centrales reds, se produjeron acciones interesantes con la entrada desde atrás de otros jugadores. Haaland logró dar cierta continuidad. No todo fue malo.
Además, Haaland demostró ser una amenaza continua al espacio. El City disfruta de una máquina física, imparable en la carrera. Cada presión desajustada del Liverpool derivó en situaciones ventajosas para los de Guardiola, que no resolvieron bien por una mala toma de decisiones o errores técnicos. Cuando De Bruyne sea capaz de recibir entre líneas y girar, la ruptura de Haaland resultará imparable. También es un futbolista diferencial cuando viene al apoyo en su propio campo para activar las transiciones.
La Community Shield supuso el primer varapalo (veraniego) de la era de Haaland en el City. A Guardiola seguro que no le preocupa la ocasión que erró en el tramo final. Eso son gajes del oficio. Más dudas le dejó el encaje táctico que debe ajustar en partidos de altos vuelos. Antes no contaba con un delantero como Haaland, un goleador andante, y el City trazaba los caminos hacia el gol de maneras más imaginativas. Crear un entorno propicio para el noruego sin que las señas de identidad de su equipo se difuminen es una tarea pendiente para Guardiola. Sabe que en el área se le caerán los goles que en algunas circunstancias echaba de menos, pero hay que acercarse a la misma tan bien como lo ha hecho estos años.