Nahuel responde a Simeone
El técnico dio la cara por su lateral en Leverkusen en su momento más bajo y le ha correspondido con trabajo y una mejoría notable. Suma 627 de los últimos 630 minutos.
“A Molina lo quisimos nosotros, lo pedí e insistí para que viniese. Es el futbolista que entiendo que necesitamos. Es verdad que desde lo defensivo tiene que seguir evolucionando y no será la primera vez que viene un futbolista y tiene que mejorar una faceta. Confiamos muchísimo en él, tiene 24 años, una edad muy buena para evolucionar y nos va a dar muchísimas cosas en el juego del equipo”. Eran las palabras de un Simeone que defendía a su lateral a capa y espada antes de medirse al Bayer Leverkusen en tierras alemanas el pasado 13 de septiembre.
El argentino no pasaba por un buen momento y había tenido unos primeros días de rojiblanco complicados. Expulsado en el debut pocos minutos después de regalar el gol a Yeremy Pino, sufrió muchísimo también en Leverkusen ante la velocidad de las flechas del equipo dirigido por entonces por Gerardo Seoane. Sobrepasado en la defensa de cinco, esa misma semana pasaría al banquillo en la visita del Real Madrid, ya que no se le veía preparado para marcar a Vinicius. Sin embargo, menos de dos meses después y tras un parón de por medio, la mejoría de Nahuel Molina es notable.
Desde esa suplencia en el derbi, ha vuelto a ser un indiscutible en el lateral derecho y la modificación a una defensa de cuatro y la presencia de Savic a su lado ha sido clave para vérsele mucho más cómodo y adaptado. Nahuel Molina recogió el guante de Simeone, la responsabilidad de ser su fichaje deseado y validado y apostó por el trabajo para responder a la confianza recibida. Sesiones personales para mejorar en defensa y una aportación importante cuando aparece en campo rival y puede combinar por abajo, teniendo que mejorar todavía en los centros laterales. El Cholo ha ido puliendo a su lateral de 24 años y es consciente de que sus pases interiores a los desmarques de Morata generan mucho peligro. Así se gestó el gol de Griezmann en San Mamés, el del propio Morata anulado por el VAR ante el Athletic o el mano a mano del ariete en Brujas.
Nahuel Molina ha disputado 627 de los 630 minutos del equipo desde el parón, saliendo sustituido en los tres últimos de Sevilla por unos calambres musculares. En todos ellos ha compartido defensa con Savic y Reinildo y también con un Giménez que únicamente se perdió la segunda mitad en Brujas. Y con esa defensa de máximas garantías, el Atlético únicamente ha encajado cuatro tantos en 585 minutos. Un crecimiento atrás que ha sostenido a todo el equipo y que ha tenido en la evolución de Nahuel una gran noticia. Aunque todavía no está al nivel de Trippier, el lateral que dejó un socavón con su salida en enero, progresa muy positivamente y demuestra una aportación física fundamental teniendo en cuenta que el plan B de Marcos Llorente ha quedado aparcado por lesión (Nahuel suma 1.005 minutos). De Leverkusen a Leverkusen hay un jugador nuevo, un Nahuel que está devolviendo la confianza depositada por Simeone.