SUPERCOPA DE EUROPA | LEWANDOWSKI
El 9 que no fue
Ahora estrella en el Barça, Lewandowski conquistó a Florentino Pérez con un póquer al Dortmund. El Madrid visita su Varsovial natal, donde, en su restaurante, tiene a buen recaudo la elástica de aquella noche mágica.
El 24 de abril de 2013, Lewandowski destrozó al Madrid. En la ida de semifinales de Champions, póquer de goles. Cristiano igualó el primero, pero Lewy selló su festival entre el 50′ y el 66′ con tres tantos más. La fotografía mostrando los cuatro dedos a un Signal Iduna Park enloquecido, icónica. Los blancos lo intentaron en el Bernabéu, pero se quedaron en la orilla. Un partido que dio la vuelta al mundo y que enamoró a Florentino Pérez. Sondeó incluso al ariete tras la vuelta. “Sí, hablamos”, llegó a reconocer el delantero. Es más, en verano, el club blanco le tentó con un contrato de seis temporadas y un salario bruto de 8.609.590 euros por campaña, como desveló el diario polaco Onet Sport.
No obstante, al no haber renovado con los borussen ya tenía un precontrato con el Bayern para cambiar Dortmund con Múnich en 2014. Como detalló AS en la época, Cezary Kucharski, su agente, planteó que desde Chamartín se hicieran cargo de los 20 M€ de penalización por romper lo acordado con los bávaros. Florentino evitó conflictos y ello, junto a la presencia de un Benzema ya afianzado, cortocircuitó la posibilidad. Ahora, ocho años después, el Madrid visita Varsovia, donde Lewandowski tiene a buen recaudo la elástica de aquella noche mágica.
En el corazón de su Varsovia natal, en Haberbuscha i Schielego, donde se ubicaba una antigua maltería, Lewy puso en marcha en 2022 ‘Nine’s’, un proyecto muy especial. “Viene bastante a menudo. Una vez al mes”, explica Nicholas, un atento trabajador que acompaña a AS en un recorrido por el restaurante del ariete del Barcelona. ¿Tiene algún plato favorito? “Suele pedir carne, un buen bistec. Mucha proteína, poca grasa”, sonríe, mientras enseña dónde se cocinan los pretzel con forma de ‘9′ que suponen prácticamente la firma del establecimiento: “Tenemos sólo a una persona contratada para hacer los pretzels y un horno dedicado a ello. Tienen mucho éxito”. No tarda en parar en la joya de la corona. La elástica de aquel 4-1. “Es el recuerdo más especial, está firmada”. De hecho, se puede apreciar cómo Lewandowski, amén de la dedicatoria, ha anotado los minutos en los que llegaron sus cuatro zarpazos. También hay colgadas sus camisetas del Barcelona, del Bayern y Polonia. “Allí arriba tenéis su carrera cronológicamente”. Una a una, en orden, las banderas de Delta Varsovia, Legia, Lech Poznan, Borussia Dortmund, Bayern Múnich y Barcelona.
El lugar grita fútbol. Y gol. Lo hacen las escaleras que conectan niveles. ‘G’ en el primer escalón, ‘L’ en el último, múltiples ‘O’ en el tránsito. En sus muros, todos los tantos anotados por el dueño. Aunque “falta actualizar”, apuntan. El último, el doblete en el 0-4 de los azulgrana al Elche el 1 de abril de 2023. En la última planta, una ‘fanzone’ con pantalla gigante y unas gradas que simulan un estadio. “Aquí se ven los partidos del Barça, pero también mucha Premier”. ¿Y el Madrid? “Hay mucha afición en Polonia, sí, pero con el fichaje de Lewandowski por el Barcelona se igualaron las fuerzas”.
La última parada, el ‘sports bar’. “En total hay 86 pantallas en el local, pero la mayoría de ellas están aquí. Para ver fútbol, pero también Fórmula 1, los Juegos, baloncesto... Cualquier cosa. Con la Superbowl estuvimos aquí abajo hasta las siete de la mañana”. Y es ahí donde, más allá del recuerdo del 4-1, aparece el Real Madrid. En el centro de la barra, una elástica de Cristiano Ronaldo. En uno de los muros laterales, una de Sergio Ramos: “Está firmada”. Dos leyendas blancas que pudieron ser compañeros de Lewandowski. El 9 del Madrid que no fue.
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