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REAL MADRID-MANCHESTER CITY

Davide-Lillo: duelo vital sin focos

Son los complementos perfectos de Carlo Ancelotti y Pep Guardiola, los hombres que siempre están en la sombra pero sin los que ni Madrid ni City alcanzarían el éxito.

Davide-Lillo: duelo vital sin focos
JESUS ALVAREZ ORIHUELADiarioAS

Carlo Ancelotti y Pep Guardiola tienen las espaldas bien cubiertas en sus respectivos banquillos. Hay otro duelo esta noche. Uno que acapara menos focos mediáticos pero que tiene vital importancia, porque las manos de Davide Ancelotti y de Juanma Lillo se notan mucho en el Real Madrid y en el Manchester City. Es el otro duelo de los banquillos sobre el que AS arroja luz.

Davide Ancelotti, la modernidad del método de Carletto

Se siente de Parma, porque allí nació y vivió su infancia hasta los 8 años, pero en realidad es un ciudadano del mundo. Davide Ancelotti (35 años) habla cinco idiomas y se ha formado como técnico concienzudamente, cumpliendo etapas hasta convertirse en la otra mitad de Ancelotti que es hoy. Davide es, también, una de las principales razones de la modernización del método de Carletto. Con 22 años ya se había licenciado en Ciencias del Deporte. Su tesis sobre la Metabolimetría, tan específica, fue calificada con matrícula de honor, y obtuvo puntuaciones muy elevadas en sus cursos como entrenador: un 137 de 140 en la licencia UEFA B y un 13 de 15 en la licencia UEFA A. En esta última fue el mejor de su promoción.

Pero en realidad Davide se ha formado como técnico a pie de campo, siempre al lado de su padre. “Si consideramos el hecho de trabajar con mi padre, en algunos aspectos genera muchas expectativas, y eso me da mucha motivación, ganas de tener éxito. Yo no puedo decir que tenga la misma hambre que uno que viene de abajo, porque yo tengo la suerte de venir de una familia en la que no me ha faltado nada. Podrían decir, ‘éste está acomodado, no tiene hambre’. Pues bien, yo encuentro el hambre de triunfo en otras cosas, en la necesidad de tener que demostrar, en cumplir con las expectativas, en las sospechas que genera el hecho de ser el hijo del entrenador… Todo eso se convierte en motivación para mí”, reflexionaba Davide en AS en 2022.

Davide Ancelotti atiende varias funciones en su labor de segundo. Es él, con la ayuda de Francesco Mauri, el otro asistente, quien planifica las sesiones de entrenamiento y quien las dirige. “Mi padre interviene sólo cuando es necesario, sólo cuando lo ve imprescindible o cuando hay una sesión táctica especial”, decía en aquella ocasión, en 2022, en AS. Davide se ocupa, de hecho, un poco de todo. También de planificar la estrategia junto a Llopis. El análisis del rival queda en manos de Simone Montanaro, que dirige un equipo de cuatro personas que ya estaban en el club. Pero cuando Montanaro presenta el rival a Carletto, todos lo han estudiado y se produce una confrontación de ideas. Durante los partidos, también, Davide tiene contacto directo con Montanaro, que lo ve todo desde la parte alta de la grada.

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JESUS ALVAREZ ORIHUELADiarioAS

Ese es el otro Davide, el que actúa durante los partidos. Ahí se le ve especialmente motivado y activo, y también duplica sus funciones. Interviene, por ejemplo, para dar instrucciones al jugador que sale. Esas imágenes mostradas en el último momento al futbolista y que explica para AS: “Se le enseña la posición que debe tener en el balón parado: defensa de córners, faltas laterales... Cada jugada de balón parado tiene un posicionamiento. Por ejemplo, si sale del campo uno de 1,90 y entra uno de 1,70 no es cambiar posición por posición, hay que hacer ajustes. Y el que entra debe saber dónde debe estar y puede que tenga que decirle a otro su nueva posición...”.

Yo también veo el partido en el banquillo desde una cámara táctica, a tiempo real. La cámara táctica es una toma que te ofrece los 22 futbolistas en todo momento. Con esa cámara tengo los datos del partido a tiempo real y desde ahí intento dar a mi padre la información. Pero debe de ser una, tampoco le puedo marear. Puedes ver lo que quieras, pases buenos, robos, duelos ganados, juego aéreo… A mí me interesa ver más si nos están entrando más por el lado derecho o por el lado izquierdo, si estamos sufriendo en alguna zona del campo en especial. Y desde ahí valoro. Si es un dato que merece la pena se lo digo, si no, lo dejo pasar”.

Juanma Lillo, otro gurú de la preparación

Si Davide es a pesar de su juventud un ilustre d ellos banquillos y lo ha ganado todo junto a su padre, del otro lado, Guardiola tiene a otro gurú de la preparación (dirigió a Mirandés, Cultural Leonesa, Salamanca, Oviedo, Tenerife, Real Sociedad y Almería, entre otros) que en los últimos años se ha reconvertido en segundo de su amigo Pep. Aterrizó en 2020 para cubrir la ausencia de Arteta, que se había marchado para hacerse cargo del Arsenal, y tras un breve paso por el Al Sadd de Qatar, regresó a la disciplina citizen el pasado verano.

Ambos se conocieron en un Oviedo-Barça de 1996, en el que los culés vencieron 2-4 al equipo dirigido por Lillo, que se había ganado fama tras ascender al Salamanca a Primera. Pep pidió saludar a Lillo y le traslado su admiración por su forma de ver el fútbol y su deseo de que mantuviesen el contacto. Tanto fue así que la última experiencia como jugador de Guardiola, en el Dorados de Sinaloa mexicano, fue a las órdenes de Lillo. Allí tomaba nota de cada paso que daba el técnico, sabedor de que pronto él también lo sería.

Y terminarían viéndose las caras en los banquillos. De hecho, un 0-8 del Barça al Almería provocó la destitución de Lillo, en 2010. “Sigo pensando que es un grandísimo entrenador”, dijo Guardiola entonces. Han sido virales varios vídeos en los que un pensativo Guardiola escucha con la mirada perdida una cháchara interminable de Lillo en el banquillo del City, pero lo que Pep admira más de su segundo es su sinceridad en las malas y su capacidad para reconocer problemas concretos en zonas concretas.

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TIM KEETONEFE

“Es el mejor entrenador asistente que hay en los malos momentos. Y lo que necesitas es encontrar gente así para los malos momentos. En los buenos no necesito a nadie, me basto yo para abrir el champán y celebrar juntos. Pero en los malos tengo a Juanma para que, además de sus conocimientos de fútbol, sea un especialista en identificar qué pasa con jugadores específicos. Es un ser humano enorme. Estamos todos encantados de tenerle de vuelta”, dijo Guardiola el pasado verano cuando se supo que regresaba al City.

De Lillo, entre otras cosas, aprendió Guardiola la salida lavolpiana, llamada así por el entrenador argentino Ricardo La Volpe, consistente en la utilización del pivote como un central más en una momentánea línea de tres para facilitar la salida de balón desde atrás a toda costa. Un concepto que se ha visto en los equipos de Pep desde los inicios (Busquets le quitó el sitio a Yayá Touré en el Barça del triplete por su mayor capacidad para esto) y que se mantiene en el presente con la reconversión de Stones, un central de buen pie, a pivote defensivo del equipo.

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