De Eriksen a Bove: los futbolistas que usan desfibrilador automático implantable para poder seguir jugando
El DAI ha salvado la vida de futbolistas como Blind, aunque no está permitido en todas las ligas.
Fue en el minuto 17 cuando todo dejó de girar en torno al balón. En ese momento, Edoardo Bove caía desplomado durante el Fiorentina-Inter de Serie A a consecuencia de un paro cardíaco. El silencio y la preocupación reinaban en el Artemio Franchi por el joven futbolista de 22 años. Pero, gracias a la rápida actuación de los médicos, el mediocentro despertó en buenas condiciones tras pasar una noche sedado en la UCI. Aunque su futuro, como el de muchos otros que pasaron por situaciones como la suya, está en el aire.
Días después de ese 1 de diciembre, Bove fue operado para implantarle un desfibrilador subcutáneo y, así, poder recibir el alta. Un dispositivo removible que le ha permitido volver con sus compañeros, aunque tiene que esperar los resultados médicos para saber si se le puede retirar o tiene que tenerlo implantado, lo que le convertiría en un nuevo ‘caso Eriksen’.
“Nos vemos pronto... ¡En el campo!”, anunció el italiano en un comunicado en el que agradeció todo el apoyo recibido. La duda, es dónde. La legislación italiana es muy estricta respecto a estos casos y, si finalmente tiene que llevar un desfibrilador fijo, no podría jugar en su país, como le ocurrió a Christian Eriksen.
El danés se desvaneció durante el Dinamarca-Finlandia de la Eurocopa de 2021 por una parada cardíaca que le hizo estar cinco minutos muerto. Días después, el actual centrocampista del Manchester United fue operado para insertarle un DAI (Desfibrilador Automático Implantable) con el que ha seguido jugando al máximo nivel tanto en clubes como con su selección. Sin embargo, la ley italiana no le permitía continuar su carrera en la Serie A con este dispositivo. Lo que provocó que Eriksen tuviera que abandonar el Inter y fichar por el Brentford.
Según los resultados médicos que reciba Bove, el jugador de la Roma cedido en la Fiorentina podría tener que seguir estos mismos pasos. Lo que sí está claro, es que el DAI ha salvado la vida a más de un futbolista durante las últimas décadas.
De Blind a Fadiga
Hay varios futbolistas que, tras sufrir desvanecimientos o colapsos, decidieron continuar su carrera con un DAI instalado. El cual, a alguno de ellos, les terminó salvando la vida. Lo que hace este dispositivo es usar descargas eléctricas para restablecer el ritmo cardíaco normal cuando identifica que hay alteraciones en los latidos, como aumentos excesivos y desorganizados.
Un jugador al que el DAI no solo le ha permitido seguir compitiendo, sino que además le ha salvado la vida, es Daley Blind. El holandés sufrió mareos en 2019 durante un partido de Champions League contra el Valencia. Tras el encuentro fue al hospital y los médicos vieron que el entonces futbolista del Ajax había sufrido una parada cardiaca. El central se recuperó y pudo volver a los terrenos de juego, pero con un desfibrilador instalado.
Unos meses después, llegó el susto. Blind se desplomó durante un amistoso de pretemporada contra el Hertha de Berlín. Pero el futbolista pudo salir del terreno de juego por su propio pie gracias a la actuación del DAI. Su técnico, Erik ten Hag, declaró tras el partido que el desfibrilador “se le disparó”. A pesar de estos sustos, el holandés ha podido seguir con su carrera, siendo ahora una de las piezas claves en el Girona de Míchel.
Antes de Blind, Evander Sno o Khalilou Fadiga ya habían alargado su carrera profesional gracias a un desfibrilador. El primero de ellos sufrió dolores en el pecho con 25 años, mientras disputaba con el NEC Nijmegen un encuentro de Eredivisie contra el Feyenoord, en 2012. Pero este era el segundo episodio que vivía Sno. Dos años antes se había desvanecido en un amistoso que disputaba con los suplentes del Ajax ante el Vitesse. Fue entonces cuando se le instaló el DAI que le salvó la vida después y que le ha permitido seguir jugando hasta esta temporada, cuando se ha retirado.
