¿Qué fue de Robinho? Del cielo a una celda de 8 metros cuadrados
En marzo de 2024 entró en la cárcel, condenado a nueve años por violación. Está en la “cárcel de los famosos” de Brasil. Mantiene su inocencia.
Robinho continúa en la cárcel. Y salvo giro de la justicia, allí pasará un buen tiempo. En 2017 fue condenado a nueve años por un delito de violación. Fue un caso que suscitó un terremoto mundial. Y que se demoró –mucho– en el tiempo. Todo sucedió en 2013, cuando era futbolista del Milan y, como ha sentenciado la justicia, abusó sexualmente de una joven albanesa. Las declaraciones fueron trascendentales de cara a la resolución: Robinho confesó desde el primer momento todo... salvo que no hubiese consentimiento. El quid de la cuestión. Pero la investigación recabó pruebas y sentenció que era culpable. Golpe de martillo. Nueve años.
Aunque su camino a la cárcel fue más un laberinto. Mientras que la justicia italiana investigaba... Robinho se marchó a Brasil. Y ahí empezó el verdadero lío. Porque la sentencia le pilló en su tierra, donde la Constitución prohíbe la extradición de los nacionales. Pero era una persona condenada. Así que comenzaron los movimientos sociales y las llamadas entre instituciones. Se buscaron maneras de alcanzar un acuerdo, pero tardó años. Entre medias, Robinho vivía con normalidad, acudiendo con asiduidad a las instalaciones del Santos, de donde salió y donde juega su hijo (en las categorías base). Pero Brasil movió ficha.
A una cárcel de Brasil
Y decretó que la condena que le había impuesto Italia, la debería cumplir en Brasil. Algo que el país azzurro ratificó, aceptando que fuese fuera de sus fronteras, pero que fuese. “La sentencia demuestra que es posible respetar los acuerdos diplomáticos, sin comprometer la justicia”, dijo Cida Gonçalves, ministra de la Mujer. “Brasil tiene que considerar que hubo violencia sexual contra una mujer y que ese crimen no puede quedar en la impunidad con el apoyo de instituciones”, añadió. Robinho entró en la cárcel en marzo de 2024. Rumbo a cumplir una condena de nueve años.
No había ADN, pero por un motivo
Él mantiene su versión: que la relación sexual sucedió, pero que fue consentida. Como repite la que considera que es la gran prueba a su favor: nunca se encontró ADN suyo. Pero esto tiene una explicación: las relaciones fueron con preservativo. “Nunca lo negué, tuvimos una relación superficial y rápida. Pero fue consensuado. Podría haberlo negado, porque mi ADN no estaba ahí, pero no soy un mentiroso”, dijo a TV Record. Pero el tribunal brasileño homologó la condena impuesta en Italia en 2017 y ordenó que el cumplimiento de la sentencia en régimen cerrado fuese inmediato. Robinho entró en la cárcel.
La “cárcel de los famosos”
Desde marzo de 2024, se encuentra en la Penitenciaría II de Tremembé, un recinto que popularmente se conoce como la “cárcel de los famosos”, pues es donde suelen acudir la mayoría de los condenados reconocible. En una celda de ocho metros cuadrados y compartida con otro recluso. Robinho convive con políticos, defraudadores... y asesinos, como Cristian Cravinhos (quien acabó con la vida de los Von Richthofen) o Roger Abdelmassih (médico que abusó de 39 pacientes sedados), por poner varios ejemplos.
La realidad es que la justicia tenía pruebas para condenarlos. Entre ellos, diferentes contradicciones en su versión, como señalar que la víctima no estaba ebria cuando, tiempo atrás, había apuntado que “estaba completamente borracha”. Pese a todo, su defensa continúa movilizándose para que salga de la cárcel, aunque por ahora sin éxito. En noviembre solicitó una anulación de la sentencia, con vistas a poder volver a casa por Navidad, que fue rechazada por el Tribunal Supremo. Y salvo nueva decisión, Robinho estará en la cárcel prácticamente de sus 40, a sus 50. Casi una década.
De estrella...
Es la condena que ya paga quien fuese una estrella del Real Madrid. Fue el verano de 2005 cuando recaló en el Bernabéu, procedente del Santos. El club pagó 24 millones por su fichaje. Fueron tres temporadas, en las que disputó 137 partidos (es el 9º brasileño con más participaciones, por encima de Kaká, por ejemplo, con 120). Marcó 35 goles y dio 27 asistencias. Ganó dos Ligas y una Supercopa de España. Pero llegó el verano de 2008... e hizo las maletas rumbo al Manchester City, donde no cuajó: 53 partidos, 16 goles y 13 asistencias. Pero ningún título.
...a estrellado
Acabó volviendo al Santos (cedido), fichando por el Milan (pago de 21 millones de euros), regresando de nuevo al Santos (otra cesión), para comenzar una travesía mundial. Porque tras estos volantazos, jugó en el Guangzhou (China), Atlético Mineiro (Brasil), Sivasspor (Turquía), Basaksehir (Turquía) y, por último, regresar al Santos. Su casa. Donde se retiró en 2020, justo después de la pandemia. Allí estuvo viviendo cuatro años... hasta que en marzo en 2024, Brasil aceptó que cumpliese la condena impuesta por la justicia italiana, en su tierra. Y desde entonces está en la cárcel. Cumpliendo una pena de nueve años por violación. En la Penitenciaría II de Tremembé.
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