¿Cuánto pagó el Real Madrid al City por Brahim y qué porcentaje guardan los citizens de una venta futura?

Era una de las mayores joyas de la cantera del City. “Él, (Phil) Foden y (Jadon) Sancho estaban en otra dimensión”, detalla en AS Fran. El gran capitán del Superdepor habla con conocimiento de causa, trabajó en la cantera citizen entre 2017 y 2019. Cuando la 2018-19 amanecía, Brahim Díaz (3 de agosto de 1999) tenía aún 19 años y su contrato entraba en cuenta regresiva. Pasito a pasito, ganaba importancia en los esquemas de Guardiola. Pep quería que el vínculo se extendiera (”Haremos todo para que siga, pero él decide”). Cuando el Madrid entró en escena, el deseo del de Santpedor se complicó. Brahim veía con buenos ojos volver a España. Dejó su Málaga natal en 2013, rumbo a los 14 años. Que el destino fuera el equipo blanco agilizó la toma de decisiones. Desde Chamartín le trasladaron el interés a su entorno en noviembre. El 6 de enero se hacía oficial. Por Reyes, oro, incienso, mirra y Brahim.

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Fue una operación con una particularidad, el cuándo. ¿Por qué? Si el Madrid hubiera esperado, el malagueño habría llegado a coste cero seis meses después. Pero Brahim tenía claro que era el momento de dar el paso. Y en Concha Espina no querían arriesgarse a perder a un futbolista que casaba con una política que trazaba sus primeras líneas maestras: fichar a los mayores talentos jóvenes del planeta antes de que que el cascarón estuviera roto. Así llegó meses antes Vinicius, meses después Rodrygo, en 2016 Valverde... hasta un Endrick que aterrizará con la mayoría de edad en julio. En enero de 2019, fue el turno de Brahim. El desembolso fue importante, valorando el contexto. En la entidad blanca no se dudó. Apretaron el gatillo por 15 millones de euros más otros cinco en variables, como detallamos en AS en su día. El City, como mal menor, se guardo un 15% de una futura venta. Un porcentaje que, lógicamente, sigue vigente.

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Apuesta en firme

Brahim apostó por sí mismo desde el principio. No quiso salir cedido, una de las condiciones de la firma. El Madrid lo respetó. Con Solari, las oportunidades escasearon, pero con Zidane, que regresó con la vitola de salvador, cambió su dinámica. Tres partidos y 24 minutos con el argentino; ocho, cinco titularidades y 370 minutos en las diez últimas jornadas con Zizou. Aún así, para buscar minutos regulares en la élite, se trazó la cesión al Milán el curso siguiente. Ampliada de manera bianual a porteriori. En total, tres años en Milanello. Terminó luciendo el 10 y resultando fundamental en el Scudetto de 2022 y la semifinal de Champions en 2023. Por algo en San Siro, con Pioli a la cabeza, lucharon por hacerse con él en propiedad. Hasta el final, en una negociación donde el Madrid se aseguró tener el mango bien agarrado. De ahí la ausencia de opción de compra.

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Y al final del préstamo, Brahim lo tuvo claro. A pesar del agradecimiento a los rossoneri, “su sueño es triunfar en el Madrid”. Lo ha repetido el jugador comparecencia a comparecencia y desde su entorno trasladan el mismo anhelo. Fue muy importante en ese movimiento, también, la confianza mostrada desde el club blanco. El contrato firmado expiraba en 2025. Antes de sellar el viaje de vuelta a Madrid, el malagueño firmó una extensión hasta 2027. Renovación, regreso, segunda presentación. Y a picar piedra. Lejos, mucho, quedan los duelos iniciales donde las oportunidades eran esquivas. A base de exprimir minutos, de aprovechar cada resquicio, Brahim ha derribado la puerta. Su golazo al Leipzig dibujó el pase a cuartos. Su esprín ante Oblak quedó en la retina madridista como la imagen de la Supercopa. Sus nueve tantos y cinco asistencias en 1.598 minutos han roto su propio techo. Brahim se enfrenta por primera vez a su pasado convertido en icono de Adidas, estrella de Marruecos y futbolista crucial para Ancelotti. Reencuentro 1.920 días después.