La obligación y lo imposible se citan en la batalla de Almendralejo

“El partido de nuestras vidas”. Así considera este duelo Felipe Gallego, entrenador del Hernán Cortés, un modesto equipo de una pedanía de 900 habitantes que pertenece al municipio de Don Benito, en Badajoz. El Betis no tendrá que jugar allí sino en el cercano estadio Francisco de la Hera de Almendralejo para que los aficionados locales se multipliquen en un día para la historia (sigue el partido en directo en AS.com). También habrá un puñado de béticos en este estreno de los verdiblancos para trazar unas nuevas líneas de ilusión en la Copa que tanta satisfacción generó hace sólo dos años. Pellegrini quiere copiar aquel plan. Y su punto de partida será medir la valentía de un rival que soñó durante muchos días con vivir este 1 de noviembre.

El CD Hernán Cortés venció al Sauzal canario para estar en este duelo de grandeza. Sus jugadores se sentirán de Primera División por un día. “No tenemos ninguna posibilidad”, esbozaba su técnico, con cierto amago de duda, al valorar el choque ante los verdiblancos. Él no tenía preferencias entre los grandes, pero se ilusionaba con darle la mano a Manuel Pellegrini. Un ambiente de más de 11.000 espectadores tras haberse volcado la afición local y la bética con sueños cumplidos y otros por cumplir. “Que vengan con los mejores si no quieren llevarse un susto”, avisaba el técnico Felipe Gallego.

Habrá hilos de añoranza desde el estadio del equipo extremeño, que tiene como nombre ‘Daniel, Gonzalo y Jorge’ por el fallecimiento de tres jóvenes vecinos del pueblo. La ilusión se desplaza hasta Almendralejo y ahí quiere dictaminar el Betis que la fe no siempre es suficiente. Con el fútbol de algunos actores secundarios pretende esquivar cualquier golpe y avanzar en el torneo del caos. Pellegrini se dejó en casa a Isco, Guido o Pezzella para darles algo de aire con miras a la Liga. William Carvalho y Rodri piden a gritos la titularidad y se verán acompañados por otros jugadores menos habituales como Juan Cruz o Sergi Altimira. Sin Borja Iglesias, la batalla del nueve vivirá un nuevo capítulo de incertidumbre con Assane como último invitado presente. El Hernán Cortés confía en un bloque que ya sorprendió a su rival anterior y que quiere repartir minutos entre casi todos para que su momento de historia tenga inscritos más nombres que nunca.

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