La otra Casa en Llamas

El fuego une. Es algo difícil de explicar, pero que lo resume todo. También una película nominada al Goya y que, si aún no lo ha hecho, está tardando en ver. Tan cruda como la vida, tan real como tantas realidades. Alerta espóiler (escribirlo así ha supuesto un esfuerzo, pero a Álex Grijelmo jamás se le discute): hay simetría en el caos. A veces, hasta que algo no está roto del todo, no empieza a reconstruirse. Esa es la Casa en Flames. Y la de esta noche, la Casa en Llamas. La otra. El Santiago Bernabéu. Donde van meses de runrún futbolísticos y dos semanas –muy en concreto– de terremoto extradeportivo. Discusiones, debates y dudas. Algún jarrón habría volado, de pillar a mano. Un ambiente enrarecido. Un incendio peligroso. Y entre medias, todos a una. La Champions, a por el City. Esta noche. Es difícil de explicar, pero el fuego une.

“Ahora, ahora empieza la temporada del Real Madrid”, responden al micrófono de AS a las puertas del Bernabéu. Y lo acompañan de un guiño y un golpe en el hombro. Gesto inequívoco de quien sabe de lo que habla. Y a falta de uno, dos. Es una paradoja curiosa la de este club, pero más exacta que cualquier ciencia: pese a llevar siete meses compitiendo, su temporada empieza cuando llegan las eliminatorias de Europa. Ahí se activa eso que Ancelotti llama el “modo Champions”. Y que va más allá del equipo, aunque también. Se compite a otro nivel. Y todo se vive de otra manera. Desde el césped, a la grada.

Habrá recibimiento

Y de los grandes. Diferentes plataformas se han movilizado para congregar a miles de personas, a las 19:00h, en la Plaza de los Sagrados Corazones. La Policía prepara un notable vallado para contener a la afición en la recta final del trayecto, pero en la cuesta de Concha Espina... el autobús reducirá su velocidad y se mimetizará con quienes acudan. La plantilla espera un ambientazo y el club prevé un recibimiento de “noche gorda”. No como los que sucedían cuando el autobús circulaba por la antigua ruta (entrando por la Castellana, una tradición que se varió por seguridad, pues la aglomeración de espectadores, para los responsables de seguridad, llegaba a ser peligrosa), pero muy parecida.

Y llenazo

Y de ahí, al Bernabéu. Donde se vivirá un ambientazo digno de la velada. Desde hace mucho tiempo que el ‘no hay billetes’ cuelga de la taquilla del estadio. A esta hora tan sólo quedan disponibles algunos palcos... y cuyos precios oscilan los 1.200€. En lo que respecta a entradas normales –si es que así se las puede calificar, para que no entendamos– no queda ni una. Cero. El llenazo está asegurado, con más de 82.000 espectadores. Hay previsión de tifo y mosaico, aunque el diseño del mismo continúa siendo un misterio a esta hora. “Del Bernabéu no se sale con vida”, añade el mismo aficionado de antes, al micrófono de AS y ligeramente retenido, pues intentaba marcharse, tras decir lo anterior.

“Es el Bernabéu”

Dice la verdad. Como que este equipo, cuando más vive, es cuando menos vida parece tener. Es de esos instantes en los que pocos parecen creer, bien por la incertidumbre de su juego, por el diluvio de lesiones, o por ambas, cuando derrocha fe. Se da un golpe en el pecho y otro sobre la mesa. El Real Madrid encuentra motivación en la adversidad. En los imposibles. Lo hizo para ganar una Champions sin delantero... y para asaltar el Etihad casi sin defensas. “¿Cómo lo consigue?”, preguntamos. “Es explicar lo inexplicable”, responden, a orillas de la puerta 43. “Es el Bernabéu”, añade su acompañante. Como sondeo a pie de calle, pese a breve, nos parece suficiente.

Y en la despedida, nos confirma que estará hoy. Junto a tantos. En ese estadio que peca de frío en Liga, en el día a día, pero que se vuelve una caldera sin comparación en Champions. Esto también es difícil de explicar. Pero es así. Algo hace clic en el Real Madrid cuando llegan las eliminatorias de Champions, que es otra cosa. O mejor dicho: algo hace clic en este club cuando llegan las eliminatorias de Champions, que es el Real Madrid. Su temporada empieza hoy. Esta noche. Cuando debe dar la estocada al City de Guardiola. Cuando es matar o morir. Cuando llega lo bueno. De poco importan las dudas futbolísticas o el terremoto extradeportivo. El runrún, el desorden, el caos. El fuego une. Lo explicó Dani de la Orden. Y lo verán o vivirán, esta noche, en la otra Casa en Llamas.