El hombre milagro del Pachuca: de Segunda a seis Champions

Pachuca, en el estado de Hidalgo, nunca ha sido una referencia en el fútbol mexicano, a la sombra de otras instituciones con más solera, como América, Chivas o Cruz Azul. Hasta que Jesús Martínez se cruzó en 1995 en el camino de los Tuzos, apodo de origen minero con el que se conoce al rival del Real Madrid en la final de la Copa Intercontinental. Desde entonces, 6 Champions de la Concacaf y 7 ligas mexicanas. Y un proyecto que va más allá del fútbol.

“Todo es culpa de mi papá, que era un loco del fútbol y un apasionado de Pachuca. Y yo tenía el sueño de dirigir un club del fútbol profesional”, cuenta a As Jesús Martínez desde México, donde seguirá, muy a su pesar, el choque ante el Madrid: una agenda repleta no le permitirá estar en Qatar.

Hombre pasional y religioso, Martínez es conocido en España por ser el dueño del Real Oviedo, “el equipo que me quita más horas de sueño”, como siempre dice. Además, dirige a León (México) y Everton (Chile). Y con un bagaje tan amplio, el de hoy ante el Madrid es el partido más especial. “Hace unos días hablé con Emilio (Butragueño), que es como un hermano para mí, antes del sorteo del Mundial y mira qué casualidad que quedamos emparejados en el mismo grupo y ahora podemos hacer un adelanto. Jugar contra el Madrid es un orgullo para Pachuca. Y ganarle sería nuestro mayor logro”.

Lo es por el escenario y por el nombre del rival. El Madrid despierta admiración a los ojos de Martínez. “Es la mejor institución deportiva del mundo. Y no es algo que diga yo, es que así ha sido reconocido. Florentino Pérez es un amigo y admiro las agallas que le pone y su visión de negocio”, señala.

Pachuca llega a la final tras un esforzado camino. Primero derrotando a Botafogo con claridad (3-0). “Tenías que ver todos los fans brasileños que nos apoyaban… Los de Flamengo, Palmeiras…”, indica, divertido, Martínez. Después, se deshizo del campeón africano, el Al Alhy, en los penaltis. “¿Que cómo seguí la tanda? Hincado de rodillas y rezando a diosito”, dice el azteca.

Ahora, la empresa de mayor dificultad. Pero los Tuzos llegan sin complejos. “El Madrid se va a encontrar a un equipo joven, vivo y comprometido. El 70% de nuestros futbolistas son canteranos. Los niños que llegaron a Pachuca cuando tenían 10 u 11 años ahora son hombrecitos que pelearán contra el Madrid”, dice con orgullo.

Porque Pachuca va más allá del fútbol. “Empezamos en 1995 con 22 jugadores y ahora el grupo tiene 4.000 colaboradores y 700 futbolistas entre todas las categorías. Y lo que más me enorgullece es que es una empresa familiar, aquí trabaja mi mujer, mis hijos, sobrinos, Martín Peláez (presidente del Oviedo), que es como un hermano…”. La iniciativa que más orgullo le produce es la Universidad del Fútbol, un enorme campus a las afueras de Pachuca donde conviven los jugadores de la cantera y estudiantes de todo México y el extranjero. De hecho, 8 jugadores de la plantilla Tuza están matriculados en su Universidad, y dos de ellos ya se han licenciado.

Pero Martínez es sobre todo, un tipo con ojo para el fútbol. Sabe detectar el talento y participa en las decisiones deportivas. También ficha. Así que la pregunta es clara: ¿A qué futbolista del Madrid ficharía? Responde sin dudar: “A Vinicius. Es rápido, con desborde, carácter y tiene gol. Y además siempre me han encantado los extremos. Mira los cuatro que tengo en el Oviedo…”