El nuevo Chelsea asusta
Sterling y Koulibaly son los primeros refuerzos del equipo de Tuchel. Los blues cuentan con 225 millones de presupuesto y quieren más: Koundé, Cristiano...
“Me gustaría ser un entrenador con un legado, pero me lo tengo que ganar. A Pep y Jürgen no se lo ofrecieron así como así. Tienes que ganártelo”, asumía Thomas Tuchel, en unas declaraciones recogidas por la BBC durante la gira norteamericana del Chelsea. Una gira en la que el equipo inglés no solo ha empezado a exhibir su músculo financiero sino también su ambición en términos deportivos.
Tras la sanción a Roman Abramovich y la posterior venta del club, que pasó a manos de Todd Boehly y el fondo de inversión Clearlake, el éxodo de defensas amenazó el futuro del Chelsea. Christensen y Rüdiger anunciaban su salida con destino a España, mientras que Azpilicueta y Marcos Alonso esperaban (y esperan) hacer lo mismo, pero el equipo blue se ha movido con agilidad en el mercado, sostenido por los 225 millones de euros de presupuesto en fichajes, que podrían ser más si venden a algunos jugadores.
Así pues, el primero en llegar fue Raheem Sterling por 52 millones de euros. Un golpe de efecto para volver a dinamizar el ataque blue, tan castigado en la última campaña por la irregularidad de Lukaku (ya en el Inter) y de Werner (que todavía podría salir). A Sterling, no obstante, se le podría unir una segunda incorporación en el frente ofensivo, y Cristiano Ronaldo todavía se presenta como la gran opción, toda vez que Serge Gnabry renovará con el Bayern.
Sin embargo, la mayor fuente de preocupaciones para Tuchel era la retaguardia, como él mismo reconoció este miércoles ante la prensa: “No descartaría fichar a otro delantero pero ahora mismo no es nuestra prioridad. La prioridad ahora mismo es nuestra defensa, no es un secreto”. Y como no es un secreto, este verano quiere contar con tres nuevos nombres, pero ya tiene dos.
Kalidou Koulibaly, que ha costado 40 millones de euros, es el primer defensa y la segunda contratación en anunciarse esta ventana. Pero los blues se han llevado un varapalo al irse al traste la operación por Nathan Aké, que estaba muy encauzada. Ahora el club deberá buscar un plan B que podría pasar por Koundé o Kimpembe.