Giuliano, divino tesoro
El argentino pone piernas y energía al Atlético. El jugador con más regates, ocasiones creadas, entradas y recuperaciones del equipo en Seattle.


En una plantilla como la del Atlético, donde 15 futbolistas alcanzan o superan la treintena en este año, la juventud es ese divino tesoro al que aludía Rubén Darío. Y el Atlético se acoge a las piernas y energía de Pablo Barrios y un Giuliano que es indudablemente una de las sensaciones del fútbol esta temporada. Hace exactamente un año finalizaba su cesión en el Alavés con la sensación de haber acabado a buen nivel, pero la lesión de peroné de la pretemporada le había trastocado en el inicio sin permitirle participar en los primeros meses.
Sin embargo, Simeone veía ese energía que le faltaba al equipo. Un jugador más, sin apellido ni condición de hijo. Giuliano se ganaba un sitio en la plantilla para ir escalando poco a poco. Goleador en el filial, en la élite comenzaba a labrarse un hueco en la banda diestra tras sumar 25 minutos en los siete primeros partidos, sin participar en cuatro de ellos por decisión técnica. Hasta convertirse en un indispensable. Giuliano, de 22 años, alcanzará hoy los 50 partidos esta temporada con la primera plantilla (más uno que jugó antes de ir enlazando cesiones).
Su valor de mercado en Transfermarkt se ha multiplicado desde los tres millones del inicio de curso hasta los 35 actuales. Se ha labrado un sitio fijo en los planes de Scaloni y es la batería sin fin del Atlético. La electricidad, el rock&roll del rojiblanco. Una garra y una pasión que contagia acompañado de un crecimiento futbolístico cada día mayor. Ante el Seattle, el argentino asistió a Barrios para abrir el marcador. El noveno pase de gol del curso, solo superado por los 10 de De Paul.
Giuliano se vacía con coberturas larguísimas, desmarques, rupturas al espacio. Generar caos para la defensa rival, abrir hueco... En definitiva, ser un dolor de cabeza para el rival. Y una divina virtud para el Atlético, donde a veces se peca de falta de movimiento a la carrera. En el Lumen Field fue el jugador del Atlético con más regates completados (seis), más ocasiones creadas (tres)... y a su vez el futbolista con más recuperaciones (10) y más entradas ganadas (cuatro).
Un atlético sobre el césped que se deja el alma, pero que también aporta en ataque y en defensa. Con la posición de Llorente más cercana a tercer central, el argentino recorre kilómetros y kilómetros en el carril. Y ante Botafogo será clave para intentar perturbar a una defensa que se cierra de maravilla. Su papel cada vez es más importante. Un Giuliano que es una bendición para el Atlético.
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