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GRANADA

El Granada, siempre contracorriente

El conjunto de Paco López ha empezado perdiendo en once de los trece partidos disputados hasta ahora. Su única victoria vino cuando se adelantó

El Granada recibe un gol ante el Valencia.
ALBERTO IRANZODIARIO AS

El Granada se está acostumbrando a empezar perdiendo. Los de Paco López no sólo sufren mucho con sus problemas en la retaguardia, sino que además esos despistes provocan que siempre tenga que empezar los partidos remando a contracorriente. De los trece partidos disputados, los andaluces han encajado primero en once de ellos, sin conseguir ninguna remontada. Sólo en dos ocasiones se adelantó en el marcador: una ganó, la otra empató contra el Barcelona.

Los problemas atrás van más allá de los goles encajados. Porque el Granada recibe el primer golpe prácticamente siempre. En ocasiones varios seguidos que le dejan al borde del KO. Ya en la primera jornada visitando el Metropolitano, fue Morata quien adelantó a los rojiblancos en el descuento de la primera mitad. Un tanto que Samu logró igualar en la segunda parte, pero la calidad colchonera se impuso. No fue mejor contra el Rayo una jornada después. El conjunto nazarí supo aguantar bien y el tanto no llegó hasta el minuto 75 obra de Álvaro García. El golpe dejó noqueado al equipo que cuatro minutos después recibió el segundo, haciendo imposible la remontada.

En la tercera jornada se vio la, hasta el momento, única victoria del Granada. Se adelantó el conjunto nazarí por primera vez en la temporada por medio de Miguel Rubio y, a pesar del empate, Bryan y Uzuni pusieron de cara el partido para llevarse los primeros tres puntos. Sin embargo, en San Sebastián volvió a pasar. Gol de Kubo en el minuto 9. Le Normand le dio esperanzas a los rojiblancos con el empate, pero antes del descanso Kubo de nuevo puso por delante a los donostiarras. Y, de nuevo desconexión: Tres goles del 59′ al 76′ que sentenciaron el partido.

Algo similar pasó contra el Girona. Tsygankov hizo el 0-1 en el 22 y después llegaron dos más en sólo doce minutos para poner un 0-3 que parecía imposible de levantar. En Las Palmas sí que el equipo defendió bien hasta el descuento, cuando Kyrian desde fuera del área le dio la victoria a los canarios. Una semana después en Los Cármenes llegó la primera igualad. Otra vez empezando detrás en el marcador. Diao adelantó al Betis en el 51′, aunque después se logró arañar un punto. Otro punto se logró sumar en Almería, a pesar de la enésima desconexión. Luis Suárez en cinco minutos (del 41 al 46) marcó tres goles para poner a los almerienses 3-0. Finalmente, el Granada en una gran segunda parte logró la igualada.

Contra el Barcelona sí que lograron los de Paco López adelantarse por segunda y, hasta el momento, última vez esta temporada. El doblete de Bryan puso el marcador 2-0, aunque los azulgrana terminaron empatando en los minutos finales fue un punto de mérito. La alegría duró poco. En Pamplona en la siguiente jornada, Budimir puso el 1-0 en el minuto 11. Tampoco se pudo hacer nada contra el Villarreal que se adelantó en el minuto 18 con un gol de Gerard Moreno y en diez minutos ya estaba con 0-3 en el marcador. Una desconexión más.

Los dos últimos encuentros, el Granada ha estado mejor defensivamente y ha conseguido irse del partido una vez encaja gol. Contra el Valencia con un polémico penalti, Pepelu hizo el 1-0 en el descuento de la primera parte y en la segunda el Granada pudo empatar. Ante el Getafe, un error en el minuto 2 le costó el gol de Mayoral que Gonzalo Villar igualó antes del descanso. Pero, otra vez, dos partidos más que empezó perdiendo.

El conjunto de Paco López necesita cerrar su portería y, sobre todo, no tener que afrontar todos los partidos con la necesidad de remontar para sumar una victoria que se resiste desde hace casi tres meses. De momento, los rojiblancos no han conseguido remontar ni un sólo partido. La losa psicológica de verse por debajo en el marcador afecta, sobre todo, nada más encajar el golpe. Porque la fe ha sido una de las características de este Granada que, a pesar de verse muy por debajo en el marcador, sigue creyendo en que puede sacarlo adelante. No encajar y, sobre todo, no tener que remar contracorriente todas las jornadas se antoja vital para salir de esta situación...

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