En el caso de Fadiga todo se complicó en 2003. Su traspaso al Inter de Milán estaba a punto de cerrarse cuando se descubrió que sufría una arritmia que frustró el fichaje por el conjunto italiano. Después de unos meses se unió a las filas del Bolton, con el que colapsó durante el calentamiento previo a un encuentro de la Copa de la Liga frente al Tottenham. Tras este episodio se le instaló el DAI, con el que marcó el gol de la victoria el día en el que volvió a jugar después del desvanecimiento. Pero, sobre todo, gracias al que alargó su carrera profesional. Estos problemas los ha heredado su hijo Noah, al que hace un año se le detectó una arritmia que le obligó a abandonar el Brest, ya que la Federación Francesa de Fútbol también es muy estricta con estos casos y le retiró la licencia (ahora juega en el Gent).
Otro futbolista que anotó el tanto de la victoria, pero semanas después de su regreso, fue Daniel Engelbrecht. El atacante colapsó en 2013 en un partido de la Tercera División alemana frente al Erfurt, un día después de firmar su contrato. Tras cuatro operaciones y un DAI, no solo le dio la victoria a su equipo, el Stuttgarter Kickersen, en los últimos minutos. También se convirtió en el primer alemán en jugar con un desfibrilador. Gracias a este dispositivo siguió dedicándose al fútbol unas temporadas más, hasta que en 2017 los médicos le recomendaron retirarse tras de sufrir tres incidentes entre encuentros y entrenamientos.
“Sentí que me estaba perdiendo y que entraba como a un túnel”
Como la mayoría, Dragisa Gudelj intentó alargarlo todo lo que el corazón le dejó. El hermano del sevillista Nemanja Gudelj anunció hace unos meses su retirada tras sufrir dos paradas cardiorrespiratorias con el Córdoba. Entre episodio y episodio, el DAI le dio esperanza y le salvó la vida.
Porque, en marzo de 2023, después de tres minutos y medio sin pulso, Dragisa recuperó la consciencia tras desplomarse durante un encuentro frente al Racing de Ferrol. “Sentí que me estaba perdiendo y que entraba como a un túnel que se iba haciendo cada vez más pequeño y oscuro y escuchando lo que decía cada persona de las casi 25.000”, explicó en una entrevista en AS.
Este suceso le llevó a insertarse un desfibrilador y a plantearse si debería volver a jugar. Pero, tras ir recuperando confianza y escuchar las recomendaciones de Eriksen, con el que estuvo hablando, decidió darse una segunda oportunidad en el fútbol. Sin embargo, en diciembre de ese mismo año sufrió otro desvanecimiento en un encuentro frente al Melilla que le llevó a la retirada.
Un poco menos que Dragisa Gudelj, dos minutos y 40 segundos, fue el tiempo que estuvo muerto Tom Lockyer tras desplomarse durante un partido ante al Bournemouth en diciembre de 2023. Sin embargo, no era la primera vez que el jugador del Luton Town vivía algo así. Porque en junio del mismo año el central se desvaneció en el playoff de ascenso a la Premier League contra el Coventry City.
Fue tras el segundo episodio cuando a Lockyer le implantaron un DAI con el que controlar posibles alteraciones cardíacas. Se desconoce si volverá a jugar, pero el pasado agosto se empezó a entrenar en solitario con su equipo.
El paso contrario de Dwamena
El trágico fallecimiento de Raphael Dwamena en noviembre de 2023 resalto aún más la importancia del DAI. El que fuera futbolista del Levante y Zaragoza se desplomó durante un partido en Albania entre el Egnatia, su equipo, y el Partizani. Y, aunque los servicios médicos hicieron todo lo posible por reanimarle, no consiguieron salvarle la vida.
El ghanés había sufrido problemas cardíacos en su carrera, lo que provocó que el Zaragoza le obligase a implantarse el DAI si quería cerrar el fichaje. De hecho, el atacante, a pesar de la recomendación de los médicos, no quería retirarse.
Tras desplomarse en dos ocasiones desde la implantación del desfibrilador (en las que el dispositivo le salvó) y apoyado en creencias religiosas, Dwamena decidió quitarse el DAI, a pesar de la advertencia de los médicos. De hecho, firmó un documento en el que asumía las consecuencias de esta decisión, incluida la muerte.
A pesar de la utilidad del DAI, la Sociedad Española de Cardiología señala que, un deportista que porte estos dispositivos (DAI y marcapasos), es apto o no para realizar deporte recreacional y/o competitivo según “el tipo de enfermedad de base” y el grado de riesgo de desarrollar “arritmias/muerte súbita”, “no por la presencia del dispositivo en sí”. En definitiva, diversos factores que influyen de manera individual en cada persona y que ha llevado a países como Italia o Francia a prohibir la práctica deportiva de deportistas con estos desfibriladores.
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