Qué fue de Sami Khedira, el ex de Stuttgart y Real Madrid al que Mourinho convenció para vestir de blanco
Nacido y formado en Stuttgart y en el Sttutgart, su gran Mundial 2010 conquistó a Mou y le llevó al club blanco. Tras la Juve, colgó las botas en el Hertha. Ahora es comentarista... y un maestro cafetero.
Hoy es un día histórico para el Stuttgart. Vuelta a Europa tras más de 10 años, vuelta a la Champions tras 15. Y para un día de campanillas, el club suabo buscó un ex con pedigrí para radiografiar el duelo. No hubo dudas internas. Debía ser, y así ha sido, Sami Khedira. Nacido (el 4 de abril de 1987) en la ciudad, formado y encumbrado en el entidad, su siguiente paso tras brillar (subió al primer equipo en 2006) en el por entonces Mercedes-Benz Arena (ahora MHPArena) fue el Real Madrid. Petición de Mourinho tras un Mundial 2010 excelso con Alemania, Sami aterrizó en la capital española. Por ello, con los rojos enfrentándose hoy a los blancos, Khedira, ya retirado, era la puerta a tocar.
Declaraciones de su amor por el Madrid, muchas: “Solo los mejores jugadores tienen la oportunidad de vestir la camiseta del Real Madrid, como Alfredo Di Stéfano. El club ha ganado innumerables títulos, lleva décadas entre los mejores del mundo y es el máximo ganador de la Liga de Campeones. No hay nada más grande que eso”. También para un Ancelotti que le mimó en uno de sus momentos más duras, al romperse el cruzado en la 2013-14: “Cuando me rompí el ligamento cruzado no estaba claro si llegaría a tiempo para el final de temporada y el posterior Mundial. Ancelotti me apoyó muchísimo durante esta fase. Para mí, como jugador, era como una figura paterna. Es sin duda uno de los mejores entrenadores del mundo. Siempre me sentí parte integrante del equipo”. Tanto que fue titular en Lisboa, donde Ramos hizo historia con su testarazo ante el Atleti.
La historia de un fichaje
No fue su único título de blanco, que engordó un palmarés cuya primera piedra fue la última Bundesliga ganada por su Stuttgart en la 2006-07. Con el Madrid sumó siete entorchados más. Su única Orejona, una Liga (2012), dos Copas del Rey (2011 y 2014), una Supercopa de España (2012), otra de Europa (2014 y un Mundial de Clubes (2014). Los cuatro últimos con Carletto, los tres primeros con el técnico al que le debe su fichaje por el equipo blanco, José Mourinho.
Lo recordó de manera cristalina en The Athletic en 2020: “Me escribió y me dijo que había jugado un gran torneo (el Mundial), que me llevaba viendo un tiempo y que si me veía jugando para él. ¿Qué clase de pregunta era esa? ¿José Mourinho, el mejor del mundo, está interesado en mí, Sami Khedira, centrocampista del Stuttgart? Sabía que era bueno, pero me sonrojó y me puse muy nervioso. Volé a Madrid para reunirme con él. No hablamos de táctica, sólo de ganar. Me preguntó: ‘¿Qué quieres conseguir?’. Y me dijo: ‘Eres mi hombre’. Después de un par de minutos, nos abrazamos y se acabó la reunión. Mi primer pensamiento fue: ‘¿Has volado a Madrid para esto?’. Es el mensaje más importante que te puede mandar un entrenador. Tiene una manera de convencer a la gente... Tiene algo en sus ojos”. Un amor a primera vista que le llevó de Stuttgart.
El adiós
En 2015, un año después de haberse merendado a Brasil (uno de los mejores partidos de su carrera), y al resto de selecciones en el Mundial de 2014 que elevó a la Mannschaft al cielo, Sami cambió Madrid por Turín. Una aventura que comenzó bien, con mucho metal (diez títulos más, aunque ninguno europeo), pero con un final amargo. Cansado de su situación, tras dejar de contar para Andrea Pirlo, y con las lesiones como compañeras de viaje demasiado habituales, regresó a la Bundesliga. Un fichaje por el Hertha Berlin que fue el principio del fin. Los problemas físicos no le abandonaron. Desde la 2015-16 acumuló casi 600 de baja. Una losa demasiado pesada. El 19 de mayo de 2021, con 34 años, botas colgadas. “Un paso duro, pero correcto”, asumió.
Su fundación y un maestro cafetero
Ya sin las botas puestas, el fútbol ha seguido en la vida de Sami. Habitual comentarista para diferentes medios como ESPN hace unos años o DAZN más recientemente, también ha ejercido de consultor para el Stuttgart. Una manera de aportar su experiencia tanto en el club como lejos de su ciudad para ayudar al crecimiento suabo. Aunque Sami ya era un futbolista inquieto por todo lo futbolístico cuando era jugador, lo ha seguido siendo desde entonces.
A finales de 2014 fundó la ‘Fundación Sami Khedira’, con base en Stuttgart pero con la mirada enfocada en el mundo. La misión, apoyar a proyectos en favor de los niños y jóvenes desfavorecidos. El vehículo, en muchas ocasiones, ha sido el balompié, con la organización de torneos que contaron, para añadir atractivo, con jugadores de la talla de Luka Modric, Mario Gomez, Lukas Podolski, Jerome Boateng, Miroslav Klose, Jens Lehmann, Roman Weidenfeller, Oliver Bierhoff, Julian Draxler, Antonio Rüdiger, Timo Werner o el técnico Thomas Tuchel.
Amén de su faceta como maestro cafetero. Junto a sus amigos Felix Ladwig y Ben Döll fundó ‘Bal Ira.’, una empresa que fabrica su propio café, bajo premisas regidas por la sostenibilidad, el comercio justo, la trazabilidad y el abastecimiento directo, y lo vende online. Hay cuatro tipos, Turín, Madrid, Berlín y Stuttgart, como cuatro han sido los equipos en la vida de Sami. Porque, como decimos, para Khedira hay vida más allá del fútbol, pero siempre con el fútbol como hilo conductor. Hoy, a partir de las 21:00 horas, tendrá el corazón partido. A buen seguro que, para calmar ánimos, se tomará un café a media tarde...
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