Eric García, capitán sin brazalete
Fue el líder de la zaga ante el PSG. Ha pasado de tapar huecos a ser el mejor central del momento en Can Barça. Demostró el liderazgo que se le intuía en inferiores, donde lució el brazalete desde el Benjamín B al Juvenil.
Humildad, trabajo en silencio y saber aprovechar cada oportunidad. Eric García ha pasado de comodín de Flick a líder de una temporada a otra. Aunque el encuentro frente al Paris Saint-Germain acabó en derrota, Eric no decepcionó cuando el entrenador alemán le dio el centro de la defensa por cuarta vez esta temporada. Una que capitaneó al lado de Koundé, Cubarsí y Gerard Martín.
Jugando ante uno de sus grandes valedores, Luis Enrique, y acompañado por un Cubarsí dubitativo y con menos rodaje por las molestias en su rodilla, Eric García respondió a la confianza de Flick a muy buen nivel frente al campeón de Europa. El canterano fue elegido en el once ante el PSG en busca de salvar su sofocante presión y tratar de parar un ataque con muchas bajas (ni Doue, ‘Kvara’ y Dembélé), pero un alto nivel, que decidió el partido cuando él ya estaba fuera del verde.
En defensa, Eric fue el que más duelos disputó (10 frente a los 6 de Cubarsí, ganó un 60%), acertó en sus intervenciones por alto (100%) y se impuso en los dos uno contra uno que tuvo. Casi implacable, interceptó pases hasta en cuatro ocasiones y sumó 10 recuperaciones. El central asumió responsabilidades en defensa, pero también arrancando las jugadas del Barcelona. Ante la trampa defensiva de Luis Enrique, Eric acertó el 92,73% de sus pases. Además, dio un buen pase largo en un partido en el que el Barcelona trató de buscar la espalda de la defensa parisina y metió hasta tres balones al último tercio.
El defensor metió pases tensos, verticales y fue protagonista en la distribución en los tramos de dominio, pero también supo correr hacia atrás cuando el PSG más apretaba en la segunda mitad. Recuperó varios balones por buena colocación y también hizo varios ‘tackles’ para frenar ataques prometedores de los parisinos. Uno detuvo a Achraf a punto de centrar y fue tan aplaudido como una buena ocasión por el público de Montjuic.
Aunque fue sustituido por Christensen y se encendieron las alarmas ante una posible baja del que es su mejor defensor hasta la fecha, Eric aclaró que no había ningún problema para estar disponible para el encuentro contra el Sevilla en el Sánchez-Pizjuán de este fin de semana (domingo, 16:15 h). “Solo estaba un poquito cansado y sentí un tirón en la pantorrilla”, aseguró en los micrófonos de Movistar Liga de Campeones.
Un cambio de rol justificado por sus números
Eric García ha peleado cada minuto para ganarse su nuevo rol. Durante la temporada pasada apenas fue titular en dos encuentros de Champions League, siendo lateral derecho a causa de las bajas en la vuelta de semifinales ante el Inter. La lesión de Marc Bernal le abrió un nuevo puesto en Liga, siendo pivote durante varias jornadas. También, lateral derecho. El catalán, a lo largo de la campaña, jugó más partidos fuera de su posición entre pivote y en el costado de la zaga (23) que como central (22), su posición ideal.
Esta campaña, la tendencia se está invirtiendo. De nueve encuentros, Eric lleva cinco jugados en el centro de la defensa, tres en el costado derecho y uno en el izquierdo (apenas 12 minutos en Anoeta).
En comparación con sus compañeros, es el central que más minutos ha disputado (642) y el mejor en la posición en pases (70,92 intentados de media, 90% de éxito, 1,54 pases largos acertados y 10,24 pases al último tercio con éxito) y también en despejes, duelos defensivos ganados o intercepciones. Su debe, dado su 1,82 en comparación con el casi 1,9 de sus compañeros, son los duelos aéreos.
Un liderazgo ‘Made in La Masia’
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Salir del City, aceptar una cesión al Girona y pelear hasta convertirse en la referencia actual defensiva del Barcelona demuestran el carácter de Eric García. Un capitán sin brazalete en el inicio de temporada que luchará por asentarse durante toda la campaña. Este liderazgo ya lo intuían todos sus entrenadores en inferiores hasta la marcha al Manchester City. El central fue capitán de todos sus equipos desde el Benjamín B, categoría en la que fue captado para la Masia tras enrolarse en la Barça Escola, hasta el Juvenil. Ahora, sin la banda de la senyera en su brazo, sigue demostrando las dotes de líder que prometía desde la última línea blaugrana del primer equipo. Y avisa “lo mejor está por venir”.
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