Cristiano tiene mil vidas

Míchel González, Nacho Fernández y su Al Qadsiah’ mantienen encendida la lucha por la tercera plaza, que seguirá en manos de Cristiano Ronaldo y su Al Nassr tras doblegar, contra la lógica y con la ayuda de los astros, al Al Ahli. Quizá Gabri Veiga tenga ahora un motivo más para regresar al fútbol europeo. Y, por qué no, al Celta. A menos que conquisten el título continental esta temporada, el de Porriño y su equipo se despiden la próxima Champions League asiática tras un duelo de cartel entre los dos conjuntos más en forma del campeonato saudí que tuvo de todo. Tensión, golazos, lesiones y polémica en un partido esquizofrénico. Tanto que el parte de heridos y de tarjetas fue numeroso. Tres lesionados, cinco tarjetas amarillas y una roja. Otávio, entre ellos.

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Pero entre el alto voltaje general también hubo fútbol. Con Veiga como protagonista inicial con dos ocasiones claras. No engatilló una volea franca ante Bento tras un regalo de Mahrez, al que a los 5′ le anularon un gol por fuera de juego, y tampoco se pudo resarcir con un pase de la muerte que dejó con vida un Kessié que no llegó al remate. Pero también Cristiano, que a sus 924 goles y 40 años recién cumplidos no ha perdido un ápice de hiperactividad y capacidad de liderazgo. El partido contó con su enfado habitual pero también con una dosis poco habitual de sacrificio defensivo a falta de su rúbrica goleadora. Su sustitución a 15′ del final cortó una racha de cinco partidos consecutivos anotando, con el consecuente peligro de que Benzema, a dos goles de sus 18 en liga, le alcance como máximo goleador. Una anécdota para lo que ocurriría.

Por Otávio entraría Ayman Yahya, el protagonista del choque con permiso de un John Durán en ‘modo FIFA’. Un guiño del destino y un cambio profético para Al Nassr el del saudí, que intervino en los dos goles clave. El del 1-0, para que los de Riad se fueran a vestuarios con ventaja y con la tercera plaza en la mano. John Durán recibió en la media luna del área tras una pared del recién ingresado con Mané y anotó su tercer gol en dos partidos para confirmar su desembarco estelar. Control de espaldas y zurdazo a la esquina inferior izquierda de la portería. Tras el descanso, el VAR. Majarashi empató rematando en semiescorpión un balón suelto en el área en el que, además, Simakan era expulsado por responder a la provocación de Ivan Toney con una agresión. El extenso análisis de la acción por parte del videoarbitraje volvió a echar un cable a Al Nassr. Se anulaba el gol, pero no la expulsión. Mal menor.

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Ardía la pelea por la Champions con Al Ahli en crecida cuando Pioli sorprendía con un golpe de pizarra exitoso: Cristiano, al banquillo. Quizá la decisión la explicaba la altísima intensidad y ritmo, que traspasaba la frontera del reglamento con asiduidad, con el consecuente riesgo de lesión. Mientras Al Nassr trataba de coger oxígeno ante la avalancha rival, Bento multiplicaba sus brazos. Hasta ocho paradas. Pioli tiene portero, delantero y estrella. El brasileño no acertó, sin embargo, con un cabezazo de Toney a pase de Gabri Veiga que significaba el 1-1.

Pero Al Nassr tenía ángel. Tan solo diez segundos después, Yahya lograba batir a Mendy en segunda instancia. Eran sus únicas contribuciones de gol en la temporada. Oportuna aparición la suya. 1-2 y minuto 80 cuando una manada de búfalos parecía ser el epílogo de una noche loca de fútbol en Yeda. John Durán comenzó su cabalgada en campo propio para acabar empotrando el balón en la portería y hacer el 1-3. La sentencia. O casi, ya que Al Nabit anotaría el 2-3 en la última jugada de un descuento de hasta trece minutos. Hay conjura en Al Nassr, que se sitúa con 44 puntos a cinco del líder, Al Ittihad, y a tres de Al Hilal.

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