Ancelotti conoce el camino
La última vez que el Madrid ganó la Copa del Rey, fue con él en el banquillo. Fue en la 2013-14, la noche gloriosa de la victoria al Barcelona, en Mestalla
La Copa no ha sido históricamente el torneo más apreciado por el Madrid. De hecho, en el palmarés es el único trofeo en el que tiene una clara desventaja respecto del Barça (31 a 19). Pero si hablas con Ancelotti te dirá que en esos ocho títulos que ya tiene como entrenador del Real Madrid (entre ellos dos Champions, dos Supercopas de Europa, una Liga y un Mundial de Clubes), uno de los que guarda mejor recuerdo es el de la Copa de Rey conquistada al Barça en la final del año 2014.
Mestalla estaba a reventar aquella noche primaveral del 16 de abril. Ancelotti sufría el problema de la ausencia de Cristiano, que se quedó en la grada por estar lesionado. “Nos faltaba Cristiano, pero la motivación de los demás fue máxima y trabajaron más”, explicaba feliz Carletto tras la victoria, que supo a gloria entre los 21.000 madridistas de las gradas.
Sin embargo, el Tata Martino sí que contó con su tridente de lujo, con Messi, Luis Suárez y Neymar arriba. Pero el Madrid dibujó un partido feliz, con goles del incombustible Di María y el icónico e inolvidable de Bale, con aquella carrera de Carros de Fuego ante Bartra en la banda de Mestalla que ha quedado registrada para siempre en la caja mágica de los Clásicos.
Luego, la Décima
Esa Copa fue la 19ª en la historia blanca, la última que ha ganado el equipo de las 14 Copas de Europa. Y tuvo un efecto efervescente para Ancelotti y sus hombres, dado que poco después tumbaron al Bayern de Guardiola en semifinales con el memorable 0-4 en el Allianz Arena y después la Décima, con el 4-1 al Atleti en Lisboa y el gol ‘afrodisíaco’ de Ramos.
Carlo fue comedido en los festejos de Valencia, pero suponía la segunda Copa ganada por el Madrid al Barça en tres años (también lo logró en Mestalla en 2011 con el gol de Cristiano ante el equipo, ¡otra vez!, de Guardiola) e hizo creer que los blancos iban a empezar a jerarquizar este título entre sus objetivos anuales.
Espejismo
Desde ahí volvieron a llegar las vacas flacas y las eliminaciones prematuras, en varios casos, ante equipos de menor raigambre. Lo peor llegó en 2015, con Rafa Benítez en el banquillo, con la sonrojante eliminación ante el Cádiz en dieciseisavos por alineación indebida de Cheryshev.
Los verdugos se fueron sucediendo. En la 2016-17 fue el Celta, ya con Zidane como técnico; en la 2017-18 le tocó turno al modesto Leganés (¡encima en el Bernabéu!); en la 2018-19 fue el Barça (con Solari en el banquillo madridista); en la 2019-20 fue la Real Sociedad; ¡el Alcoyano en la 2020-21!; y el Athletic de Marcelino en la 2021-22. Conclusión final: no es la Copa del Madrid...