El Wolves se estanca pese a Jorge Mendes
Bruno Lage tiene una plantilla corta y plagada de lesionados en el inicio de temporada. Gonçalo Guedes llega a un equipo estancado en la mitad de tabla.
Tras su irrupción en la Premier League, en Molineux escasea la ilusión. Se han estancado los lobos en la insulsa mitad de tabla. El proyecto del Wolves parece diluirse, especialmente por la ausencia de fichajes importantes y por la forma en la que terminó el curso pasado. Ganando solo dos partidos en los tres últimos meses de competición, y perdiendo hasta ocho de ellos. Los malos resultados fueron acompañados de malas actuaciones. Se echa en falta la creatividad, la frescura y el trepidante juego que convirtió al Wolverhampton Wanderers en el equipo de moda en Inglaterra al final de la pasada década.
Empezó mal el presente curso para los de Bruno Lage, con derrota en casa del Leeds United por 2-1. El técnico portugués tendrá problemas para confeccionar un once de garantías durante las primeras semanas de la competición. Nelson Semedo, Adama Traoré, Raúl Jiménez, Chiquinho e incluso Joao Moutinho están en una enfermería más concurrida que el banquillo de suplentes. La llegada de Gonçalo Guedes servirá para aliviar las penas de Lage, que cuenta con Hee-Chan Hwang como único delantero. El surcoreano solo acertó a disparar una vez en Elland Road el pasado sábado, por lo que Guedes y Lage tienen deberes. Especialmente el atacante.
Gonçalo Guedes necesita adaptarse lo antes posible y Bruno Lage necesita que su nuevo jugador tenga un impacto inmediato. El Wolves debe empezar a sumar para evitar sustos. Es en agosto cuando los de ámbar y negro disputarán sus encuentros más asequibles. En teoría. La ausencia de sus principales estrellas complica la existencia de Lage que dirigirá a los suyos en los enfrentamientos contra Liverpool, Manchester City, West Ham y Chelsea. Todos de forma consecutiva entre septiembre y octubre.
Atrás quedaron los años de inversión del grupo Fosun, propietario del club. La compañía china adiquirió el Wolverhampton Wanderers en 2016, y pronto empezó la relación con el agente Jorge Mendes. Nuno Espírito Santo fue el técnico que devolvió al club a la Premier League, y luego completó su plantilla con talento portugués, tan emergente como experimentado. Llegaron futbolistas como Rúben Neves, Diogo Jota, Rui Patricio y Joao Moutinho. En su campaña de regreso a la Premier League, los lobos terminaron en una más que meritoria séptima plaza, clasificándose para disputar competición europea por primera vez en casi 40 años. También llegaron a semifinales de la FA Cup, y solo un gol de Gerard Deulofeu en la prórroga evitó que el Wolves se plantara en la final frente al Manchester City.
Un proyecto serio y de futuro. Y capaz de retener a sus principales activos. Destacaron Adama Traoré y Raúl Jiménez, pero ambos permanecieron en el estadio Molineux. Diogo Jota fue la baja más sensible, pero los lobos sacaron alrededor de 45 millones de euros con su traspaso al Liverpool. Un dinero que sufragó el fichaje de otra promesa, Fábio Silva. La rueda giraba… hasta que dejó de hacerlo. Silva no tuvo el impacto de sus compatriotas, y a las continuas lesiones de Raúl Jiménez se le unió el mal momento que Adama Traoré estaba teniendo frente a la meta contraria. El Wolves se quedó en tierra de nadie. Tras dos insulsas temporadas en mitad de tabla, el flujo de inversión y de ilusión se ha secado.
Este verano apunta a un nuevo cambio de etapa en el estadio Molineux. En el duelo frente al Leeds, el Wolverhampton Wanderers jugó sin Conor Coady, su capitán, por primera vez en cinco años. El lunes se confirmó la salida del de Liverpool al Everton. Fue su salido lo que favoreció la llegada de Guedes, pero Bruno Lage necesita más. Solo cuenta con tres centrocampistas en su plantilla. Anda escaso de recursos, pero no de quebraderos de cabeza. En esta ocasión no podrá contar con los billetes de los propietarios ni con la ayuda de Jorge Mendes.