Neymar, finiquito millonario

Neymar ya es historia en Arabia Saudí. La rescisión del brasileño con Al Hilal cierra un capítulo con más sombras que luces, marcado por una dolorosa lesión que le mantuvo en el dique seco durante un año y una recuperación que trajo más dolores de cabeza a la entidad que soluciones. Su situación dio un vuelco la semana pasada tras varios preludios marcados por salidas de tono entre uno y otro lado, pero que en menos de 72 horas su situación ha marcado y va a cambiar el devenir del mercado.

Pero para poder explicar el cómo, antes hay que hablar del por qué. El pasado 21 de octubre volvía al ruedo tras un año fuera tras sus rotura de ligamento, pero apenas pudo aguantar un par de días antes de volver a recaer -esta vez por una lesión muscular-. Un contratiempo que Al Hilal no esperaba y que hizo que Jorge Jesus perdiera la esperanza en el jugador. El club lo tuvo claro: Neymar ni estaba ni se le esperaba para el resto de la temporada.

Lesionado, con apenas seis meses de contrato y un salario que superaba las ocho cifras, la situación del diez estaba abocada a una resolución extrema, cosa que Jorge Jesus, técnico del equipo, confirmó en rueda de prensa: “(Neymar) No puede rendir al nivel que esperamos. Todavía tiene contrato con Al Hilal y quizás sea él quien decida su futuro”. Al Hilal le abría la puerta de par en par mientras Ney valoraba sus opciones.

Rescisión millonaria

Neymar pasó del “decidiré mi futuro una vez me recupere de la lesión” al “rescindo mi contrato” en menos tiempo que dura un parpadeo. A principios de la semana pasada el entorno del jugador dejó claro por activa y por pasiva a todos los clubes interesados que su destino pasaba por volver a Brasil. Tras agradecer y rechazar las ofertas de la MLS (Chicago Fire) que “gustaban a Al Hilal en términos económicos”, su entorno de la mano de su agente, Pini Zahavi, se puso manos a la obra para activar la maquinaria que hiciera posible ese regreso.

El fin de semana se intensificaron los contactos con la directiva saudí. La decisión estaba tomada. “La rescisión de su contrato pinta muy positivo. Todo es posible”, deslizaban desde ambas partes. El gran problema era el económico: Neymar aún tenía que cobrar 90 millones de dólares en los seis meses que le quedaban de contrato. Todos los actores quedaron en hacer una última reunión el 27 de enero. Ya era jugársela a un todo o nada.

Finalmente, Al Hilal accedió a las pretensiones del diez por varias cuestiones, la más importante pensando que será uno de los embajadores del próximo Mundial de 2034 y no querían dejar un mal sabor de boca. Neymar se embolsará entre 30 y 40 millones de dólares como finiquito. El diez vuelve al Santos, donde todo empezó, con la esperanza de renovarse y ser otra vez ese Neymar que un día enamoró al mundo.

Mensaje a la afición

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El brasileño publicó en sus redes sociales un mensaje de agradecimiento a la afición del Al Hilal: “A todos en Al Hilal, a los aficionados: ¡¡Gracias!!Lo di todo para jugar y ojalá hubiéramos pasado mejores momentos juntos dentro del campo. A Arabia Saudí, gracias por darme a mí y a mi familia un nuevo hogar y nuevas experiencias. Ahora conozco al verdadero saudí y tengo amigos para toda la vida. Siempre sentí tu amor y pasión por el juego. Seguiré vuestro camino como club y como país hacia el 2034. Tu futuro será increíble, están sucediendo cosas especiales. Y yo siempre te apoyaré“.

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